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La utilidad de grupos de apoyo entre pares
El 30% de los abogados se siente atrapado y aislado, según el reporte anual de Law.com. Las altas tasas de ansiedad y depresión en la abogacía serían bastante mayores a las de la población general, si se las compara con las cifras de otras profesiones. Marion Baker y Suzanne Jacobs, de Reino Unido, proponen una solución que ha sido útil en otros sectores.
25 julio, 2023
-De acuerdo a la encuesta anual sobre salud mental que hace Law.com (ALM and Law.com Compass’s annual Mental Health Survey), a mayo de 2023, los mayores problemas de bienestar emocional de la abogacía a nivel global son de un 71% de prevalencia de ansiedad, 38% de depresión, 31% de incidencia de otros problemas, 60% de sobrecarga y fatiga, y un 30% de sentirse atrapado, sin ayuda y aislados. Estas cifras podrían verse disminuidas si se usaran los grupos de apoyo entre pares.
En un artículo escrito por Marion Baker y Suzanne Jacobs, cofundadoras de Balint Legal y publicado en LawCare, las autoras dan cuenta de la histórica postergación del bienestar en la profesión, caracterizada por ser una práctica de alta presión, con largas jornadas, plazos rigurosos y una intensa demanda por parte de los clientes.
«Aquellos que han elegido el Derecho como profesión y se han mantenido en ella entienden la resiliencia y la dedicación que ese trabajo requiere», dicen. El problema, agregan, es que la salud emocional no ha estado en el top de la lista de prioridades, ni para el profesional ni para su lugar de trabajo, lo que ha conllevado un gran costo, tal como lo habían mostrado el reporte LawCare’s Life in the Law 2021 y la encuesta de la IBA, de ese mismo año.
Las modalidades de trabajo híbridas y el aumento del aislamiento producto de la pandemia derivaron en una carencia en la conexión entre pares y una barrera que ha separado a los distintos miembros de la cultura organizacional. Ello, a su vez, ha puesto de relieve que a pesar de que exista un foco que hoy está más atento a la salud mental y el bienestar de abogadas y abogados, no hay suficientes iniciativas que frenen efectivamente el stress y sus consecuencias, lo que ha impactado significativamente en términos de riesgo a nivel profesional, pero también personal.
Así lo grafican las altas tasas de ansiedad y depresión que en la abogacía serían bastante mayores a las de la población general, si se las compara con las de otros profesionales, debido, entre otras razones, a que los abogados no cuentan con un soporte adecuado que los ayude a enfrentar tanta presión, lo que los lleva a utilizar mecanismos que terminan siendo dañinos, pero que se han normalizado en la cultura legal, dicen Baker y Jacobs.
Los pares y los grupos de apoyo
De acuerdo al artículo publicado en LawCare, muchas firmas no están midiendo el impacto beneficioso que podrían estar causando las iniciativas que han puesto a disposición de su fuerza de trabajo relativas a mejorar su bienestar mental y, por ende, no logran saber qué funciona y qué no. Así, el reporte de la IBA dice que mientras un 73% de los estudios jurídicos han tomado medidas, sólo el 29% revisa su impacto y únicamente el 27% sistematiza información sobre bienestar como política.
«Creemos que los sistemas mejores y más seguros proveen una diversa gama de recursos de bienestar mental, respaldados por las altas jerarquías y priorizados dentro de la organización. La gente necesita y debería tener disponible un rango de medidas alternativas que les brinden apoyo emocional en su lugar de trabajo», escriben Marion Baker y Suzanne Jacobs.
No se trataría sólo de una práctica ética y que responde a la necesidad de crear sistemas más seguros y validados, donde la gente interactúe en la oficina, pues diversos casos disciplinarios muestran que la salud mental tiene implicancias regulatorias y legales: las aseguradoras que cubren conflictos por mala praxis están cada vez más alertas al ambiente de trabajo dentro de las organizaciones.
El trabajo que realizan las autoras en Balint Legal consiste en desarrollar y adaptar al sector legal un modelo de grupos de apoyo (peer support), muy usado en el ámbito de la medicina, que presta soporte a los médicos para que logren convertirse en profesionales mejores y más sanos. «Conversar con colegas y compartir experiencias en un ambiente preparado para ello puede proporcionar un alivio poderoso. Hay mucho que aprender de otros sectores e incluso de otros países», dicen estas profesionales de Reino Unido.
Los grupos de apoyo entre pares, conducidos por profesionales entrenados entregarían un foro valioso donde los abogados puedan discutir los desafíos que les ocurren día a día. También ayudarían a desarrollar habilidades esenciales de inteligencia emocional y relacional, como la capacidad de entenderse a sí mismos, controlar o modular las respuestas frente a los sucesos estresantes, así como empatizar con otros. Pero no sólo aquello, sino que también ayudarían a mejorar la relación con los clientes y los compañeros de trabajo.
«Al fomentar la conexión interpersonal, reduciendo el aislamiento y creando una cultura compasiva, los especialistas que guían estas reuniones de pares pueden ayudar a aliviar algunas de las tensiones del ejercicio profesional y contribuir a que los abogados sean más resilientes y se sientan más sanos», se lee en el artículo.
Esta nota es un extracto traducido del artículo «Peer support: why it’s good to talk», publicado en LawCare.