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domingo, 24 de noviembre de 2024

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La velocidad en la factura legislativa es un indicador de populismo

«No somos los jueces los actores que deben asumir roles protagónicos para que el populismo no se transforme en una amenaza para el mundo constitucional», dijo Carlos Fernando Rosenkrantz, vicepresidente de la Corte Suprema de Argentina, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

- 31 mayo, 2022

«Creo que ahora más que nunca hay que insistir en el modelo de democracia constitucional, que con mucho sacrifico hemos sabido conquistar», fue la forma con que Carlos Fernando Rosenkrantz, expresidente y actual vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, comenzó su ponencia en la inauguración del año académico 2022 de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, en la que se realizó la conferencia «Justicia, Derecho y Populismo en Latinoamérica» y se analizó la importancia del derecho constitucional para frenarlo.

populismoPablo Ruiz-Tagle

El evento se celebró en el aula magna de calle Pío Nono, el jueves 26 de mayo a las 18.00 horas. Enrique Aliste, vicerrector de investigación y desarrollo de la Universidad de Chile, dio el discurso de bienvenida a los estudiantes al 2022, seguido de Pablo Ruiz-Tagle, decano de la Facultad de Derecho, quien introdujo a Rosenkrantz reflexionó sobre el tema principal.

«Hemos tenido una concepción tan errónea sobre el populismo, que hemos pensado que la situación de Chile es excepcional; que en Chile no habríamos tenido populismo: ¡qué idea más equivocada!», dijo el decano. Ruiz-Tagle añadió que este mal tiene una profunda huella en la historia política de Chile y en sus instituciones, lo que se puede apreciar en que el propio edificio de la Facultad de Derecho fue construido en 1938, durante el gobierno de Arturo Alessandri quien, de acuerdo al decano, fue un «gran populista chileno».

Identificando al populismo

Carlos Fernando Rosenkrantz destacó la dificultad que existe a la hora de establecer qué es el populismo, dado de que se pueden entender, entre sus críticos y promotores, como nacionalismo, autoritarismo o anti-elitismo. «El problema es que lo único que parece claro acerca del populismo, es que concibe la acción política de un modo diferente, idiosincrásicamente diferente, pero todos los otros rasgos complementarios son difíciles de identificar», añadió el juez.

populismoCarlos Fernando Rosenkrantz

A pesar de ello, Rosenkrantz reveló algunas características complementarias del populismo: la primera de ellas es la presuposición de una entidad colectiva supraindividual que es autónoma; su segundo rasgo es el uso de la figura del «pueblo» como validador por antonomasia.

La tercera cualidad es que la diferencia del populismo con otros movimientos que critican el liberalismo —como el comunitarismo—, es que es explícitamente más un programa político que filosófico. «El populismo es mucho más ambicioso que el comunitarismo, porque no solo pretender cambiar nuestra visión de hacer política, sino que también es maximalista», sostuvo.

Es en este aspecto donde el vicepresidente de la Corte Suprema argentina mencionó la diferencia de velocidad en la forma de crear leyes de las democracias constitucionales y los gobiernos populistas. «El cambio en una democracia constitucional requiere consensos muy extendidos en el tiempo, no hay posibilidad de saltos revolucionarios. Eso es así porque el cambio requiere procesos legales y constitucionales, los que son siempre dificultosos y lentos», dijo Rosenkrantz, añadiendo que, por el contrario, el maximalismo busca siempre el cambio instantáneo.

«El populismo no ve ninguna virtud en la resistencia al cambio, no entiende que si cambiáramos con la velocidad con la que cambian las mayorías, nada de lo que hacemos sería sustentable en el tiempo y no comparte la idea de que sin sustentabilidad en el tiempo, no hay progreso alguno», prosiguió.

«La necesidad de cambio instantáneo y radical que promociona el populismo es más amenazante para los derechos, individuales y procedimientos constitucionales que otras formas de concebir la política, más respetuosa de los tiempos para realizar las reformas deseadas», destacó, y agregó que la base de la democracia constitucional es que cada uno es responsable de su propio destino, pero todo son responsables por el destino de todos, idea que el populismo amenaza al negar la responsabilidad individual.

Solución desde las instituciones

populismoRosenkrantz exponiendo durante el evento. Fuente: Universidad de Chile

Rosenkrantz detalló que el peligro del populismo dependerá del buen funcionamiento de la democracia imperante y la existencia de límites constitucionales que definen derechos civiles, políticos, económicos y sociales: «Si se utilizan los canales constitucionales y legales para resolver las disidencias y el sistema de contrapesos funciona, el populismo no debería constituir un inconveniente». «El único mecanismo de defensa que deberíamos tener es mantener nuestro disenso y usar nuestros votos», añadió.

El problema es que en aquellos países donde las instituciones estatales no son robustas, los populismos supondrían un mayor problema. Latinoamérica se encontraría en una posición de debilidad al no tener una fuerte cultura constitucional y democrática.

«Más allá de la obligación paradigmática de todo juez de hacer cumplir la Constitución y las leyes, no somos los jueces los actores que deben asumir roles protagónicos para que el populismo no se transforme en una amenaza para el mundo constitucional en el que queremos vivir», aclaró el vicepresidente de la Corte Suprema de Justicia de Argentina sobre el papel de los funcionarios judiciales en la discusión, destacando que se deben limitar a asegurar el respeto del derecho constitucional en la sociedad y a no usurpar el papel protagónico de los ciudadanos.

«Los jueces no debemos ni podemos caer en la tentación de pensar que los derechos de los ciudadanos son caridad que le prestan las altas cortes, ni debemos adormecer la conciencia acerca de que la democracia constitucional frente al populismo es tan fuerte como la decisión de la ciudadanía de defenderla», concluyó Rosenkrantz.

Puedes ver el evento en el canal de YouTube de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

 
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