¿Hacia dónde navegó la tecnología jurídica en 2022?

El año se acerca a su fin y los avances tecnológicos dentro del mercado jurídico no han parado. Con diversos países finalizando sus medidas de cuarentena impuestas por la pandemia del covid-19 en 2020, ha habido un cambio en la forma en que operan las firmas legales, siendo la presencialidad y el uso de documentos físicos acciones que ya no se consideran necesarias luego de la popularización del trabajo telemático.

Las herramientas legaltech fueron clave para las operaciones de los estudios de abogado y para hacer un recuento de los avances hechos y los que vendrán es que el 30 de noviembre se celebró el evento Legal Tech Day, organizado por Derecho Práctico y Legal Shake, donde se reunieron cerca de 300 personas y diversas empresas del sector enseñaron sus productos legaltech.

Laura Fauqueur

“La idea era traer a España un evento de esas características en el que realmente los actores del entorno jurídico pudiesen encontrar todas las herramientas que están hoy en día disponible para ellos y verlas en un mismo sitio físico donde pudiesen interactuar y participar”, comenta Laura Fauqueur, directora de Legal Shake y una de las organizadoras del evento.

Respecto de las tendencias tecnologías del año que se mostraron en el evento, José Fernández Comas, director de Derecho Práctico, destaca los programas de contract lifecycle management (CLM) o “gestión de ciclo de vida de los contratos”, los cuales permiten la generación automatizada de contratos y la administración de los procesos posteriores, permitiendo la instalación de alertas que avisen al abogado cuándo hay un vencimiento o cumplimiento de plazos.

José Fernández Comas

“Empresas de CLM como Bigle Legal tienen mucha implantación en Latinoamérica y responden las necesidades del abogado que tienen mucha documentación que gestionar y que justamente en temas de vencimientos de plazos se juega muchísimo”, explicó.

Otra novedad presentada durante el Legal Tech Day fueron las plataformas multiherramienta —como las que ofrece KEA Legal o Amberlo—, que cuentan con funciones de base de datos, automatización y gestión de despacho.

“Se terminan teniendo unas herramientas muy globales y muy fáciles de usar por distintas personas en una firma, como el procurador, el asociado o el encargado financiero”, destaca Fauqueur.

Crecimiento en Latinoamérica

Respecto de la situación en Latinoamérica, Fernández señala que en México se creó el Índice Latinoamericano de Legaltech, que enlaza con las diferentes plataformas de la región y “quizás no tenga el ritmo que se sigue en Europa, lo que yo veo ahora es hay cada vez más profesionales latinoamericanos interesados en este ámbito”.

Fauqueur destaca que en el sector público latinoamericano existe un mayor interés en la implementación de legaltech en el quehacer judicial que en el ámbito privado y plantea que eso s debe a que el problema del acceso a la justicia es mucho más acuciante en la región que en Europa.

“Un juez penalista español con el que converse durante una cena afirmó que precisamente lamentaba que España no adopte tecnologías de administración de justicia como la argentina Prometea, que pone en contacto a fiscales y jueces y ayuda en la redacción de documentos”, añadió Fernández.

El actuar de las firmas

Fauqueur considera que en el desarrollo de las legatech en la región hispanoamericana no existe carencia tanto tecnológica si no de adopción de herramientas dentro de las firmas.

“En el futuro de seguro se inventarán más herramientas, pero creo que lo que hay está muy lejos de usarse bien y diría incluso que la mayoría de los abogados y los despachos no explotan las posibilidades de la tecnología a su disposición, incluyendo el propio Microsoft Office”, explica.

Fuente:Legal Tech Day

A pesar de ello, Fernández y Fauqueur coinciden en que ha ocurrido un aumento en el interés de los legatech por parte de los estudios pequeños, los cuales componen el 80 % de despachos en España, y creen que es necesario lograr enseñarles a las firmas lo importante que es dedicarle tiempo al desarrollo tecnológico de las empresas con tal de lograr una profesionalización que mejore la calidad, productividad y rentabilidad en el despacho.

“Debemos ser capaces de decirles que si pierden un día instalando legaltech, en un mes habrán ganado tres, pero si no lo entienden es difícil que acepten, por lo que instancias como el Legal Tech Day ayudan a resolver tal problema”, comenta la directora de Legal Shake.

Fernández añade que también ha aumentado el número de tecnologías low code, mediante la cual un profesional sin conocimientos informáticos puede crear sus propios herramientas.

“Cada vez se nota más que la industria legaltech está haciendo un esfuerzo mayor incluyendo a profesionales en diseño e innovación en sus organizaciones. Ahora es el turno del abogado pequeño de apostar por esto, porque cada vez tiene más plataformas de donde elegir y se encuentran más estandarizada las herramientas”, asegura.

Fuente: Legal Tech Day

Dentro del mercado también han detectado una demanda por parte de los departamentos jurídicos internos de empresas de herramientas dedicadas a ellos, las que han logrado adaptar las herramientas legaltech disponibles, “pero los abogados in-house buscan que se generen productos pensados exclusivamente en ellos”, dice Fauqueur.

Otra tendencia que no solo dio de qué hablar en el Legal Tech Day, sino que será tema en los próximos años, es la presencia de la inteligencia artificial en las profesiones jurídicas, la cual “a veces es una etiqueta de marketing que se le pone a muchas soluciones y recién se está rascando la superficie de lo que es posible con ella”.

Además asegura que la última tendencia importante es el efecto que tendrá la nueva versión reglamento eIDAS de la Unión Europea en el mercado de España en temas de evidencias digitales, transacciones electrónicas entre ciudadanos/empresas y la custodia documental.

Sobre esta última dice que “el conocimiento jurídico es uno los tesoros más preciado de un despacho, entonces, va a imponer una serie de buenas prácticas para saber, por ejemplo, cuando un documento de un cliente tiene que destruirse según qué plazos o protocolo”.

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