Muñecas antiprincesas representan a una abogada

Dollversity

Pierina Cavalli

Elena vive en la comunidad Miskitos en Nicaragua y su familia tiene plantaciones de cacao, que usan para hacer chocolate, jabones y champú. A Elena le gusta defender la tierra y los derechos de las mujeres que la trabajan, por eso es abogada. Cuenta que una vez intentaron instalar una planta de gaseosas en su pueblo y se iba a gastar mucha agua en ello: para hacer 1 litro de bebidas de fantasía se necesitan 3 litros de agua. Y sin agua, todas las tierras se secarían. Así que organizó a toda su familia, amigos y amigas, para exigir que se protegieran sus tierras. Salieron a la calle a marchar y consiguieron que se fueran.

Esta es la historia de Elena, la muñeca que creó Denise Lama, cientista política e investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Chile (Flacso), como parte de su proyecto regalón que lanzó a finales del año pasado: Dollversity.

Se trata de una línea de 8 muñecas que buscan promover la inclusión racial y acabar con la tradición de que las muñecas son un juguete que representa a princesas en un mundo rosado. «Quiero competir con la cultura de princesas que instaló Disney», dijo Denise en una entrevista que dio al diario Las Últimas Noticias.

Las muñecas vienen con un libro donde se cuenta su historia y una mochila de tela para transportarla. «Son muñecas que rompen estereotipos. No son rubias ni de ojos azules, tienen distintas nacionalidades y tonos de piel. Tienen un rol activo comunitario. No trabajan solo para ganar plata, sino que para ser un aporte. No son indivisualistas», describe la cientista política, y cada una representa una profesión y una nacionalidad (países que Denise ha visitado), entre ellas, una futbolista chilena, una astronauta rusa, una socióloga finlandesa y una médica de Zimbabwe.

«Cuando una niña mira una muñeca se ve en ella, es su compañera. Cuando están con las muñecas de Dollversity, me han dicho que les gustan porque no son perfectas, porque se parecen a nosotras y porque son apapachables», cuenta Denise.

Elena tiene un puño en alto y está inspirada en la abogada chilena Elena Caffarena, que ayudó a obtener el voto femenino. «Puedes ser abogada y vestirte de un modo distinto», dice la creadora.

Actualmente, Denise se asoció con la Fundación Iguales para crear dos muñecos: Gaby (profesora) y Alonso (fotógrafo), que apuntan a romper los estereotipos de género, proteger los derechos humanos y respaldar la diversidad sexual. Esta última se representa con la frase «Amor es Amor» que está estampada en las poleras de los muñecos. El 15% de las ventas de estos dos muñecos se destinará al financiamiento de los programas educativos que realiza la fundación a lo largo del país.