LAWboratory: reinventando la profesión desde la Facultad (parte 1)

Jeniffer Garzón

Jeniffer Garzón

La era digital y las tecnologías emergentes han cambiado la forma en la que se enseña y practica el Derecho. Hay predicciones apocalípticas sobre el fin de la profesión; sin embargo, como universidad, somos conscientes de estos retos y creemos que las habilidades y competencias requeridas por los abogados deben transformarse.

Tecnología y Derecho son dos vertientes que deben ser enseñados en la formación de los futuros profesionales de manera articulada, con el objetivo de formar talento jurídico que tenga las competencias necesarias para gestionar los retos y desafíos que trae consigo la era digital.

Junto con ello, existe la necesidad de pensar nuevas formas de la regulación, que correspondan a las nuevas economías emergentes, a los nuevos modelos de negocio, a las plataformas, a los datos y todas las demás disrupciones que generan la implementación de tecnologías emergentes.

A partir de esto, en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, en Colombia, nos vimos en la obligación de transformar y reinventar nuestros programas en todos los niveles de formación. Lo hicimos en el marco de la iniciativa Juristech, que va acompañada de la creación de un laboratorio de innovación que se denomina LAWboratory, que le permite a los docentes enseñar a través de nuevas estrategias y modelos pedagógicos. Y a nuestros estudiantes, los habilita para pensar, aprender y aplicar los nuevos contenidos del Derecho, haciendo uso de tecnología, generando soluciones a partir de nuevas metodologías de innovación, desarrollando competencias transversales para el ejercicio profesional.

Estas competencias de hacen necesarias en la medida que los procesos jurídicos del derecho público y privado hoy se desmaterializan y surgen nuevos conceptos no jurídicos, como el la inteligencia artificial, el Big data, la administración electrónica, el análisis jurídico predictivo, el emprendimiento o el marketing jurídico, algunos más consolidados que otros.

De esta manera se definió que los programas de formación deberán evolucionar en dos dinámicas. Una de ellas fue identificar los contenidos clásicos y convencionales que deben seguir siendo enseñados desde una dimensión jurídica; la otra, identificar los contenidos jurídicos que deben ser repensados y enseñados desde una dimensión que articula el Derecho con las tecnologías emergentes y las tendencias de la «4ª Revolución Industrial».

Se propone innovar a partir modelos pedagógicos de aprendizaje activo —con un enfoque en el aprender a aprender—, que permitan abordar los nuevos paradigmas de la enseñanza del Derecho.

Así, se parte de un ejercicio pedagógico donde el estudiante que hace inmersión en el laboratorio de innovación LAWboratory puede trascender a prácticas e implementación en colaboración con escenarios reales, como las firmas de abogados, empresas de tecnología, bancos, entidades públicas y privadas, las altas cortes y otras dependencias de la Administración Pública.

Los objetivos de esta iniciativa son:
– incorporar en la enseñanza del Derecho, en todos los niveles de formación, tendencias y conceptos asociados a la revolución 4.0
– implementar modelos de aprendizaje basados retos, problemas y proyectos en todos los niveles de formación de la Facultad
– desarrollar, en los profesionales del derecho –estudiantes y profesores-, competencias requeridas para la gestión de los asuntos jurídicos en el marco de los desafíos y retos de la era digital
– promover y desarrollar soluciones innovadoras a problemas relacionados con el ejercicio del derecho y el acceso a la justicia haciendo uso de tecnologías emergentes y metodologías de innovación
– combinar conceptos teóricos con la práctica de investigación y desarrollo entre el laboratorio de innovación jurídica LAWboratory, aplicado en una organización pública o privada con el fin de lograr casos de éxito a partir de una prueba de concepto
– desarrollar modelos de negocios innovadores para la prestación de servicios jurídicos
– adelantar proyectos de investigación aplicada y publicación de artículos relacionados con el impacto de la tecnología en el ejercicio del derecho y el derecho de las tecnologías emergentes
– fortalecer la relación universidad – empresa – Estado, a través de ejercicios de co-creación y trabajo colaborativo e interdisciplinar

Mediante del ejercicio práctico, la utilización de la tecnología y nuevas metodologías, el operador jurídico va desarrollando otro tipo de competencias y sus capacidades analíticas, críticas y de solución de conflictos jurídicos. Por ejemplo, debe identificar problemas normativos y de derechos que se puedan presentar a partir de la utilización de herramientas tecnológicas y de la desmaterialización de los procedimientos.

El lenguaje informático, el análisis de datos, la arquitectura de las aplicaciones, el aprendizaje de máquina, entre otros, se constituirán en contenidos de enseñanza para desarrollar las capacidades de pensar y de resolver problemas jurídicos usando la tecnología.

Iniciar un proceso de transfomación digital de la Facultad de Jurisprudencia fue la respuesta a la que llegamos y que desembocó en LAWboratory. Mediante el ejercicio práctico, la utilización de la tecnología y nuevas metodologías, el operador jurídico va desarrollando otro tipo de competencias y sus capacidades analíticas, críticas y de solución de conflictos jurídicos. Por ejemplo, debe identificar problemas normativos y de derechos que se puedan presentar a partir de la utilización de herramientas tecnológicas y de la desmaterialización de los procedimientos.

 
* Jeniffer Garzón Díaz estudió Derecho en la U. del Rosario, Colombia, de la cual hoy es directora de posgrados y cofundadora de Lawboratory, laboratorio de innovation y tecnología de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, Colombia. Acaba de participar como speaker en #ELTAcon2019.

 
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