5G y los desafíos que impone a la abogacía española

Gentileza ICAB

Claudio Soto Coronado
Desde España
csoto@idealex.press

Los desafíos son amplios y también duros, ya que de entrada no sólo obligará a hacer vertiginosos cambios a la legislación vigente —como el Reglamento General de Protección de Datos Personales de la Unión Europea—, sino que también a un sinnúmero de aspectos sobre los cuales los despachos trabajan cotidianamente para sus clientes: filtración de datos personales, el pago de seguros por responsabilidad contractual y extracontractual, resguardo de información bancaria, registro de patentes, accidentes de tránsito y un largo etcétera.

Un caso concreto. Hoy, cualquier automóvil de última generación cuenta con al menos 6 cámaras que le permiten advertir, corregir e incluso accionar maniobras que son “en teoría” responsabilidad del conductor. Están programados para frenar, estacionarse, seguir una trayectoria, avisar sobre objetos en la ruta, despertar a sus ocupantes y guiarlos, bajo un fiable y determinado sistema de algoritmos, a su destino. Son 6 ojos que pueden prescindir de los dos del conductor. Todo bien, hasta que algo falle.

Las incertezas de la red 5G

“El 5G permitirá la digitalización de toda la infraestructura de la sociedad. No sólo es más velocidad, sino que más capacidad, uso, procesos, cálculo y almacenamiento integrado a las redes con usos impensables para el ser humano”, explica Ángel León, coordinador del área de Planificación del Espectro Radioeléctrico de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, y que fue parte de un completo panel de técnicos y jurídicos reunidos en el Colegio de Abogados de Barcelona.

He aquí —dicen los expertos— la importancia de que los estudios jurídicos comiencen a sopesar su irrupción. “La conjunción de profesionales de la tecnología y de los abogados es importantísima, porque la red 5G incorpora una serie de inseguridades, ya que, por ejemplo, la tecnología que hasta muy poco se utilizaba para operaciones militares —como los drones—, hoy están siendo utilizada constantemente por los civiles y viceversa”, dice Ángel Gómez de Agreda, coronel del Área de Análisis Geopolítico del Ministerio de Defensa de España.

Despachos en alerta

Si bien el impacto será brutal en la cotidianeidad de las personas, hay al menos 3 áreas que preocupan hoy a los abogados: la responsabilidad de las empresas con datos personales de sus clientes, el pago de los seguros (pólizas de ciber riesgo), y el impacto en el propio sistema de justicia.

“Cuando hay una filtración de datos, como ha ocurrido con Facebook, el riesgo reputacional puede sufrir graves consecuencias. La recomendación es a prevenir, sobre todo en los pequeños y medianos negocios que no tienen el apoyo jurídico necesario. Aquí los abogados tienen un rol fundamental al crear protocolos de actuación, ya que con una red 5G habrá un mayor grado de exposición”, señala Belén Arribas, abogada socia de Andersen Tax & Legal.

Un punto importante es actualizar rápidamente las normas y cómo de manera proactiva va a actuar el legislador. “El 5G supone un estrés a la legislación, tendremos que ver cómo lo hacemos de ahora en adelante ¿nos centraremos en crear nuevas leyes? Esas son medidas reactivas, ya que estamos llamados a actuar preventivamente, puesto que el actual escenario, que fue normado en los años 90, cambió”, enfatizó Francisco Pérez Bes, del despacho Gómez-Acebo & Pombo.

¿Y cuál será el impacto en los propios estudios? Sistema de notificaciones, tramitación de causas, carpetas digitales, comunicación con el cliente, son parte de las adecuaciones que se deberían enfrentar, señalan los expertos, con altos filtros de seguridad. “Nada impide que hoy se lleven adelante juicios a distancia, y tampoco que con solo dos personas —un programador senior y otro junior— una entidad de la banca o un juzgado sea atacado en cuestión de horas. La ciberseguridad es la pieza clave, tal como en el ajedrez es la reina”, reconoce Ramsés Gallego, experto en esta área.