Luis Ernesto Marín fue legal counsel de Banco de Crédito BCP y Scotiabank, abogado en Neptunia S.A., Porto Legal, Lazo...
Manel Atserias lanza proyecto para visibilizar la crisis de salud mental en la abogacía
Un sistema de enseñanza basado en el castigo dentro de las facultades de Derecho y la facturación por hora son algunos de los factores que aumentan el estrés en la profesión.
11 mayo, 2021
-En el marco del proyecto #HazTuAlegato, y en conjunto con el Observatorio de Abogados, el abogado español Manel Atserias presenta este martes 11 de mayo su iniciativa «La revolución de las caras», a través de un conversatorio online titulado «La Salud Mental de los Abogados», el cual comenzará a las 20.00 horas (horario de España).
Este nueva campaña se basa en las conclusiones que saca el abogado español desde la encuesta de Bienestar Mental de la International Bar Association de 2021. Según indica, el «41% de los abogados dijo que no podía hablar de sus problemas de bienestar con su empleador sin preocuparse de que eso perjudicara su carrera o sus medios de vida».
Estos datos demuestran, en su opinión, la necesidad de humanizar la profesión y abrir espacios de discusión como éste. Si quieres inscribirte en el curso, puedes hacer click aquí.
#HazTuAlegato
En la misma línea, Manel Atserias realizó el pasado jueves 6 de mayo el lanzamiento del proyecto #HazTuAlegato, instancia a través de la cual busca “normalizar” la discusión sobre el bienestar emocional dentro del ejercicio de la profesión legal.
El puntapié inicial fue una entrevista que el propio abogado hizo de manera telemática a Esperanza Franco, jurista que se ha especializado —luego de estudiar y ejercer en Estados Unidos— en inteligencia emocional, mindfulness y neurociencia aplicadas en el marco del Derecho.
Durante la charla, la abogada contó su experiencia estudiando en Estados Unidos, donde pudo conocer en primera persona el estrés que viven los alumnos de derecho en dicho país: “Era como vivir ‘Los juegos del hambre’, ya que todo es muy competitivo, porque te evalúan con la campana de Gauss y aunque te esfuerces mucho, sólo el 10% de los estudiantes recibirá un sobresaliente”.
Esta experiencia es la que motivó a Franco, luego de diferentes dificultades, para realizar su tesis sobre la salud mental en el mundo del derecho y pudo darse cuenta que es un fenómeno que está “documentado desde los años 70, mostrando una relación directa entre el estrés de la profesión y la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo y también el suicidio”.
Académicos y facturación por hora
Respecto de las razones que han llevado a la profesión a este punto, Esperanza Franco detecta al menos 2 factores que influyen en un mal ambiente laboral y estudiantil: las dinámicas educativas dentro de las facultades de Derecho y la facturación por hora.
Sobre lo primero, afirma que muchas veces hay académicos dentro de las universidades que reproducen fórmulas que califica como “inoperantes y obsoletas”. En ese sentido, critica que en aún existan profesores que centran su enseñanza en un “ḿetodo basado en el castigo y en lo académico, pero dejando de lado la parte emocional”.
Este diagnóstico, según la abogada, está también presente en las grandes firmas. “Las emociones están estigmatizadas en el mundo legal, ya que todos se muestran bien y cuando uno está sufriendo con el estrés se vuelve paranoico porque miras para el lado y todo sigue normal».
En su opinión, esto se debe en parte al sistema de facturación por hora: “Tenemos muy internalizado este sistema, que ni siquiera sirve, pero nos han hecho creer que somos un producto y que valemos tanto como facturamos, favoreciendo un sistema muy competitivo”, afirma Franco.
Cambio de mirada
Durante el webinar, Esperanza Franco hizo un breve acercamiento a las soluciones que podría tener este fenómeno, que ha tenido expresiones recientes en Chile donde hubo una crítica al proceso de examen de grado que tienen algunas universidades.
Sobre el proceso académico, la abogada propone que existan profesores enfocados y preparados para enseñar no sólo sobre leyes sino que puedan entregar herramientas para procesar las emociones propias de la profesión. “Más importante que rendir en un examen específico, es necesario que te preparen para enfrentar las emociones de la profesión y que te permitan empatizar con los clientes” asegura.
En relación al mundo profesional, tanto Franco como Atserias proponen naturalizar la conversación sobre las emociones y trabajar para identificar las narrativas que generan un ambiente negativo para el desarrollo profesional. “Los abogados estamos siempre pensando negativamente, ya que lo primero que te pregunta un cliente es que le describas el peor escenario posible, y muchas veces es difícil procesarlo emocionalmente” agrega Franco.