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miércoles, 24 de abril de 2024

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LawCare publica guía para el manejo de la ansiedad laboral

Cómo detectarla, qué trastornos físicos o mentales puede causar y qué medidas tomar cuando vemos a un compañero afectado son algunos de los tópicos respecto de los cuales esta entidad británica brinda consejos y propone caminos a seguir.

- 19 mayo, 2023

La ansiedad, de acuerdo a las guías que pone a disposición del público LawCare, describe sentimientos de inquietud, preocupación o miedo; se experiencia tanto en lo emocional como con sensaciones físicas. Está relacionada con la respuesta a “fight or flight” (pelea o huye), que es nuestra respuesta biológica normal cuando nos sentimos amenazados.

Los seres humanos hemos evolucionado de modo de protegernos del peligro y de situaciones que amenacen nuestra vida. Cuando ello ocurre, nuestro cuerpo libera hormonas, como la adrenalina y el cortisol, que nos preparan físicamente para enfrentarnos al peligro o para salir corriendo; te hacen estar más alerta para actuar rápido o aceleran tu corazón para que la sangre llegue raudamente a donde la necesitas. Cuando la situación ya pasó, el cuerpo libera otras hormonas, que hacen que tus músculos se relajen y que pueden incluso dejarte tiritando sin control.

Ahora bien, la ansiedad laboral puede implicar que nos sintamos nerviosos, temerosos o estresados respecto del trabajo, lo que puede causar un amplio rango de problemas en los individuos que se verá reflejado en su rendimiento y que puede impactar en el bienestar financiero de la organización o en la interacción con los compañeros.

A menudo es ocasionada por sobrecarga laboral, mal manejo de la autoridad, largas horas de trabajo, falta de autonomía y relaciones que no fluyen dentro del equipo.

Pero hay un impacto que va más allá de lo personal: el stress, la ansiedad y la depresión son la causa de más de la mitad de las ausencias por enfermedad en el trabajo y también puede contribuir a lo que se ha llamado “presenteeism” o “presentismo”, refiriéndose al hecho de que el trabajador está físicamente en su puesto de trabajo, pero sin ser capaz de cumplir con sus deberes. Todo ello afecta la productividad por una parte y, por la otra, empuja a las personas a renunciar.

Detecta la ansiedad a tiempo

Ser capaz de reconocer la ansiedad en un colega o un subordinado permite entablar una conversación que puede dar inicio a un trabajo terapéutico importante para la persona afectada.

De acuerdo a los estudios de LawCare, las señales más comunes son:
– incremento en licencias o bajas por salud
– mayor irritabilidad
– reducción en el rendimiento
– poca concentración o dificultades para enfocarse
– dificultades a la hora de tomar decisiones
– aislarse de los demás miembros del equipo

Y entre los síntomas más frecuentes que cada uno puede identificar están:
– sentir pánico, miedo o inquietud
– tener problemas para dormir
– sentir manos o pies con hormigueo, fríos o con sudor
– andar con los músculos tensos
– sentir mareos
– tener dificultad para respirar profundo

Qué hacer como jefe

Para apoyar, puedes preguntarle a tus compañeros o miembros de tu equipo qué puede estar contribuyendo a su ansiedad. LawCare recomienda reuniones individuales, pero también encuestas anónimas a toda la organización para que, habiendo ya entendido el clima laboral que generan estos sentimientos, se puedan tomar medidas para reducir su impacto.

En estas conversaciones se puede identificar cuáles son los ajustes en las prácticas laborales, cambios necesarios para que los profesionales se sientan comprendidos y vuelvan a sentir la capacidad de dar lo mejor de sí mismos al trabajar. Estos cambios pueden ir desde reducir la carga de trabajo, permitir más tiempo para las entregas o dar permisos laborales para asistir a terapia.

Si no se trata

La ansiedad no tratada puede llevar a distintos desórdenes. Uno de ellos es el trastorno de ansiedad generalizada, que implica períodos largos de temor, sin que esta sensación pueda relacionarse con algo en específico.

También existen los trastornos de pánico, cuyos síntomas simulan una enfermedad grave, de modo tal que siempre vas a requerir a un médico que confirme qué es lo que tienes. Este desorden conlleva ataques de pánico completamente impredecibles y respecto de los cuales el sujeto no es capaz de identificar qué lo gatilló, lo que lo lleva a estar siempre temiendo tener otro.

Otra de las enfermedades que puede causar la falta de atención a la salud mental es el transtorno obsesivo compulsivo (TOC), al cual se llega si la ansiedad produce pensamientos intrusivos, imágenes o dudas que aparecen continuamente en la mente del sujeto y que lo llevan a repetir ciertas actividades sin control.

Las fobias son otro desorden que la ansiedad puede desencadenar. Se trata de un miedo intenso a algo, incluso cuando es improbable que el objeto de temor te pueda causar daño o generar algún peligro.

Finalmente, el estrés postraumático (PTSD, en inglés) es otro de los desórdenes que describe LawCare como el desarrollo de fuerte ansiedad tras haber experimentado o haber sido testigo de algo terrible. Este síndrome puede causar flashbacks o pesadillas que pueden hacerte sentir que estás reviviendo los sentimientos experimentados durante el evento traumático.

REVISA LA GUÍA

LawCare pone a disposición el número de teléfono 0800 279 6888 (solo para el Reino Unido) y el correo support@lawcare.org.uk para quienes sientan la necesidad de conversar con alguien sobre su ansiedad, además de poner a disposición de la comunidad jurídica artículos, historias y videos sobre el tema.

 
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