Liz Fisher: «Aceptar los cambios climáticos es extraño y difícil de cambiar por parte del status quo»

Esta semana se realizó en Chile el seminario «Cambio climático y derecho público», en las dependencias de la Escuela de Derecho de la Universidad Diego Portales, instancia en la cual la académica de la Universidad de Oxford Liz Fisher fue invitada a exponer sobre las implicancias del Derecho a nivel global y local frente a los problemas medioambientales.

Liz Fisher

La especialista en derecho medioambiental dijo que ante el binomio problema – solución los abogados buscan aplicar la ley que, en calidad de instrumento o herramienta jurídica, permita llegar a una solución; sin embargo, es usual que ante los problemas medioambientales exista la impresión de que son problemas universales que exceden los campos de acción local.

Fisher aseveró que esta perspectiva es un error.

Los conflictos medioambientales o los riesgos que surgen a partir de estos rara vez son problemas generales o universales, sino que, más bien, son indirectos. Uno de los ejemplos que entregó la doctora en Derecho fue que en Oxford se han aplicado medidas que buscan reducir la velocidad de los vehículos con el propósito de incentivar el uso de medios de transporte no contaminantes y reducir las emisiones de carbono. No obstante, algunos ciudadanos acusaron que estas medidas son discriminatorias, dado que perjudican a quienes viven lejos del centro urbano.

Bajo lo anterior, una de las características relevantes que deben tener los abogados que quieran dedicarse a este campo sería la capacidad de escuchar y detectar los mensajes claves que recibe.

Rol del Derecho y problemas medioambientales

Según lo expuesto en el seminario, son al menos 3 las características de los problemas medioambientales. Primero, se trata de conflictos difíciles de comprender o asimilar a nivel individual o que pueden tener diferentes interpretaciones al momento de identificarlos y que, en consecuencia, se pueden entender simultáneamente como una emergencia que necesitará de una solución durante los próximos 40 años o como una catástrofe que está ocurriendo en otro lugar.

En segundo lugar, se debe reconocer que aceptar los cambios climáticos es extraño y difícil de cambiar por parte del status quo y, por último, involucran a diferentes lógicas colectivas: personas, familias, comunidades, el Estado u otros actores. Por ende, son complejos y necesitan coordinación.

Karl Llewellyn

Respecto del rol del Derecho, Fisher citó la obra de Karl Llewellyn, experto estadounidense e identificado por The Journal of Legal Studies como uno de los 20 juristas más citados de EEUU del siglo XX, de los cuales destacó 5 puntos:

1. Canalización y recanalización: el trabajo jurídico busca canalizar eficazmente las conductas de las personas: «Lo que debe hacerse y lo que no», siento esto especialmente relevante si se considera que los problemas medioambientales necesitan de acción colectivas mediante el Estado.

2. Asignación y ejercicio de la autoridad legítima: la autoridad legal varía según las diferencias culturales legales de los Estados, lo que da forma a una estructura que también participa del sistema internacional.

3. Se trata de asuntos problemáticos: la falta de tratamiento de los problemas puede llevar a un colapso total y las disputas en temas medioambientales son inevitables. A su vez, en el derecho medioambiental, a menudo se traduce en exigirle más al gobierno.

4. El impulso neto: respecto de los supuestos o compromisos de una cultura jurídica, como la democracia, la libertad o el Estado de Derecho, algunos pueden estar indicados en leyes o en otros cuerpos jurídicos, pero lo relevante es que, independientemente de su posición jerárquica al interior de sus respectivas culturas legales, llevan las marcas o traumas de sus pasados jurídicos. Pese a esto, los problemas medioambientales requieren de un mayor compromiso con estos valores.

5. Método jurídico: las formas de manejar las herramientas que permiten realizar el trabajo jurídico no sólo se aprenden en los colegios, sino que también en la práctica del día a día. Los problemas medioambientales pueden ser relativamente nuevos, pero no significa que no involucren estas lógicas, dado que trabajar con la ley en cualquiera de sus áreas requiere comprometerse con ella en una única ubicación y momento dado.

Considerando lo anterior, a modo de recomendación la especialista entregó 3 dimensiones de análisis:

• Los problemas ambientales necesitan soluciones colectivas y medidas basadas en la autoridad, que la ley provee de forma legítima. La labor de los abogados es el trabajo de las palabras que importan y el mal uso de ellas puede tener implicancias en el mundo real.
• No sólo es importante el rol que tienen las leyes superiores, como los tratados internacionales o una Constitución, sino que todo el derecho público tiene que atender a las necesidades de este campo. Y aunque el derecho internacional sea difícil de encauzar, también tiene un papel significativo.
• Reconocer la importancia del derecho público y el lugar que le otorga al derecho ambiental para que cumpla su propósito. Se trata de un problema de abordaje que requiere que los abogados transformen su razonamiento jurídico, es decir, evolucionar el pensamiento legal en torno a estos problemas que son policéntricos y que presentan valores que colisionan, por lo tanto, también las escuelas de Derecho tiene un rol central.

Como mencionó Fisher durante su exposición: «It is not necessary to wait for China or the United States to start making changes».

 
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