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sábado, 23 de noviembre de 2024

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“El Abogado del Diablo”: antigua, pero vigente

El filme, de 1997, dirigida por Taylor Hackford, escrita por Jonathan Lemkin y Tony Gilroy y protagonizada por Keanu Reeves, Al Pacino y Charlize Theron, es una clase maestra y gratis para los profesionales buenos, pero demasiado rimbombantes.

- 30 junio, 2022

En Idealex nos pusimos nostálgicos, pero lo hacemos con intención. Desde hace algún tiempo nos hemos abocado a la tarea de saber cómo ven los otros a los abogados y las abogadas, y nos encontramos con reseñas trepidantes, infinitamente mejores que cualquier charla, curso o media training sobre marca personal que -de paso- tanto gustan a los periodistas.

En ese deambular, nos propusimos recordar las mejores series y películas en que los protagonistas sean profesionales del Derecho, y como era de esperar dimos con una de las mejores: «El Abogado del Diablo» (The Devil’s Advocate), filme de 1997, dirigida por Taylor Hackford, escrita por Jonathan Lemkin y Tony Gilroy y protagonizada por Keanu Reeves, Al Pacino y Charlize Theron. Es decir, un elenco de lujo para una profesión de lujo.

Reseña: El abogado del Diablo (1997) – Horas de oscuridad

El argumento, de acuerdo a distintas reseñas, es más o menos así: Un joven abogado de Florida (Reeves), exitoso, que nunca ha perdido un caso, Kevin Lomax, se traslada a la ciudad de Nueva York para trabajar en una una importante firma. A medida que su esposa (Charlize Theron) se ve atormentada por aterradoras visiones, el abogado comienza a darse cuenta de que el dueño de la firma (era que no, Al Pacino) es un personaje tan carismático, convincente, como despiadado y aterrador, es decir, el mismísimo Satanás.

Frases célebres

La historia en general, que a veces pasa a segundo plano por su sobrenaturalidad, es consumida por las frases que Al Pacino (John Milton) deja caer en su joven y arrogante aprendiz:

«Yo tengo los pies sobre el mundo desde que comenzó este puto juego. He alimentado todas las sensaciones que el hombre ha querido experimentar. Siempre me he ocupado de lo que quería y nunca le he juzgado, ¿por qué? Porque nunca le he rechazado, a pesar de todas sus imperfecciones. Soy un devoto del hombre. Soy un humanista, quizá el último humanista. ¿Quién en su sano juicio, Kevin, podría atreverse a negar que el siglo XX ha sido mío por completo? Todo mío, Kevin, todo mío. Mío. Estoy pletórico. Ha llegado mi oportunidad, nuestro momento», le señala Al Pacino al pobre Reeves.

El abogado del diablo', un clásico que nos recuerda que la corrupción es  uno de lo actos más humanos

«Te daré información de primera mano acerca de Dios. A Dios le gusta observar, es un bromista. Piénsalo. Dota al hombre de instintos. Os da esta extraordinaria virtud. ¿Y qué hace luego? Los utiliza para pasárselo en grande, para reírse de vosotros al ver cómo quebrantáis las reglas. Él dispone las reglas y el tablero, pero es un auténtico tramposo. Mira, pero no toques. Toca, pero no pruebes. Prueba, pero no saborees. ¡Jajaja! Y mientras os lleva como marionetas de un lado a otro, ¿qué hace él? Se descojona, se parte el culo de risa. Es un payaso. Es un sádico. Es el peor casero del mundo. ¿Y adoráis eso? Nunca», agrega.

«La vanidad, es sin duda mi pecado favorito. Kevin, es el más básico. Narcisismo, la droga más natural», le dice Al Pacino al joven abogado, que no se da cuenta de que ahí radican sus puntos débiles, para rematarlo con la mejor de todas: «La libertad, querido, es no tener que decir lo siento».

¿Te crees él o la mejor? Entonces, no te la puedes perder. Está en Amazon Prime.

Mira el tráiler aquí:

 

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