Ley de aborto en Chile continúa su tramitación en el Senado

Como parte del compromiso presidencial de Michelle Bachelet y pese a que su debate sigue generando polémica en varios sectores, el proyecto de ley de aborto que despenaliza la interrupción del embarazo por 3 causales continúa su avance en el Senado chileno, luego de que la iniciativa fuera despachada en su primer trámite constitucional.
 
La semana pasada, el proyecto que permite su ejercicio fundado en casos de inviabilidad del feto, riesgo de muerte de la madre o violación, fue aprobado en general y en particular por la mayoría de la Cámara de Diputados, quedando listo para su discusión en la Cámara Alta a contar de esta semana.
 
Pese a que las autoridades ya anunciaron la decisión de tramitar la iniciativa sin urgencia —lo que en la práctica podría significar un año de debate en el Congreso Nacional— su avance no ha acallado la polémica de la despenalización del tipo, actualmente regulado en el Código Penal.

Falta de unanimidad

“Si fuera parlamentario, respecto a la tercera causal (de violación) estaría en un momento de duda”, confidenció el Ministro del Interior, Jorge Burgos, denotando la falta de unanimidad de apoyo al proyecto de ley de aborto entre partidarios de la Democracia Cristiana (DC), partido de gobierno ubicado en el ala más conservadora del oficialismo.
 
“El ministro Burgos ha expresado —lo que es lógico y natural para cualquier parlamentario— que en la causal de violación es donde más cuesta formarse convicciones”, dijo a su turno el senador y presidente del mismo partido, Jorge Pizarro, tras participar del tradicional comité político de los lunes en el Palacio de La Moneda.
 
Ante las declaraciones del jefe de gabinete, el timonel del Partido Comunista, Guillermo Teillier, se mostró a su vez contrariado. “El ministro puede tener el pensamiento que quiera sobre el proyecto pero no me parece que como ministro el debiera emitir públicamente esa opinión, porque crea confusión”, cerró.
 
Cabe recordar que el proyecto de ley de aborto —cuya discusión incluso podría ser llevado ante el Tribunal Constitucional— ha generado debate y en ciertos sectores su amplio rechazo, principalmente en parlamentarios de Renovación Nacional, la Unión Demócrata Independiente, la misma DC, la Iglesia Católica, y ONGs pro vida, entre otras instituciones.