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jueves, 28 de marzo de 2024

internacional

Los efectos de la llegada de la marihuana legal a Chile

La empresa de marihuana más grande del mundo, Canopy Growth, llegó a instalarse y reabre la discusión sobre la actual Ley 20.000 que rige el consumo, porte y comercialización de cannabis en Chile.

- 24 septiembre, 2018

Álvaro Vergara, EstadoDiario.com

Chile es uno de los países que figura entre los mayores usuarios de cannabis en el mundo según un informe de la ONU. El 15% de la población entre 15 y 64 años ha consumido marihuana durante el último año y el consumo de esta sustancia ha crecido un 215% en los últimos 6 años, según un estudio del Senda.

En nuestro país es legal consumir cannabis, incluso para efectos recreativos. Así al menos lo indica la Ley de Drogas N° 20.000. Pero resulta paradójico que su tenencia, comercialización y transporte sea penado, salvo para quienes la usan de forma medicinal.

En su artículo 1º, la ley dice que “los que elaboren, fabriquen, transformen, preparen o extraigan sustancias o drogas estupefacientes o sicotrópicas productoras de dependencia física o síquica (…) serán castigados con presidio mayor en sus grados mínimo a medio y multa de cuarenta a cuatrocientas UTM”.

Luego, en el 4º señala que “el que, sin la competente autorización posea, transporte, guarde o porte consigo pequeñas cantidades de sustancias o drogas estupefacientes o sicotrópicas (…) será castigado con presidio menor en sus grados medio a máximo y multa de diez a cuarenta UTM, a menos que justifique que están destinadas a la atención de un tratamiento médico o a su uso o consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo”.

Gabriel Donoso es abogado en el estudio DR Abogados, y explica que hoy en día la Ley 20.000 es una de las más interpretables del sistema judicial chileno. “Hay muchas discusiones en torno a los alcances de la Ley de Drogas. La gente no sabe si puede consumir o no, no sabe si se puede plantar o no, porque todo depende de cómo un juez interprete la ley. Lo único que no está en discusión es que la cannabis no se puede comercializar en nuestro país”.

Un mercado apetecido

Canopy Growth es la compañía de marihuana más grande del mundo y hace una semana inauguró sus operaciones en nuestro país. La empresa canadiense, que tiene un valor de US$13.800 millones en la bolsa (que equivale a la mitad del valor de empresas como Copec y Fallabella en Chile), se especializa en la investigación, desarrollo de productos y de capacidades de producción innovadoras en base a cannabis.

Un total de US$10 millones de inversión inicial contempla Spectrum Cannabis Chile, el brazo medicinal de la compañía canadiense y que pretende posicionar productos medicinales de cannabis en el mercado nacional. La empresa que ya está presente en Brasil y Colombia, quiere entrar al mercado de la región y por eso eligió a Chile como su centro de Investigación y Desarrollo (I+D).

La expansión de Canopy Growth se da en medio de un boom de este mercado. La industria de la marihuana legal está en alza en Canadá, donde el consumo tanto medicinal como recreacional es legal desde junio de este año. Por eso es que grandes inversionistas están apostando por el negocio de esta droga y por que las legislaciones cada vez sean menos restrictivas. Constellation, matriz de la famosa cerveza Corona recientemente compró una participación de US$3.800 millones en Canopy, con lo que se convirtió en dueña de un 38% de la empresa de cannabis.

Hasta dónde podrá llegar Canopy

A fines de 2015, la entonces Presidenta Michelle Bachelet firmó un decreto de ley que modificó los decretos 404 y 405, y que señala que el Instituto de Salud Pública “podrá autorizar y controlar el uso de cannabis, resina de cannabis y tinturas de cannabis para la elaboración de productos farmacéuticos de uso humano”. Desde entonces, empresas extranjeras que se dedican a la investigación y desarrollo de productos en base a marihuana (al igual que Canopy Growth) se han instalado en Chile.

