Salud mental en Derecho: hay que hablar del elefante en la sala

En octubre de 2022, LawCare, institución que busca promover el bienestar psicológico dentro de la práctica del Derecho en Reino Unido, elaboró un informe respecto de los problemas de salud mental que enfrentan los profesionales del área legal, evidenciando cifras que son alarmantes.

La investigación realizada por LawCare —y que contó con la participación de 1.700 profesionales relacionados con el mundo jurídico— estimó que los trabajadores relacionados con el área del litigio están en un alto riesgo de caer en un agotamiento extremo, indicando que un 69% de ellos ha sufrido de algún problema de salud mental en los últimos 12 meses, además de que un 25% de los encuestados mencionó haber sido víctima de bullying, discriminación o acoso en sus lugares de trabajo.

Aun cuando el estudio atiende específicamente a la realidad dentro de Gran Bretaña, sus cifras ponen de manifiesto una realidad mundial. La International Bar Association (IBA) ha puesto atención al tema desde el 2019 y tras dos años de trabajo elaboró el informe “Bienestar mental en la profesión jurídica: un estudio global”, publicado a finales de 2021, dónde evidenciaron los principales problemas de la industria en materia de salud mental, desde una perspectiva mundial.

La pandemia fue un factor que afectó el desarrollo laboral para todas las profesiones y oficios, algo en que los abogados y abogadas no fueron la excepción. Sin embargo, estos eran problemas latentes y no nuevos contratiempos generados por la situación sanitaria, por lo que, ya recuperado el curso normal después de dos años de encierro, se ha hecho necesario el volver a reflexionar sobre cómo avanzar para mejorar la salud mental para los profesionales que trabajan en Derecho, desde las condiciones laborales hasta el trabajo organizacional.

La desestigmatización y cómo enfrentar la salud mental

A propósito de un estudio acerca del bienestar mental de los abogados en Nigeria, realizado por Isibor Aigbe, miembro de la Wellbeing Taskforce de la IBA, entre 2018 y 2019 hubo un total de 12,8 millones de días laborales perdidos a nivel mundial debido al estrés relacionado al trabajo, trastornos de ansiedad y depresión, lo que equivale a un promedio de 21,2 días por caso, una cifra que refuerza la idea de avanzar en mejorar las condiciones laborales de los y las profesionales del Derecho.

Bill Mariano

En el ejercicio de tratar de buscar soluciones a esta situación, la gerente legal de operaciones eDiscovery para la CBRE, Amy Sellars, dio sus recomendaciones para enfrentar estas dificultades dentro del espacio laboral.

Paige Hunt

En conversación con Paige Hunt y Bill Mariano, conductores del podcast Law & Candor, emitido el pasado 23 de enero, Sellars enfatizó en la idea de que el trabajo en litigaciones —sobre todo en litigaciones complejas— es un trabajo en equipo y que de igual forma se deben enfrentar los problemas de salud mental: “No puedes manejar una de esas peleas solo; no hay nadie que pueda ser ese héroe y manejar la litigación completamente desde el inicio hasta el final», dijo, enfatizando que la falta de apoyo por la distancia física en medio de la pandemia dificultó aún más poder dar soporte”.

Suicidio y estigmatización

Isibor Aigbe

Según lo registrado por el informe de Isibor Aigbe, 1 de cada 10 abogados ha experimentado pensamientos suicidas a causa de problemas relacionados con el trabajo, siendo esta una estadística no sólo de Nigeria, sino que extrapolable a nivel mundial. En relación con ello, Amy Sellars indicó que era relevante “que la gente supiera que a algunas personas les costará más y que hay que tratar de encontrar una forma de mejorar”, mencionó, refiriéndose a tratar de potenciar las redes de apoyo interna de los equipos y en avanzar hacia poder conversar acerca de los problemas de bienestar mental que experimentan los integrantes de un grupo de trabajo.

La desestigmatización es otro de los puntos importantes a la hora de hablar de los problemas que presentan los abogados y las abogadas a nivel mundial. Según las cifras recogidas por el instituto LawCare, solo un 56% de los encuestados dijo haber conversado en sus lugares de trabajo acerca de los problemas de bienestar emocional que los aquejan. La abogada Amy Sellars comentó que es necesario generar los espacios para conversar sobre estos problemas y perder el miedo a los prejuicios, ya que “la salud mental no se trata de cuánto dinero ganas, qué estatus mantienes o dónde vives”, complementó, haciendo un llamado a no pensar en este tipo de problemas como de primer mundo.

