"No puedo dejar de pensar en ellos cuando veo que ciertas oficinas de abogados se precian de no conocer límites,...
Ser mentora
«A nosotras no nos hicieron preguntarnos cuáles eran nuestras fortalezas o dónde nos imaginábamos trabajando o qué áreas del Derecho realmente nos interesaban. Menos aún, cuál era nuestra historia, cuáles nuestros sueños o cuál nuestro propósito».
Carolina Valenzuela / Ana Luz del Río - 24 mayo, 2021
Cuando de transmitir experiencia se trata, resulta imprescindible pensar quiénes hemos sido hasta ahora, quiénes estamos siendo hoy en la vida profesional y cómo cada una de nosotras quiere impactar e incidir en el mundo legal.
¿Cómo poner nuestra experiencia profesional y de vida, al servicio de nuevos profesionales que entrarán al mundo laboral? ¿Cómo hacer de la abogacía un oficio comprometido no sólo con la abundancia y prosperidad personal, sino que además considere el mejoramiento de la comunidad, colaborando con la formación de profesionales exitosos, equilibrados y plenos?
Nos invitaron a ser parte del Programa de Mentorías de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, creado para estudiantes de tercero, cuarto, quinto y recién egresados. Aceptamos el reto como forma de devolver lo mucho que recibimos cuando nosotras éramos estudiantes y para retomar el vínculo con nuestra alma mater.
Ser mentora significa para ambas conectar con aquello que nos importa: ser parte de la formación de nuevos profesionales del Derecho. Nos conecta con el propósito, con el sentido más profundo de ser abogadas.
El mundo ha cambiado muchísimo desde que nosotras ingresamos a primer año. Hoy internet, las redes sociales, la globalización, la hiperconexión, forman parte del espacio que habitamos en el cotidiano. Esta pandemia nos hace cuestionarlo todo y nos ha obligado a hacer una pausa para replantearnos la manera en la que estamos viviendo y también trabajando.
Formar parte del programa de mentorías nos lleva a los 20 años y resulta inevitable preguntarse: ¿por qué entramos a estudiar Derecho?, ¿cómo habrían sido nuestros estudios y los inicios de la vida profesional de cada una si hubiésemos tenido a una mentora que nos acompañara para poder tener la oportunidad de jugar en las grandes ligas?, ¿habríamos podido diseñar nuestra carrera y haber logrado el éxito profesional sin un costo emocional y de salud física y mental enormes?
Nos damos cuenta de que tenemos tanto que transmitir, tanto que contar. Guiar a un otro, orientarlo, acompañarlo en su proceso de búsqueda de vocación profesional es un desafío enorme. A nosotras no nos hicieron preguntarnos cuáles eran nuestras fortalezas o dónde nos imaginábamos trabajando o qué áreas del Derecho realmente nos interesaban. Menos aún, cuál era nuestra historia, cuáles nuestros sueños o cuál nuestro propósito.
Queremos acompañar a los alumnos del programa y hacer que conecten con eso que los hace vibrar en la vida, lo que los llevó hasta donde hoy están y que puedan descubrir la energía que los moviliza, pues en ella se encuentra el motor de la vocación.
Hoy existen muchas formas de ser abogad@. Múltiples espacios y especialidades. Al ponernos al servicio de las y los estudiantes, queremos que descubran quiénes son, cuáles son los recursos de que disponen. Que sepan que pueden diseñar su propia hoja de ruta y reescribirla las veces que sea necesario, para que encuentren ese lugar en el mundo donde ser y hacer hasta alcanzar la maestría en el oficio, sin perder la vida en ello.
Carolina Valenzuela es abogada de la Universidad de Chile y LLM en la Universidad Católica de Chile, con mención Derecho Regulatorio. Trabaja en NIC Chile, el organismo dependiente de la Universidad de Chile que administra el nombre de dominio .CL, a cargo de contratación y compras públicas.
Ana Luz del Rio es abogada de la Universidad de Chile y Coach Ontológica, con formación en compliance, diversidad e inclusión y género. Es especialista en derecho corporativo y de familia. Trabaja de forma independiente en asesorías y litigación.