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jueves, 28 de marzo de 2024

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Cartas de adecuación: la excepción convertida en regla

“Aunque el aumento del plan puede llegar a ser superior al 10%, hay quienes se pierden entre los argumentos vagos y confusos indicados por la carta o les parece muy molesto ir a firmar al centro de Santiago un mandato”

Nicolás Scepanovic - 11 marzo, 2016

Nicolás Scepanovic
Nicolás ScepanovicNicolás Scepanovic

Si en un encuentro social común yo hablo de “carta de adecuación”, lo más probable es que un grupo no menor comente que reconoce la palabra y quizás rápidamente la asocie a las isapres.

Actualmente la gran mayoría de los afiliados de isapres han recibido esta famosa “carta de adecuación” en la que les proponen tres “opciones”: aceptar el aumento del plan base (si son mujeres en edad fértil, mayores u hombres mayores lo más probable es que el aumento sea más y más alto); aceptar un plan de salud distinto, con peores condiciones por un precio similar; o mantener el mismo plan y asumir las alzas impuestas (que se repiten cada año).

Lo cierto es que si bien es de público conocimiento que existe una cuarta opción, la de interponer un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones, la mayoría de la gente opta por lo más fácil: que le recarguen el aumento a su plan base -si no fuesen la mayoría, no sería conveniente para las isapres-, pues la disminución de las costas y larga tramitación de las causas desincentivan la acción judicial.

Y aunque muchas veces el aumento del plan puede llegar a ser superior incluso al 10%, hay quienes se pierden entre los argumentos vagos y confusos indicados por la “carta de adecuación” o les parece muy molesto el tener que ir a firmar al centro de Santiago un mandato.

Aunque las isapres tienen permitido por ley hacer una adecuación, es solo admisible de manera excepcional para cada caso concreto, pero algunas isapres (siempre las mismas) abusan de esta facultad excepcional de manera general. Incluso son condenadas de manera continua y recurrente, lo que no las detiene, y prosiguen con las alzas año tras año, incluso muchas veces sin siquiera enviar las famosas cartas, sistema que atocha un sistema.

Las isapres están cometiendo un acto reprochable y reiterado que permite hablar de la presencia de dolo, pues está claro que el único motivo para que estas alzas continúen es el aprovechamiento sobre quienes no ejercen sus derechos.

Incluso el mismo presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmetstch Urra, en la Cuenta Pública del año 2016, mostró gran inquietud por el aumento de los procesos contra las alzas y les hace un llamado a la seriedad.

* Nicolás Scepanovic Araya es abogado de la Universidad Adolfo Ibáñez.

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