Derecho procesal: de adjetivo a sustantivo

Fernanda Robles / Sofía Martin

A la sociedad del siglo XXI no le basta garantizar el acceso al sistema judicial, lo que implica que hoy es necesario preocuparse también por la calidad de las decisiones judiciales, es decir, que la sentencia sea justa.

Adrián Simons, destacado abogado peruano dedicado a la litigación y el arbitraje afirma: “Muchas garantías se han convertido en derechos procesales fundamentales que aseguran un debido proceso”.

Y Nicolás Frías, subdirector del Programa de reformas a la justicia UC, pareciera coincidir. Para él, “el derecho procesal cumple su rol si está orientado a que se materialice la garantía de tutela judicial efectiva de las personas en las distintas áreas del ordenamiento jurídico”.

No cabe duda —aseguran varios de los abogados consultados— de que sin el derecho procesal no sería factible que los distintos derechos consagrados en la legislación lograran una concreción en la vida de las personas. Porque en sí resguarda tanto la aplicación de las disposiciones normativas, como la solución a los conflictos que se susciten entre los justiciables, cuando éstos finalmente no logran componer sus diferencias y se plantea un litigio.

“Una pieza fundamental para la realización del ordenamiento jurídico”

Pero ¿cómo ha cambiado la concepción del derecho procesal en el mundo jurídico?. “El uso del término ‘adjetivo’ obedeció a una visión procedimental y medieval del proceso. El derecho a la tutela jurisdiccional es el más importante de todos los derechos, pues sin él no sería posible la realización de los derechos materiales”, explica Simons.

En la misma línea, Rafael Blanco, decano de Derecho de la U. Alberto Hurtado, reflexiona sobre la evolución que ha experimentado esta rama del Derecho. “Es un conjunto de normas que si bien establecen mecanismos y formas de litigio, poseen una dimensión de fondo que se relaciona con garantías, sistemas de protección de derechos, mecanismos de tutela, y con la regulación del sistema de información, prueba y valoración, que poseen dimensiones de fondo”, analiza.

Jordi Nieva-Fenoll, catedrático de derecho procesal de la Universitat de Barcelona añade a la conversación un ángulo distinto. Para este procesalista —que estará en Chile en noviembre—, “el hecho de que por años se haya calificado al derecho procesal como ‘adjetivo’ da la idea de que sólo lo sustantivo es importante, cuando no es así”.

“El Derecho es una unidad conceptual y ontológica. Las especialidades son sólo categorías artificiales que han ido estableciendo los autores para poder especializarse en su estudio. El derecho procesal es, en concreto, una pieza fundamental para la realización del ordenamiento jurídico”, afirma.

Los próximos eventos en Latam y España

La discusión de las distintas figuras, teorías, jurisprudencia y nuevos códigos ha dado cabida a la realización de distintos encuentros académicos en la última década, en distintos países y todos con un muy buen nivel académico.

Octubre y noviembre de 2018 prometen ser meses en que diversos aspectos inmersos o tangenciales, en torno al derecho procesal, serán discutidos ampliamente.

Una de las principales actividades tendrá lugar en España, en la Universidad de Salamanca, una de las casas de estudio más antiguas de Europa, entre el 17 y el 19 de octubre.

Si el derecho procesal, sus fundamentos y sus implicancias prácticas no te permiten conciliar el sueño, debes saber que durante los próximos días se realizarán 2 encuentros muy importantes:
— la II Conferencia Internacional del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal (IIDP) y la International Association of Procedure Law (IAPL)
— la XXVI Jornada Iberoamericana de Derecho Procesal, que en esta ocasión se centrará en “La prueba en el procedimiento”, en sus más diversas dimensiones

El evento comenzará con las exposiciones de los destacados profesores Michele Taruffo (Italia) y Rolf Stürner (Alemania), para luego dar paso a la formación de paneles que discutirán sobre temáticas como “Facultades del juez en la actividad probatoria y acuerdos probatorios”, “Flexibilizaciones en la carga de la prueba” y “Proceso y prueba ilícita”. En este último, destaca la participación de una serie de abogados latinoamericanos, entre otros, Jorge Peyrano (Argentina), José Pedro Silva (Chile), Giovanni Priori (Perú) y Ramiro Bejarano Guzmán (Colombia).

Si te interesa conocer el programa completo de este encuentro, puedes revisarlo aquí.

A ello se agregan las VII Jornadas Nacionales de Derecho Procesal, que se realizarán en Chile, entre los días 7 y 9 de noviembre.

Quienes no hayan podido viajar a España, podrán tener en el Cono Sur a Jordi Nieva, de la Universidad de Barcelona, y al reconocido procesalista italiano Michelle Taruffo, de la Università degli Studi di Pavia. Ambos prestigiosos académicos expondrán en la Universidad Católica de Chile, organizadora de la versión 2018 de las Jornadas.

En esta oportunidad, el tema central será la prueba, que considerará todos los aspectos vinculados a ella, tanto en su parte general como en su parte especial.

Las áreas de las ponencias que se desarrollarán en este encuentro abarcarán las distintas ramas del derecho procesal: civil, penal, constitucional, laboral, entre otras.

Si te interesa conocer más información –valores e inscripción– sobre este evento, puedes encontrarla aquí.

Redes y trabajos de investigación

El derecho procesal ha ido agrupando a abogados interesados en contribuir al estudio y discusión de esta disciplina. Con el fin de fomentar la investigación, crear literatura y abordar las distintas problemáticas que debe enfrentar su enseñanza, se creó –recientemente– la Red Chilena de Investigadores en Derecho Procesal.

La agrupación, formada por un grupo de académicos de distintas facultades de Derecho de Chile, se reunió hace pocas semanas en la Universidad de Valparaíso para discutir y planear las actividades para 2019.

Enrique Letelier, académico de esa casa de estudios y parte de la asociación, explicó en el artículo que difundió la creación de la entidad, que la red se trata de un “grupo abierto” y que “está concebida como un espacio totalmente inclusivo, donde puede participar todos quienes investiguen o deseen investigar temas de derecho procesal, sean o no profesores”.

 
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