Según comenta Donoso, “con este decreto de ley se abrió un nuevo mercado para las empresas que trabajan con productos en base a cannabis”. Pero agrega que, “el problema es que actualmente lo que permite el decreto firmado por Bachelet es hacer investigación sobre los efectos de la marihuana en distintas enfermedades, pero la Ley no permite la comercialización de los productos que estas empresas puedan desarrollar”.

Como la legislación chilena es distinta de la canadiense, Canopy deberá enfrentarse a procesos distintos para instalar sus operaciones en nuestro país. Por ejemplo, si una empresa dedicada a elaborar recetas y tragos de marihuana quiere operar en Chile, podrá hacerlo, porque no involucra la venta de productos de cannabis. Pero si esta empresa decide comercializar productos hechos en base a marihuana, podría tener problemas. Aunque técnicamente la empresa no está vendiendo drogas, una interpretación estricta de la norma podría prohibir la comercialización de estos productos.

Uso medicinal

Como lo establece la Ley 20.000, el uso medicinal de esta droga bajo prescripción médica está autorizado. Sin embargo, las especificaciones de las recetas médicas son tan generales como la Ley. “Cuando un médico decide tratar a una persona con cannabis, no especifica el tipo de marihuana que debe consumir el paciente, ni cómo debe administrarse el medicamento”, cuenta Donoso.

Pero, ¿en qué consiste el uso medicinal? Los cogollos, o flores de la planta femenina, son los que concentran la mayor cantidad de compuestos con utilidad medicinal. Los principales son los cannabinoides, los terpenoides y los flavonoides, producidos de manera natural por la planta.

De forma general, el uso medicinal del cannabis funciona como analgésico, antiinflamatorio, estimula el apetito, reduce náuseas y vómitos, produce relajación y sedación, es antiproliferativo, es decir, impide el crecimiento de algunos tumores, entre otros efectos. Debido a los diversos efectos que produce en el organismo, es capaz de tratar enfermedades como la epilepsia, esclerosis múltiple, ELA y lesión de médula espinal, fibriomialgia, glaucomas, hipertensión, migraña, tumores del sistema nervioso central, etc.

Sin embargo, la forma de administrar los medicamentos o preparaciones en base a cannabis va a depender del caso. “Hay ocasiones en que los médicos recomiendan vaporizar los cogollos (flores de la planta) para que sean inhalados por el paciente, y en otros casos puede haber una recomendación que indique que se debe extraer el aceite de la flor para ser ingerida vía oral”, explica Catalina Delgado, directora legal de la Fundación Daya.

Delgado comenta además que la Fundación entrega un certificado a los miembros que se les ha recomendado cultivar sus plantas de marihuana. “Este certificado puede acreditar que la plantación es con fines medicinales, pero a final de cuentas no tiene validez legal. Servirá sólo como prueba en el caso de que se investigue a la persona por posesión de plantas de marihuana”.

Un nuevo mercado

Si bien en nuestro país aún no está permitida la comercialización de cannabis, la posibilidad de investigar y desarrollar productos atrae a las empresas dedicadas a este rubro. Pero para que la actividad esté dentro de la norma, la compañía que desee instalarse en Chile necesitará la autorización, primero, del SAG, para acreditar que las plantaciones cumplen con los requisitos normativos; y, segundo, del ISP (Instituto de Salud Pública), para poder desarrollar productos farmacéuticos de consumo humano.

Debido al amplio uso que puede tener la marihuana para tratar enfermedades, Canopy Growth decidió enfocar su producción en esta área. Actualmente están trabajando en cápsulas que sirvan para tratar dolores crónicos.

De acuerdo a las fuentes consultadas, la empresa está terminando el protocolo para presentar este producto ante el Comité Ético Científico del Servicio de Salud Metropolitano, para, luego de ser aprobado en esa instancia, someterlo a evaluación del Instituto de Salud Pública.

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