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viernes, 22 de noviembre de 2024

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Los detalles de la primera sentencia por travesticidio

El uso de expertos multidisciplinarios y la comparecencia frente a un jurado popular fueron clave para la primera sentencia de travesticidio en Argentina y Latinoamérica, en el caso de Melody Barrera. Aun cuando estos homicidios son un hecho recurrente para las comunidades travesti trans, la decisión de otorgarle cadena perpetua al ex policía Darío Chaves Rubio, marca un precedente en el Derecho en la región.

- 7 marzo, 2023

 

Cinco balazos por la espalda causaron la muerte de Melody Barrera, travesti trans que ejercía el comercio sexual en el municipio de Guaymallén, área del Gran Mendoza, Argentina, hecho que se ha convertido en el primer travesticidio catalogado como tal por la justicia de ese país.

La madrugada del 29 de agosto del año 2020, Darío Chaves Rubio, policía de la Comisaría N° 34 del barrio Bancario de Godoy Cruz, recorría las calles mendocinas buscando conseguir drogas para su consumo. Al llegar a la esquina de Correa Sáa y Costanera se encontró con Melody Barrera, quien —tras un breve intercambio verbal— lo roció con gas pimienta.

Chaves, ofuscado por la situación, condujo su Volkswagen Bora hasta su domicilio, tomó su arma de servicio y regresó. Seis fueron los disparos, pero uno falló. El funcionario huyó de la escena sin que nadie lo notara, lo que impidió que la víctima recibiera ayuda durante 35 minutos.

Transcurridos 2 años de este violento hecho, el 15 de septiembre de 2022, se dictó sentencia en contra de Darío Chaves: cadena perpetua por homicidio agravado por odio a la expresión de género o identidad de género, con lo cual se convirtió éste en el primer travesticidio declarado por un tribunal en la historia de Argentina y de América Latina; un caso que, sin duda, marca un importante precedente.

Las particularidades judiciales del caso

A diferencia de los procesos penales regulares en Argentina, el caso de Melody Barrera fue visto por un jurado popular, conformado por 12 personas elegidas por sorteo. La labor de este grupo fue la de revisar las pruebas, escuchar los testimonios, así como conocer y sopesar las vivencias y experiencias de testigos y expertos, para luego dar un veredicto. Así lo indicó Viviana Beigel, abogada representante de la querella.

Viviana Beigel

Para Beigel, miembro de Xumek, ONG que promueve y protege los derechos humanos, el hecho de que el juicio por travesticidio se desarrollara de esta manera fue fundamental para la sentencia final. «Hace que la sociedad en sí tenga una participación dentro de un proceso judicial en el cual, no solo se debatieron cuestiones jurídicas, sino también cuestiones sociales, históricas y políticas», indicó la abogada.

Otro punto relevante en el juicio de Melody Barrera fue el uso de profesionales interdisciplinarios en calidad de testigos expertos, lo que reforzó la idea de que la sociedad pudiera participar, conocer y comprender las condiciones de vida y muerte de los travestis en Argentina, como sostuvo Mario Vargas, sociólogo y activista LGBT, quien prestó declaración en el caso.

«Para mí fue todo un desafío explicarle a todo ese jurado cómo era ser travesti y humanizarlo. Yo les decía ‘somos sus hijos, sus padres, sus hermanos, estamos en sus familias'», afirmó Vargas, quien relata que tanto el fiscal como algunos de quienes siguieron el caso le comentaron que su testimonio había sido fundamental para la resolución final.

Vida y muerte de los travestis en Argentina

Un promedio de vida de 35 años es la realidad de los y las travestis en Argentina, según lo expuesto por Vargas, en un país donde el promedio de la población general está en los 77 años. De hecho, Melody Barrera tenía 27 años.

Según lo explicado por el sociólogo, desde los años 70 existen movimientos reivindicatorios de los derechos LGBT en Argentina, pero el hito que marcó un antes y un después fue la aprobación del matrimonio igualitario en el año 2010. Luego de ello, las agrupaciones han conseguido más derechos, como la Ley de Identidad de Género de 2012 y el Cupo Laboral Travesti Trans, de 2021.

Si bien es cierto que algunos sectores de la sociedad han visto como privilegios estos estatutos, Vargas destaca que la ley de identidad de género ha permitido la inclusión de travestis y trans en el sistema de salud —al asegurar salud integral para las disidencias— y a romper el círculo de la pobreza mediante estos cupos especiales, evitando así que estos grupos vulnerables caigan en los circuitos prostibularios.

«Hay dos instituciones que son fundamentales para el desarrollo dentro de la sociedad: una es la escuela y otra es la familia. Si vos pensás que hay personas que a los 11 o 12 años son expulsadas de estas dos instituciones, entonces ahí se entiende que son atravesadas por todo tipo de violencias», explica.

El primer travesticidio judicial

Para Viviana Beigel, el proceso no solamente significó una sentencia justa, sino que además permitió marcar un importante precedente a nivel latinoamericano, en razón de la pena de presidio perpetuo para Chaves y de la visibilización que se le dio a un tema que la mayoría de la sociedad desconocía.

Antes de Melody Barrera, el travesticidio de Diana Sacayán, en octubre de 2015, fue el primer juicio en el cual se incluyó la agravante de odio a la expresión de género y a la identidad de género. A diferencia de Barrera, en el caso de Sacayán no se logró acreditar el hecho como transfóbico, debido a la vinculación sentimental que el victimario mantenía con la víctima.

En ese sentido, la declaración de un chofer de Cabify, quien se encontró con Darío Chaves en una bomba de bencina tras haber sido rociado con gas pimienta, permitió dar con el paradero del victimario y, además, acreditar que el sujeto actuó con odio.

“Ahora vuelvo y los voy a cagar a tiros a estos travas”, fue parte del testimonio que entregó el conductor a las autoridades, lo que finalmente fue considerado por el fiscal jefe de homicidios de Mendoza, Fernando Guzzo, como una «promesa cumplida», como se puede revisar en los alegatos de clausura transmitidos a través de YouTube. Para Guzzo, Chaves urdió un plan macabro y actuó con odio y desprecio por la condición de género de la víctima, lo que permitió, a diferencia del caso de Diana Sacayán, acreditar la transfobia en el actuar del policía.

Responsabilidad civil del Estado

A diferencia de la mayoría de los travesticidios judicializados, en el caso de Melody Barrera, su madre, Victoria Pincheira, formó parte de todo el proceso en tribunales. El abogado Juan Cardozo, también miembro de Xudek, es ahora el encargado de llevar adelante la «demanda por resarcimiento en contra del Estado», exigiendo una reparación para los familiares y lograr compromisos de no repetición por parte de las autoridades.

Juan Cardozo

«No ha sido solamente un caso de violencia institucional, no ha sido solamente un caso de gatillo fácil, sino que ha sido un caso en el cual, un odio que existe en la sociedad se manifiesta en un hecho particular», indicó Cardozo, quien agregó que estos hechos solo tienen cabida dentro de una sociedad que es profundamente transfóbica.

Cardozo confía en que cuentan con los antecedentes y argumentos suficientes para poder llevar la causa a buen puerto. «Hay varios precedentes, a nivel provincial y también nacional, que han entendido que cuando un agente policial está fuera de servicio, pero usa su arma reglamentaria y causa daños, hay responsabilidad del Estado», indicó, agregando que parte de las obligaciones de las autoridades está en la capacitación en derechos humanos y disidencias, entendimientos que no fueron aplicados en el asesinato de Melody Barrera.

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