Investigación científica, reflexión jurídico profesional, una revista consolidada y una intensa vinculación con el medio son algunos de los logros...
La ABA agrega un nuevo requisito a sus políticas de acreditación
A pesar de su aprobación, algunos profesores creen que la incorporación de esta norma no tendría mayor relevancia o no existiría un cambio importante dentro del funcionamiento normal de las políticas que ya existen dentro de cada establecimiento.
28 febrero, 2024
-El pasado 5 de febrero la American Bar Association (ABA) aprobó un nuevo requisito por el cual las facultades de Derecho de Estados Unidos deben incluir políticas relacionadas con la libertad de expresión para mantener su acreditación con la asociación.
Esta nueva política beneficia a todas las personas que trabajen dentro de la facultad, dejando manifestar libremente sus ideas, aun cuando éstas sean impopulares o puedan causar controversia. De la misma forma, se deben prohibir las acciones que pongan en riesgo e impidan el normal funcionamiento de la escuela.
Así como beneficia, también castigaría a aquellos que abusen de su nivel. Por ejemplo, un artículo de The New York Times evidencia un caso en el que los profesores, al adquirir experiencia y años dentro de una facultad, obtienen algo llamado “billete de oro” o titularidad, lo que implica tener cierta seguridad laboral y prestigio, sin miedo a que vayan a recibir alguna sanción.
Aquí es cuando se pone en juego la libertad de expresión —distinta a la libertad académica—, entendida por las instituciones como “la protección para buscar conocimiento ‘dondequiera que conduzca’”. Si bien la libertad académica no está consagrada por la Primera Enmienda, sí lo está por políticas institucionales y precedentes de cada facultad. En ese caso, es crucial que la protección de la libertad de expresión sea parte integral de la titularidad y la libertad académica que ofrecen las instituciones.
Esta propuesta está establecida en la Resolución 300, norma 208, que abarca a todas las facultades de Derecho acreditadas por el Consejo de la Sección de Educación Jurídica y Admisiones a la Abogacía de la ABA. Y comenzó a desarrollarse en noviembre de 2023 a través del Consejo de la Sección de Educación Jurídica y Admisiones a la Abogacía de la ABA, tras recibir una serie de comentarios en los que se apoyaba la nueva propuesta, la que fue aprobada definitivamente por la Cámara de Delegados de la organización.
Impulsada principalmente en estados como Florida, donde se ha impulsado el debate en las salas de clase, también lo ha sido en Standford y Yale, donde los alumnos han manifestado su descontento frente a la guerra en Israel contra los terroristas de Hamas.
A pesar de su aprobación, algunos profesores creen que la incorporación de esta norma no tendría mayor relevancia o no existiría un cambio importante dentro del funcionamiento normal de las políticas que ya existen dentro de cada establecimiento.
Una de ellas es Jane Kirtley, profesora afiliada a la facultad de Derecho de la Universidad de Minnesota. Señaló a través del medio Minnesota Lawyer: “Ya estamos comprometidos con la libertad de expresión y estamos sujetos a la primera enmienda. Pero el diablo está en los detalles». Con eso se refería al análisis exhaustivo de los abogados para examinar las palabras y frases de cada persona.
Por otro lado, el decano interino de la Facultad de Derecho de la Universidad de St. Thomas, Joel Nichols, precisó en el mismo medio, que como facultad ya tienen normas exclusivas frente a estas situaciones y las seguirán cumpliendo. “Queremos lograr un equilibrio siendo un lugar para el intercambio sólido de ideas y también brindar espacio para el desacuerdo. Simplemente, es necesario que haya límites sobre dónde y cuándo aparece la disensión, y no hasta el punto de volverse disruptiva”, dijo.
Asimismo, precisó que cuando se debaten temas controvertidos, las universidades deben estructurar los actos de modo que faciliten una conversación ordenada. Por ejemplo, cuando los paneles incluyan ponentes con posturas diferentes, si aceptan preguntas del público, debe haber un moderador que actúe como filtro «para que se puedan seguir haciendo preguntas difíciles, pero de forma que los panelistas puedan responder al fondo y no tengan que lidiar con interrupciones», dijo Nichols.
“Los estudiantes de Derecho estarán mejor preparados para sus roles en la profesión jurídica y la sociedad si pueden considerar ideas contrapuestas”, añadió.
— La censura estudiantil a la libertad de expresión sería un fenómeno global.
— ¿Cómo puedo obtener una Beca Fulbright?
— Nuevos episodios de podcasts y entrevistas se encuentran disponibles en Spotify.