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La vida de un estudiante de Derecho en 1865
Con el libro “Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción 1865-2015” puedes revivir la historia de los primeros abogados chilenos, pioneros que estudiaron lo que llegaría a ser la carrera de Derecho: sólo tenían derecho romano y derecho natural. Ya en 1876, eran 341 alumnos, todos hombres, que disponían de 10 asignaturas.
27 diciembre, 2016
-Pierina Cavalli
Si hubieras sido estudiante de Derecho hace 151 años en Concepción, la segunda ciudad más grande de Chile, ésta sería tu realidad: eres parte de la primera generación de abogados del Curso de Leyes; tienes otros 15 compañeros, de los cuales ninguno es mujer; asistes a clases en el edificio del Liceo de Concepción, construido solo hace 14 años, pero que deja bastante que desear por sus precarias instalaciones; tienes dos asignaturas diariamente: Derecho Romano y Derecho Natural, la primera entre las 14:30 y 15:30 horas y la segunda entre las 15:30 y las 16:30 horas; tu profesor, para ambas clases, es el abogado Antonio Soto, una eminencia, ya que fue un alumno distinguido, mientras estudiaba Derecho en Santiago.
Para ingresar al Curso de Leyes pasaste por los exámenes correspondientes al curso de humanidades y estás obligado a graduarte de bachiller en filosofía y humanidades antes de comenzar el segundo año de estudios legales; estás estudiando varias horas diarias y con un gran estrés, porque a fin de año tienes los exámenes anuales, donde se pondrá a prueba la calidad de la enseñanza jurídica de Concepción, por lo que tienes que aprobar de forma satisfactoria. Pero se hace difícil, porque compartes la infraestructura -patios, pasillos, biblioteca, comedores, dormitorios- con los alumnos del Curso de Matemáticas, los alumnos de secundaria e incluso con varios profesores.
Esto es parte de lo que describe el libro “Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción 1865-2015”, una investigación inédita en Chile sobre la historia del inicio de la carrera de Derecho en la metrópoli del sur de Chile, la segunda más antigua del país. El trabajo realizado por Samuel Pérez Cofré y Sandra Rozas Schuffeneger fue publicado a fines del 2015 en el marco de la conmemoración de los 150 años que cumplió la carrera.
Formación del Curso de Leyes
Pero sigamos con la idea de que eres un alumno de Derecho de la segunda mitad del siglo XIX. A pesar de que en junio de 1865 comenzaron tus clases de manera regular en el Curso de Leyes, hubo varios intentos antes en Concepción por impartir estudios legales en forma sistemática, pero todos ellos tuvieron una vida breve.
El primer intento fue en 1831, cuando se impartió el primer curso de Derecho Civil en el Instituto Literario de Concepción (fundado en 1823), que tenía su sede en las antiguas dependencias del Convento de la Merced. Contó con la matrícula de 20 alumnos y la clase fue impartida por Pedro Fernández Garfias, profesor del Instituto Nacional. Un año después, el rector del Instituto dispuso traer desde Santiago los textos de estudio necesarios, como el Derecho de Gentes de Andrés Bello, con lo que conformó la biblioteca jurídica del lugar. En 1834, Fernández renunció por problemas con el rector, lo que puso fin a la iniciativa. Luego, hubo dos intentos más, pero que no dejaron grandes huellas.
Hasta que en mayo de 1865, el Presidente de la República, José Joaquín Pérez Mascayano, dictó un Decreto Supremo por medio del cual dispuso la creación del Curso de Leyes del Liceo de Concepción, el cual decía: “Considerando que en el Liceo de Concepción hai el suficiente número de alumnos preparados para seguir el curso de estudios legales”. Entre los decretos se establece que: el curso se distribuirá en 5 años; para incorporarse es necesario comprobar la obtención del grado de bachiller en filosofía y humanidades; y que al profesor Antonio Soto se le paga un sueldo de mil pesos anuales. El Curso fue inaugurado el domingo 21 de mayo de 1865 en un acto presidido por el Intendente Aníbal Pinto quien expresó en su discurso: “Espero que así como Concepción ha sido la cuna de los héroes en la carrera de las armas, lo será en adelante, la que dé a Chile profundos y eminentes jurisconsultos”.
Los años siguientes
Después de estudiar tanto para el examen anual a fines de 1865, fuiste uno de los 15 afortunados en pasar -un compañero de curso no lo logró-, recién te pudiste matricular para el segundo año. Aunque solo llegarán 9 más de tus 16 compañeros originales, seguirán con las asignaturas de Código Civil y Derecho de Gentes que serán impartidas por el profesor José Manuel Eguiguren.
Y los siguientes años continuarán así: para las asignaturas de tercer año, a fines de 1866 se contratará a Filidor Cubillos para las clases de Derecho Canónico y Economía Política. En 1868, será nombrado Manuel Zerrano Vásquez como profesor de Código Civil, Derecho Penal y Derecho Constitucional y Administrativo, asignaturas de cuarto año. Y cerrará estas primeras designaciones, Luis Plaza de los Reyes Reyes, como profesor de Código Civil y Derecho Internacional, para el quinto año.
También los alumnos tenían la posibilidad de rendir exámenes ante las comisiones examinadoras del Liceo, si es que estudiaban en clases privadas. Para esto, debían tener una resolución del Consejo Universitario, y así podrían validar sus estudios.
Para 1876, el Liceo de Concepción, ya alcanzaba a 341 alumnos para el Curso de Leyes, y se abrió el abanico de asignaturas: Derecho Romano, Derecho Natural, Derecho Internacional, Derecho Canónico, Economía Política, Código Civil, primer y segundo año, Código de Comercio. Código Penal, Código de Minería, Práctica Forense. Pero hasta ese minuto, aún ninguna mujer estudiaba la carrera.