"No puedo dejar de pensar en ellos cuando veo que ciertas oficinas de abogados se precian de no conocer límites,...
Redefiniendo la enseñanza del derecho procesal en Chile
“Es esencial que esta nueva metodología aspire a cubrir las siguientes competencias claves: precisión terminológica, oratoria, argumentación, resolución de problemas prácticos, dominio de las normas procesales, habilidad para exponer y defender oralmente, capacidad de redacción y estilo propio, estrategia procesal y enfrentamiento efectivo a la contraparte”.
Diego Palomo / Diego Valdés - 15 julio, 2023
La reforma del sistema procesal en Chile plantea nuevos desafíos en la forma en que se enseña el derecho procesal en las universidades. La tradicional enseñanza de Códigos ya no es suficiente para formar abogados capaces de enfrentar los retos de la práctica jurídica actual.
Es hora de repensar y redefinir la metodología de enseñanza, enfocándonos en desarrollar competencias fundamentales que permitan a los estudiantes destacarse en el ámbito procesal, que no huelga decirlo, marca un alto porcentaje en el éxito o fracaso de un caso.
En este sentido, es esencial que esta nueva metodología aspire a cubrir las siguientes competencias claves: precisión terminológica, oratoria, argumentación, resolución de problemas prácticos, dominio de las normas procesales, habilidad para exponer y defender oralmente, capacidad de redacción y estilo propio, estrategia procesal y enfrentamiento efectivo a la contraparte.
Una buena manera de lograr esto es a través de la simulación de juicios, asignando roles específicos y utilizando materiales basados en casos reales que requieran una investigación complementaria por parte de los estudiantes, y donde se fomente la participación de jueces o juezas invitados para enriquecer los debates. Esta metodología busca preparar a los estudiantes para enfrentar escenarios similares a los que se encontrarán en su carrera profesional como abogados/as.
La primera competencia fundamental que debe desarrollarse es la capacidad de ser precisos en el uso de la terminología jurídico-procesal. Aunque se busque un lenguaje claro (y valioso es ese objetivo), es importante que los estudiantes adquieran un dominio preciso de los términos técnicos (la profesión lo requiere), ya que estos son valiosos para la correcta comprensión y aplicación de las normas procesales.
La segunda competencia clave es la capacidad de oratoria. Los abogados deben ser capaces de expresarse de manera clara, persuasiva y convincente frente a un tribunal. A través de la simulación de juicios, los estudiantes tendrán la oportunidad de practicar y mejorar sus habilidades de expresión oral, aprendiendo a argumentar de manera efectiva y a presentar sus puntos de vista de forma convincente.
La capacidad de argumentación es otra habilidad esencial que debe desarrollarse en la enseñanza del derecho procesal. Los estudiantes deben aprender a analizar los casos, identificar los aspectos relevantes y construir argumentos sólidos que respalden su posición procesal. La simulación de juicios proporciona un entorno propicio para que los estudiantes desarrollen esta habilidad, ya que podrán debatir y rebatir los argumentos de sus compañeros, enfrentando diferentes perspectivas y aprendiendo a construir razonamientos jurídicos sólidos.
La capacidad para identificar y resolver problemas jurídicos prácticos en el ámbito procesal es otra competencia esencial que debe fomentarse. A través de casos basados en situaciones reales, los estudiantes podrán enfrentarse a problemas procesales concretos, investigar y analizar diferentes fuentes para encontrar soluciones adecuadas. Esto les permitirá adquirir un enfoque práctico y desarrollar habilidades de resolución de problemas que serán fundamentales en su práctica profesional.
El dominio de las normas procesales, conocido antes como la “geografía de Códigos”, sigue siendo esencial para los abogados. Sin embargo, en lugar de limitarse a la memorización de reglas y procedimientos, es importante que los estudiantes aprendan a dominar, identificar y aplicar estas normas de manera efectiva y estratégica. La simulación de juicios les brindará la oportunidad de poner en práctica estas normas en un contexto real, fomentando su comprensión y capacidad para adaptarse a diferentes situaciones.
La capacidad para exponer y defender oralmente las razones que sustentan la resolución del caso procesal es una habilidad crucial que debe desarrollarse. Los estudiantes deben aprender a comunicar sus argumentos y conclusiones de manera clara, precisa y persuasiva. La simulación de juicios les permitirá practicar estas habilidades, exponiendo sus puntos de vista ante un tribunal simulado y defendiendo sus posiciones de manera efectiva.
La capacidad de redacción y adquisición de un estilo propio también es fundamental. Los abogados deben ser capaces de redactar escritos y resoluciones de manera clara, precisa y persuasiva. A través de la simulación de juicios, los estudiantes podrán practicar la redacción de documentos jurídicos y adquirir un estilo propio que refleje su personalidad y conocimiento.
Asimismo, la capacidad para definir y llevar adelante una estrategia procesal, así como para enfrentar de manera efectiva a la contraparte, son competencias cruciales que deben desarrollarse. La simulación de juicios permitirá a los estudiantes adquirir experiencia en la elaboración de estrategias procesales, en la preparación de argumentos y en la confrontación con la parte contraria.
En definitiva, lo que planteamos es que la reforma del sistema procesal en Chile (aún pendiente la reforma a la justicia civil) exige una redefinición en la forma de enseñar el Derecho procesal en las universidades. Es fundamental que los futuros abogados adquieran competencias que les permitan destacarse en el ámbito procesal. La simulación de juicios, con roles pre-asignados y determinados, y la utilización de casos basados en situaciones reales, brinda una excelente oportunidad para desarrollar habilidades clave, como la precisión terminológica, la oratoria, la argumentación, la resolución de problemas prácticos, el dominio de las normas procesales, la capacidad de exposición oral y defensa persuasiva, la redacción con estilo propio, la definición y ejecución de estrategias procesales y el enfrentamiento efectivo a la contraparte. Al poner a los estudiantes en escenarios que simulan la realidad profesional, se los prepara de manera más efectiva para su futura carrera como abogados/as.
*Diego Palomo Vélez es abogado de la Universidad de Talca, fue Decano de su Facultad de Derecho y es profesor de derecho procesal en la institución.
*Diego Valdés Quinteros es profesor de derecho procesal civil en la Universidad de Talca.
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