El Consejo de Europa busca poner de relieve los derechos humanos en el fútbol

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) se reunió durante la primera fase de sus sesiones anuales para discutir y aprobar una resolución que busca introducir los valores de los derechos humanos en el centro de la industria del fútbol.

El texto aprobado, basado en el informe elaborado por Lord George Foulkes, representante de Reino Unido en la asamblea, establece una serie de recomendaciones dirigidas a la FIFA, la UEFA y otros organismos importantes implicados en la industria del fútbol.

Las recomendaciones se centran en buscar la transparencia, la equidad y la solidaridad en el financiamiento del fútbol, incluida la reforma del mercado de traspasos. También es un objetivo de la resolución garantizar que los anfitriones de grandes eventos cumplan con sus obligaciones en materia de derechos humanos, sociales y medioambientales; como por ejemplo proteger a los jugadores, especialmente a los jóvenes, de los abusos o la explotación, y promover la igualdad de género en el deporte.

Giovanni Infantino durante la asamblea. Fuente: APCE

Los parlamentarios dejaron claro en la sesión que los derechos humanos deben ser siempre la principal fuerza motriz de los órganos de gobierno del fútbol. La Asamblea dijo que los países deben cumplir con los requisitos básicos de derechos humanos antes de poder albergar grandes eventos como la Copa del Mundo, y que cualquier país en el que las mujeres se enfrenten a algún tipo de discriminación en el fútbol debería ser simplemente descalificado.

Dirigiéndose a la Asamblea durante el debate, el presidente de la FIFA, Giovanni Infantino, se refirió especialmente a los derechos humanos y de los trabajadores en Catar. «El cambio no se produce rápidamente, pero el cambio está ocurriendo», mencionó Infantino. De acuerdo a él, gracias a la Copa del Mundo y a los focos que aporta el fútbol Catar «ha evolucionado en un tiempo récord de pocos años» en materia de legislación laboral, protección de los trabajadores y salario mínimo, aunque «queda mucho por hacer».

 
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