Amy Sellars

Al mismo tiempo, Amy Sellars resaltó la importancia de los programas que han impulsado diferentes estudios para poder conversar sobre estas temáticas y apoyar a sus empleados con sus problemas emocionales, lo que ayuda a dejar de calificar de forma negativa este tipo de dificultades. “Creo que las personas que están alzando la voz y cuentan que ven a un terapeuta, que ven a un psiquiatra o que ven a un psicólogo, están ayudando a desestigmatizar la situación”, complementó, instando a atreverse a plantear estos asuntos si es que en sus lugares de trabajo no existen planes o programas al respecto.

Además de la desestigmatización de este tipo de problemas, Amy Sellars hizo referencia a la importancia de establecer límites en el trabajo y a tener claro el valor propio, tanto como persona como en calidad de trabajador, y saber cuánto uno aporta en el desarrollo de su trabajo. “Nunca cuestiones tu valor, ten claro cuál es y sé capaz de articularlo”, indicó la profesional, sugiriendo además exigir retroalimentaciones a los supervisores acerca de cómo te encuentras psicológicamente y sobre lo que estás haciendo en tu trabajo.

Salud física y cambios organizacionales

La situación en cuanto al bienestar psicológico es un problema transversal para la profesión y pone en evidencia un problema estructural de la industria. El trabajo de los individuos no basta para subsanar estos dilemas y se hace imperativo trabajar en programas especiales y en el funcionamiento organizacional de las firmas, las gerencias legales y las empresas relacionadas con la industria jurídica para lograr un cambio real en la salud mental en el ámbito del Derecho. Un dato no menor es el que entrega LawCare, mencionando que sólo un 48% de quienes tienen trabajadores bajo su tutela han recibido algún tipo de entrenamiento en liderazgo, supervisión o administración de personal.

El trabajo desarrollado por Isibor Aigbe resalta la importancia de que los despachos tomen cartas sobre el asunto, por lo que es necesario que las firmas tengan claridad de las escalas de intervención que podrían necesitar para poder reformar los ambientes laborales. Según el informe desarrollado por la IBA sobre la situación en Nigeria, los estudios jurídicos han avanzado en programas de bienestar enfocados en la salud física, pero esto sólo representa un 50% del bienestar general de la persona, obviando el hecho de que los problemas psicológicos también pueden repercutir en lo fisiológico.

Otro de los cambios que propone Amy Sellars, en virtud de las estructuras bajo las cuales trabajan los abogados, guarda relación con las licitaciones de proyectos, especialmente en el mundo del eDiscovery. Para ella, es necesario que exista un cambio de paradigma a la hora de hacer convocatorias, estableciendo un valor fijo para las ofertas y dejando de lado lo económico como atributo diferenciador. “Me gustaría que la gente empezara a decir ‘nos encantaría hacer un excelente trabajo para ti, este es el verdadero costo’. Así que paremos con esta carrera por bajar los precios, hablemos sobre cómo ofrecer calidad y lo que cuesta ofrecer aquello”, argumentó, mencionando además que una buena planificación de los proyectos ayuda enormemente a un ambiente laboral sano y a un buen resultado final.

El mundo anglosajón y España han avanzado en cambiar las estructuras predominantes para permitir una mejor calidad de vida para los abogados y abogadas, apoyándose en programas de ayuda, creación de instituciones, desarrollo de estudios y políticas públicas en pro de la salud mental en el Derecho. En el caso español, se han planteado iniciativas como el disuelto Instituto de Salud Mental de la Abogacía; el Proyecto Bienestar ICAM, e incluso se ha presentado la idea, desde el Consejo General de la Abogacía Española, de modificar las leyes procesales para suspender los procedimientos en caso de enfermedad de los abogados.

La salud mental de quienes practican el Derecho es un tema poco desarrollado en América Latina. En el caso de este continente, no existe un estudio a nivel regional de bienestar en abogados, por lo cual, en la actualidad, se tiene como única referencia el trabajo a escala global que desarrolló la International Bar Association.

 
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