¡No aburras a tu tribunal!

El martes 22 de marzo se realizó el webinar «Taller de destrezas: técnicas de litigación en procedimientos orales», organizado por la Comisión de Abogados Jóvenes del Colegio de Abogados de Chile y el Centro de Estudios de Litigación Oral Estratégica (CLOE). Durante el evento se revisaron formas de presentar un caso ante los tribunales y mejorar las habilidades de abogadas y abogados para que logren desenvolverse de manera dinámica en audiencias o reuniones.

Susana Gatica Simpson

La primera parte del taller consistió en una exposición realizada por Susana Gatica Simpson, ex-defensora penal pública y directora general del CLOE, quien se centró en las maneras de preparar y presentar adecuadamente la teoría del caso, esto es, el relato de los hechos desde el punto de vista del cliente, acompañado de una calificación jurídica y de las pruebas que los acreditan.

La abogada recomendó el uso de un tema o un eslogan, entendido como una frase breve que resuma la teoría del caso. Gatica ejemplificó con un abogado que busca demostrar que su cliente es inocente del cargo de homicidio, por haberse encontrado en otro lugar físico cuando sucedió el crimen, lo que puede convertirse en el eslogan: «él no estaba ahí». «Ese eslogan es una técnica, que tiene que ver con lograr impresionar el tribunal y que quede una idea plantada como una semilla, la cual repito durante todo el juicio», agregó.

«Hemos tenido muchos magistrados, jueces de diferentes áreas que nos dicen —y esto es una mala noticia—, que se aburren con nuestros alegatos», dijo respecto de la importancia de usar el eslogan como una herramienta para captar el interés del tribunal y plantear las ideas de una manera novedosa, atrayente y dinámica.

El arte de la persuasión

Durante su exposición, la ex defensora penal hizo hincapié en que las técnicas enseñadas no buscan que un abogado sea dramático durante un procedimiento oral, sino que sea capaz de presentar su caso por medio de la muestra racional de hechos, pero también con el uso de la persuasión.

«Hay que poner atención en las herramientas que sabemos que funcionan, de manera de persuadir y convencer al tribunal, en lo racional y en lo emocional, porque el tribunal es uno o varios seres humanos que tienen sentimientos, por lo que no es lo mismo plantear un discurso aburrido que uno interesante, entretenido, al que le quiero poner atención», añadió.

Gatica terminó su segmento comentando las bases para lograr una teoría del caso persuasiva. Algunos de los requisitos para lograr tal objetivo son poseer un relato ordenado, breve y claro, humanizar e identificar por nombre a las personas involucradas en el caso, hacer empleo del énfasis en la voz para dinamizar el relato, minimizar los elementos negativos dependiendo del caso, utilizar la teoría jurídica cuando corresponda, y llegar a conclusiones por medio de las pruebas. «No dejen que los corten, ustedes tienen derecho a observar la prueba, pero también tienen derecho a hacer conclusiones por medio de ese análisis, y esos son argumentos».

Oratoria y Derecho

Macarena Ahumada Lira, actriz y profesora de CLOE, se enfocó en la importancia de la oratoria para los abogados y las técnicas aplicables: «Siempre le digo a los alumnos que cuando uno está dando un discurso en una audiencia no está leyendo una lista del supermercado, sino que está hablando de hechos, personas, de situaciones. Y la pregunta es cómo hacemos todo eso de una forma elocuente para llegar de mejor manera con el mensaje hacia el tribunal».

Macarena Ahumada Lira

Ahumada contó durante el taller que el principal objetivo de un orador es trascender a su audiencia, proyectándose fuera de sí mismo para entregar un mensaje: «Yo no hablo de que el abogado tiene que ser el protagonista, sino de que el abogado es el vehículo. Lo que sí tenemos que considerar es que ustedes representan a personas, por lo que van a ser mediadores, y si bien el mensajero no es lo más importante, si el mensajero no sabe entregar el mensaje de una forma eficiente, clara, persuasiva, coherente y real, el mensaje se ve afectado».

Un problema que varios abogados mencionaron durante el segmento son los acotados tiempos que los jueces les dan para alegar, impidiéndoles transmitir toda la información que ellos desearían entregar. «Tú vas eligiendo, no todas las ideas son importantes, de esas ideas ‘¿cuáles voy a elegir si tengo tres minutos para hablar?’. Nosotros tenemos que tener la capacidad de hacernos escuchar, pero también de saber adaptar un discurso a algo más breve. Eso es lo que trabajamos en los cursos con técnicas como el pitch o el storytelling, que son técnicas para hacer esa acomodación, pero en distintos tiempos», explicó.

La actriz dio varios consejos para tener una buena oratoria durante una audiencia, como preparar una voz afinada con ejercicios de preparación y de respiración, ejercitar el cuerpo para tenerlo menos tenso, adoptar una buena postura corporal, tener una actitud mental positiva, y mejorar la capacidad de improvisación. «Deben pensar que tienen un cuerpo y una voz que también deben ser preparados y que sufren el estrés y los nervios previos al juicio», dijo.

Ahumada abordó también la necesidad de conocer a la audiencia o público, diferenciando entre aquel especializado dentro de un tribunal y uno indeterminado, como son los testigos, quienes podrían no tener conocimiento jurídico y que requerirán un lenguaje más simple para lograr una comunicación efectiva.

La actriz concluyó con el tema del status o la posición que tiene una persona en relación con otra. Dependiendo de si se está frente a un juez (status alto) o a un testigo (status bajo), debemos saber cómo ajustar esta posición: «No necesariamente quien está en el status bajo implica que está siendo superado por otro; eventualmente uno puede tener el control, porque lo que hago es hacer sentir al otro —como un testigo— importante, al subir su status y bajar el mío, de modo que entregue la información que yo necesito».

La grabación del taller se encuentra en el canal de YouTube del Colegio de Abogados y puedes revisarla en este enlace.

 
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