#ReformagradoUChileya

Perséfone Krieger

Es triste amar sin ser amado, pero más triste es estudiar más de 5 años para después no pasar un examen de grado.

Como un balde de agua fría bajo la nieve, 4 egresados de Derecho de la Universidad de Chile reprobaron su examen de licenciatura por videoconferencia. Y para rematar esta ácida jornada, los jóvenes y su resultado fueron un incidente jocoso para los ilustres académicos que sellaron su futuro. Al menos en el momento de marras.

En medio de un contexto mundial difícil de sobrellevar, en el que nuestra libertad se ha limitado a las paredes del hogar, pero que nos ha servido para reflexionar —y también alinear chakras, no es motivo de vergüenza—, aún existe gente con licenciatura en Ciencia Jurídica, Máster en Derecho Europeo y Diplomado en Derecho de Empresa que vive desconectada de la realidad de la mayoría.

O sea, ¿te imaginas romperte el alma estudiando 7 años, para que vengan 3 profesores y te critiquen con sarcasmo por no aprobar una evaluación que ellos mismos van diseñando? Tal vez consideran que son los llamados a una especie de limpieza del mercado legal y del campo laboral. Los elegidos para esta desagradable tarea. Pero al mal tiempo, buena cara y mejor hacerlo con placer.

Lamento que mi tono no sea tan festivo esta vez, pero nunca he entendido esto tan raro de que en vez de hacer el coladero al inicio, lo hagan al final, con los estudiantes o sus familias endeudados por 30 años. No es ético que no existan parámetros objetivos en un examen que te puede dejar mirando al horizonte en la etapa final de la carrera. No estamos en el Club Hípico.

Pues bien, Twitter ardió en críticas y todas y todos, egresados y profesorado, dieron su opinión en la red social. No sé ustedes, pero me parece terrible que haya abogados que en vez de ejercer su profesión hayan elegido crear empresas de interrogación y preparación del grado. Y digo terrible no por ellas y ellos, dignos de aplauso por haber visto una oportunidad en el mercado y ganarse el sustento ayudando a otros. Es el sistema —y nadie me podría tildar de anárquica— lo que me hace sulfurar.

Los alumnos deben memorizar un material estándar; por un lado, esperan que en el examen pregunten por lo que han pagado y por el otro, creen que excelencia equivale a memorización de contenidos.

Ya en 2018 se presentó una Comisión de Innovación Curricular para reformar la malla de Derecho de la Universidad de Chile y que el examen de grado cambie. Pero nada. No quiero meterme en política, así es que, querides lectores, juzguen ustedes.

Bueno, como estoy tan actualizada, en definitiva, aquí va mi opinión: #ReformagradoUChileya.

 
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