Los proyectos de estudios jurídicos en Decentraland

Cuando Mark Zuckerberg anunció su «Metaverso» en 2021, la popularidad de los espacios virtuales se disparó, lo que ha llamado la atención de diversas empresas que buscan invertir para participar en estos mundos digitales.

Jugadores en fiesta virtual. Fuente: Decentraland

Uno de aquellos espacios que ha captado la mirada del mundo empresarial es Decentraland, plataforma desarrollada por los programadores Esteban Ordano y Ari Meilich, que consiste en terrenos virtuales que se pueden comprar como NFT por medio de la criptomoneda MANA.

Empresas como JP Morgan y Coca-Cola han invertido en el sitio, buscando participar dentro de la plataforma.

Las firmas legales no se han quedado atrás. Estudios jurídicos como Arent Fox, Falcon Rappaport & Berkman PLLC y Grinhaus Law han comprado terrenos en Decentraland, donde han instalado oficinas virtuales. En el mundo de habla hispana Vicox Legal, bufete de abogados especializado en blockchain y criptomonedas, hizo noticia en septiembre de 2021 al ser la primera firma iberoamericana en crear una oficina dentro del espacio virtual.

«Tenemos que estar donde estén nuestros clientes. Si nuestros clientes están hablando allí, por coherencia tenemos que estar», declaró Vicente Ortiz, socio director de Vicox Legal, en una entrevista publicada en Abogacía Española.

Negocios en el metaverso

Agustín Fernández, abogado asociado de Vicox, contó en entrevista por correo electrónico con Idealex.press que el resultado de la incorporación ha sido mejor de lo que esperaban, principalmente porque el traslado al espacio virtual se realizó primero como un proof of concept, para verificar la utilidad de llevar a cabo el cambio antes de que se decidiera crear de manera definitiva la oficina.

«Hemos tenido la oportunidad de proveer de asesoramiento legal en el metaverso a través de Decentraland a clientes de manera nativa, sin necesidad de acudir a otra vía desde el inicio hasta el final del servicio prestado», añade.

Agustín Fernández Sequeira

De acuerdo al abogado, uno de los motivos por el que la oficina virtual ha funcionado es que los clientes de la firma no se encuentran en una jurisdicción específica, lo que dificulta las reuniones presenciales y que, a diferencia de la web actual, la Web3 —donde se encuentra Decentraland— ofrece una capa de seguridad extra en transferencia de datos, gracias a su mayor descentralización. «Esto es algo que a día de hoy está aportando un gran valor añadido al poder verificar la identidad de los clientes sin tener un uso desproporcionado de sus datos personales», explica.

Además, Fernández destacó que las presentaciones realizadas por realidad virtual poseen más herramientas que las que ofrecen las videollamadas, y permiten también tener un contacto más humano con el cliente: «Este último punto es crucial, más allá de las nuevas tecnologías el contacto en el metaverso permite asimilar la reunión como si fuese presencial encontrándonos en cualquier parte del mundo».

Un futuro digitalizado

No sólo las firmas enfocadas en asuntos digitales pueden funcionar en realidades virtuales, considera Fernández, sino que también los estudios jurídicos que se dedican al Derecho tradicional podrían integrarse a estos nuevos espacios, lo que en cualquier caso igualmente tomaría su tiempo: «Podríamos pensar que ocurrió lo mismo hace unos años cuando internet y los emails certificados comenzaron a sustituir el uso de los burofaxes, pero lo realmente interesante es que cada nueva vía de contacto con el cliente es compatible y no exclusiva, por lo que un despacho tradicional podría perfectamente prestar servicios en el metaverso y que esto no alterase en absoluto los servicios que ya esté prestando en el plano físico, en sus oficinas».

Respecto de la realización de procedimientos legales dentro del metaverso, este abogado argentino radicado en España opina que la protección de la identidad personal que ofrecen espacios como Decentraland son un «punto muy a favor», que permitiría que se realicen juicios en entornos digitales con la garantía de una defensa judicial efectiva, además, tales sistemas descongestionarían los juzgados en espacios físicos. «En distintas jurisdicciones internacionales ya han realizado pruebas conceptuales de juicios virtuales para atender a la necesidad de continuar con procesos que durante la pandemia no se podían desarrollar de manera presencial».

Fernández concluye que la tecnología de realidad virtual está todavía en un estado “beta” y que probablemente en 5 años se presentaran innovaciones que a día de hoy son difíciles de imaginar. «Desde nuestro punto de vista, una de las mejoras o desarrollos que deberían cobrar especial importancia para asegurar la viabilidad del mismo -metaverso- sería potenciar el conocido como humanismo digital que consiste en poner a las personas en el centro del diseño de las tecnologías, y por ende conseguir que la tecnología sea un mecanismo y no un fin en sí mismo».

 
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