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Jan Wouters y los Estados fallidos
En su visita a Chile, el académico belga explicó a Idealex.press las diferencias en el tratamiento de los derechos humanos en Estados Unidos y en la Unión Europea, además de conversar sobre el concepto de naciones cuyo Estado no funciona o no puede controlar parte de su territorio.
26 junio, 2019
-Sofía Martin Leyton
Es el último jueves de mayo y a Jan Wouters se le nota el cansancio, pero la amabilidad lo hace dar vueltas por su hotel hasta que encuentra un lugar en que el ruido ambiente no interfiere con la grabadora.
Invitado a dar la charla principal en la ceremonia de inauguración del año académico 2019, en la Universidad Católica de Valparaíso —“Limited, Failed and Non Recognized States: Exploring Dangerous Gaps in International Law”—, este académico belga ya se encuentra en Santiago de Chile y dispone de 20 minutos antes de que lo pasen a buscar para ir a una actividad cerrada en el Centro de Estudios Públicos (CEP).
Por ende, hay que condensar. Pero qué se le pregunta a un Professor con este extraordinario curriculum:
– Catedrático Jean Monnet ad personam EU & Global Governance, KU Leuven
– Profesor de derecho internacional y organizaciones internacionales en la KU Leuven
– Director Fundador del Leuven Centre for Global Studies – Institute for International Law, KU Leuven
– Presidente del Council for International Policy, KU Leuven
– Miembro de la Royal Academy of Belgium for Sciences and Arts
– Profesor visitante en Sciences Po (París), Luiss University (Roma), College of Europe (Brujas), y las universidades de Ottawa y Toronto (Canadá)
– Profesor adjunto de la Universidad de Columbia (EEUU)
– Of Counsel de la firma Linklaters (Bruselas)
Human Rights Law: no es lo mismo UE que US
Wouters dicta un curso que expone las diferencias entre el tratamiento de las normas sobre derechos humanos que hace Estados Unidos y el de la Unión Europea, en la Universidad de Columbia, en Nueva York.
Al preguntarle los key points sobre el tema, el académico explica: «Estados Unidos se ve a sí mismo como bendecido con una Constitución única, un sistema político único, lleno de contrapesos y equilibrios, con sus propias enmiendas de civil rights», dice, y explica que en los orígenes del derecho internacional de derechos humanos, fueron los estadounidenses quienes empujaron por una declaración universal».
Eleanor Roosevelt, la viuda del Presidente Roosevelt —cuenta— fue quien estuvo a la cabeza del comité que redactó el borrador y en 1948 estaban realmente interesados, pero tras ello, «cuando Estados Unidos se vio enfrentado en la ONU a tratados internacionales sobre derechos humanos, con fuerza imperativa, se volvieron mucho más ‘selectivos’ al respecto y sólo han sido parte en un pequeño número de tratados, porque dicen: ‘nuestro propio sistema es mucho mejor, no necesitamos estos tratados internacionales; somos una nación única y excepcional, lo mejor que existe en el mundo y es el resto el que necesita tratados internacionales sobre derechos humanos, pero nosotros no’, De hecho no son parte del Convenio Interamericano», aclara.
Si comparamos con la situación europea, sería muy diferente, pues los 28 países que componen la Unión Europea serían todos parte de todos los tratados importantes sobre derechos humanos que ha promovido la ONU.
«Así, en la UE se dice ‘nosotros creemos fuertemente en los derechos humanos y queremos tener diálogos al respecto con los demás países del mundo, no basados en nuestro sistema de valores, sino en estándares universales’ y por eso han ratificado todos los tratados, lo que no ocurre con Estados Unidos, que simplemente no han firmado la mayoría de los convenios», dice.
Al pedírsele un ejemplo concreto, Wouters explica que la UE está a favor de la abolición de la pena de muerte, y es una condición para ser miembro. Asimismo, los embajadores de los países europeos en países como China y Japón están constantemente mostrando esta posición y bregando para que se derogue. Y en aquellos casos en que no es posible, se intenta un período de moratorium, donde se suspendan las ejecuciones. «Ha sido bastante exitoso», dice
Estados fallidos; Estados limitados
En esta entrevista, también se le pidió hablar sobre los temas que abordó en la Facultad de Derecho de la U. Católica de Valparaíso, casa de estudios en la que dio una charla sobre los Estados fallidos y los Estados limitados. Los primeros corresponderían a aquellos países en los que no hay un gobierno estable y constante, como por ejemplo, el caso de Somalía, que no tuvo un gobierno por 25 años, explica.
Estados limitados, en tanto, es la denominación dada a los países en los que hay un gobierno, pero que no es capaz de controlar, ni ejercer poder en algunas zonas de su territorio. Como ejemplo, Wouters indicó algunos países de Medio Oriente, en los cuales los movimientos extremistas religiosos han asumido por la fuerza el poder en ciertas regiones, donde el gobierno no podía ejercer el suyo.
«En la Universidad Católica de Valparaíso me contaron que, de hecho, en Latinoamérica, también sucede, como por ejemplo en México, o anteriormente en Perú con Sendero Luminoso; o en Colombia, con los carteles de droga. Pregunté si en Chile también sucedía y me dijeron que no», relata, aun cuando los problemas en la IX Región de la Araucanía podrían ser un ejemplo actual, aunque bastante atenuado, como se le hace presente.
Migración en Europa
Retomando el tema de los derechos humanos y si nos adentramos en las políticas que la Unión Europea tiene al respecto, se hace imprescindible analizar la migración de los refugiados de Oriente Medio y África hacia Europa. «La migración es un tema bastante sensible y controversial», dice. «Desde 2015, han llegado a Europa más de un millón de personas de diferentes países, como Afganistán o Siria. En su viaje, atravesaban primero Turquía y después los Balcanes para, desde ahí, llegar a Alemania, los países escandinavos, Holanda o Bélgica», añade.
Esto habría terminado radicalizando la política y complicando el escenario europeo, por lo que en marzo de 2016, cuenta, se llegó a un acuerdo entre la UE y Turquía —»The UE Turkey Declaration»—, en el que Turquía acuerda hacerse cargo de los refugiados, y no permitirles pasar hacia Europa, a cambio de «millones de euros», para ocuparse del problema.
«Siempre he criticado este acuerdo —dice— porque le imposibilitas a la gente reclamar por sus derechos. Los países de la UE son miembros del Tratado de Migración, por lo que es su obligación darle asilo político a los refugiados, que escapan de la persecución política y temen por sus vidas. Manteniendo a los migrantes en Turquía, no estamos cumpliendo totalmente con el tratado y con nuestras obligaciones respecto de los refugiados».
Desde otro punto de vista, este acuerdo con Turquía, en la práctica ha resuelto una crisis política compleja, sostiene. Incluso, afirma, actualmente la UE piensa acudir a la misma solución con otros países. Para ello se habría pensado en Libia o Nigeria, «debido a que la migración no proviene únicamente del este, sino que también de África». Wouters también cree que en los próximos años la UE va a intentar «fortalecer» sus fronteras, mucho más de lo que ya lo ha hecho, invirtiendo grandes sumas para asegurar que los inmigrantes no logren entrar.