Otro tipo de contratación: abogados por proyectos

Paz Vásquez Gibson

 

¿Recuerdas la modalidad de contratación «por obra o faena»? Pues no se aplica sólo a los trabajadores de la construcción; ahora también los abogados están siendo empleados en esta figura.
 
De alto conocimiento técnico y experiencia previa, capaz de trabajar autónomamente y sin supervisión, con una fuerte orientación a resultados, capaz de adaptarse rápidamente a su nuevo entorno ─tanto a la dinámica de la empresa como al ritmo del equipo de trabajo─ y de mucha flexibilidad. Ese es el nuevo perfil de los abogados que la llevan en España: los llamados “abogados por proyectos”.
 
Se trata de un modo de trabajo independiente ─ya consolidado en Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica y Países Bajos─ cuya demanda en la península ibérica se ha incrementado 30% en el último tiempo, según consigna el medio español Expansión.com.
 
También conocido en inglés como legal interim manager (LIM), los abogados por proyectos son contratados por períodos breves ─desde un semestre hasta un año─ para resolver necesidades jurídicas puntuales. Esto permite a la empresa “contar con un profesional experto que preste sus servicios de asesoramiento desde dentro y con la visión global de un abogado in-house, dentro de un marco de colaboración flexible y con un retorno seguro de la inversión», explica para Expansión.com Lisa Porres, consultora de Iterlegis Legal Staffing Solutions.

Cuánto ganan los abogados por proyectos

Según el medio español, “aunque este tipo de profesionales suele tener un sueldo mensual superior a la media ─oscila entre los 3.000 y los 6.000 euros─, permite que sólo esté en plantilla cuando haya una necesidad real. Además, su gasto se suele repercutir al proyecto en cuestión por el que se justifique su fichaje, tanto en la asesoría jurídica de una empresa como en un despacho de abogados”.
 
Por esta razón, al LIM se le exige resultados inmediatos y un mínimo tiempo de “inducción” o adaptación, junto con saber gestionar a profesionales de diversas disciplinas. Esto, para algunos, puede resultar tremendamente agotador, pero si la fórmula ha ganado tanta popularidad se debe a dos de sus características principales: la flexibilidad y el desafío constante.
 
No son pocos los abogados que se ven beneficiados con la “inestabilidad” de este tipo de trabajo, pues les da la posibilidad de compatibilizar sus otros intereses, como la investigación y la docencia. Por otro lado, “permite disfrutar de experiencias y aprendizajes variados, ya que se está expuesto a la realidad de empresas y casos de negocio distintos», explica Patricia Manso para Expasión.com, quien ha montado su propio despacho con esta modalidad (Isolegal).
 
Aquí un ejemplo de aviso en Reino Unido: «Nuestro cliente, con oficinas en el centro de la ciudad de Londres, están en la búsqueda de un equpo de abogados que hable alemán para un proyecto a gran escala de revisión de documentos. El proyecto tiene una duración estimada de 6 a 9 meses y Ud. necesitará tener inglés y alemán nativo o hablar ambos en nivel avanzado. Tendrá derecho a trabajar en la Unión Europea» (Our client based in the heart of the City of London are looking to hire a team of German speaking Lawyers for a large scale document review project. The project is due to last for between 6-9 months, you will be need to be native or fluent in both English and German and have the right to work in the EU).
 
Revisa la nota original de Expansión aquí.