Análisis criminal: ¿El fin del caso a caso?

 
En Chile 8 de cada 10 delitos no pueden ser resueltos. La figura del “imputado desconocido” impacta con profundidad en el sistema penal, modernizado e instalado progresivamente en el país, hace 15 años con el objeto de ser el pilar y eje de una justicia que necesitaba ser ágil, moderna, cercana y eficaz para la ciudadanía.
 
Sin embargo, y pese a contribuir con mayores estándares de transparencia y condena para delitos de alto impacto como los homicidios, presenta aún un gran problema: no es capaz de resolver ni policial ni judicialmente una gran cantidad de delitos contra la propiedad —como robos y hurtos— que afectan a gran parte de la población, anotando niveles de victimización superiores al 26% en el nivel nacional, y lo que es aún peor, aumentando la sensación de inseguridad y temor, por su falta de respuesta.
 
La mayoría de los casos termina en los “archivos provisionales” por falta de antecedentes, generando con ello una negativa evaluación de la ciudadanía que castiga con fuerza la ineficacia del sistema y de todas sus instituciones. Las notas en el mejor de los casos no superan —en una escala de 1 a 7— un 4,6 (Carabineros); y que para el caso del Gobierno llega a sólo un 2,9, según cifras de Fundación Paz Ciudadana.
 
Fiscales y policías han reconocido públicamente que el sistema responde de buena manera en los delitos en donde se detiene a los delincuentes en situación de flagrancia, pero que poco o nada pueden hacer cuando ni siquiera hay un dato, un nombre, o la víctima no es capaz de reconocer quien la agredió.

Una apuesta arriesgada

El 13 de junio pasado, y sin mayores aspavientos ante la opinión pública, el Ministerio Público puso en marcha 4 unidades pilotos del recién creado Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos, iniciativa creada por la Ley de Fortalecimiento de la institución (N° 20.861) y que busca transformarse en la gran apuesta del sistema, destinada a combatir y optimizar la gran deuda pendiente con aquellos casos criminales que no logran llegar a término.
 
En la foto: Presidenta Bachelet en la inauguración del Cenacrim de la PDI.