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viernes, 19 de abril de 2024

internacional

Crónica de la LegalTech 2017, en Nueva York

“Al salir del área de inmigración del JFK encontramos de frente a una tropa de abogados recibiendo a viajeros: ‘We are attorneys, translators, and other volunteers representing non-profit organizations, private firms, and passionate individuals across the country at international airports’, decían los carteles…”

- 20 febrero, 2017

Juan Carlos Moncada, Law&Trends

No era una semana cualquiera para ir al Legaltech, en Nueva York. Estaba programado del 31 de enero al 2 de febrero de este año. El viernes de la víspera, el 27, el presidente Donald Trump había firmado un decreto que prohíbe la entrada a Estados Unidos a los viajeros de siete países de mayoría musulmana. La medida dio inicio a protestas y recursos legales, al punto que al salir del área de inmigración del JFK encontramos de frente a una tropa de abogados recibiendo a viajeros: “We are attorneys, translators, and other volunteers representing non-profit organizations, private firms, and passionate individuals across the country at international airports”, decían los carteles. Una oficina aeroportuaria improvisada de abogados auguraba un ambiente particular.

Nos acomodamos en Lexington, cerca del Empire State. En frente teníamos nada menos que a Kalustyan (apellido turco-armenio), la muy famosa tienda de especias y alimentos de productos culinarios fundada en 1948 precisamente por un inmigrante. Pasando la calle un transeúnte enviaba su mensaje: “My family arrived as refugees in 1638”.

Al día siguiente LegalTech. Tres pisos del Hilton Midtown, de su área de eventos y convenciones, dedicados a mostrar lo que el mundo tecnológico tiene para la práctica del derecho: exhibición de productos de innovación, ofertas informáticas para la administración de despachos, herramientas de automatización de procesos, servicios de reclutamiento de fuerza laboral legal y, como no, muy intensamente, ofertas de protección de privacidad y seguridad de datos en despachos de abogados.

Optimización de e-discovery

Entre tanto, en las áreas de exhibición, resultó llamativa la cantidad de personas involucradas en el negocio de optimización de e-discovery y el número de variantes a ese respecto: métodos de aseguramiento de información, indexación de contenidos, herramientas de análisis de datos, servicios de “one stop software” que permiten visualizar cualquier tipo de archivo en un mismo programa, liberando recursos del sistema, y una larga lista de tecnologías similares.

Para jurisdicciones que no aplican las reglas de procedimiento del common law pueden ser poco atractivas o incluso no tener un uso determinado; pero este tipo de herramientas de análisis de datos pueden tener aplicaciones corporativas interesantes para clientes que constituyan empresas o entidades de alta complejidad burocrática, incluso en Latinoamérica.

Soluciones de automatización de análisis de contratos

Como novedad: las soluciones de automatización de análisis de contratos, que consisten en tipos de software cuyo propósito es analizar los componentes esenciales de un contrato: partes, obligaciones, valor, plazos, pólizas y cláusulas específicas. El sistema dice qué falta o qué sobra, y se ofrece como solución para el análisis de grandes cantidades de convenios-tipo, que han sido previamente parametrizados. Detractores y simpatizantes coincidieron en que este tipo de tecnologías cambiarán la manera en que los despachos de abogados prestan sus servicios.

Inteligencia Artificial

A lo largo de las conferencias Legaltech se insistió en que la IA actual es capaz de imitar procesos cognitivos para la solución de problemas (básicos por ahora), lo que abre toda una gama de automatización de procesos, así como para la realización de trabajos repetitivos en firmas de abogados.

Se defendió mucho que la IA no implica el reemplazo del abogado o el fin de la profesión como se pensaba hace décadas con la aparición de las computadoras. Simplemente los roles de trabajo se transforman, lo que ha sido un fenómeno continuo en la historia de la humanidad: nuevas tecnologías hacen obsoletas algunas labores, al tiempo que generan otras, más especializadas y, usualmente, mejor remuneradas.

Novedades tecnológicas

Se exhibieron, asimismo, plataformas interesantes, como una que ofrece la búsqueda de profesionales especializados en ciertas áreas (particularmente para trabajos legales específicos de Discovery), a quienes se puede contratar de forma flexible por una tarifa preestablecida; plataformas de telecomunicaciones completamente basadas en la web, sin necesidad de aplicaciones o archivos externos; plataformas de sala de conferencias de video basadas en html, interesantes por seguridad y costos; así como posibilidades de firma electrónica de documentos así como soluciones de cifrado de información a través de discos o memorias con capacidad incluso de destrucción física remota si fuere necesario.

Implicaciones de la actual coyuntura tecnológica en la industria del Derecho

Luego vino una charla muy esperada, la de Andrew McAfee, director de la iniciativa del MIT en economía digital.

Habló de la “segunda revolución industrial”, en la que los trabajos en todos los campos, incluyendo el legal, van a migrar o a especializarse con la llegada de la IA. Un abogado preguntó sobre la “responsabilidad profesional” y consecuencias de permitir que una máquina analizara un documento legal: McAfee respondió aludiendo a robots y cirujanos, y al piloto automático del carro: en ambos casos está en peligro la vida del paciente o la seguridad del piloto, y aun así los usamos, respondió.

McAfee no es abogado, por lo que dio una perspectiva fresca y nueva de implicaciones de la actual coyuntura tecnológica en la industria del Derecho. Su más significativo ejemplo, y centro de su conferencia fue: la definición de las personas adecuadas para tomar decisiones de fondo sobre temas legales.

Según explicó, existe una histórica tradición de trasladar la responsabilidad de las decisiones a los que él llama “HiPPOs” (Higest PAid Person’s Opinion). Cuestiona esa tendencia natural a escoger a la persona mejor calificada y/o con mayor experiencia de un equipo para decidir, lo que hace que las firmas de abogados, en especial las pequeñas, rindan una especie de culto al pensamiento de ese HiPPO.

El paradigma que es necesario romper, aseguró el conferencista, es que en el mundo de lo legal, como en el mundo de las TI (Information Technologies), las decisiones deben estar basadas en datos y evidencia, y sugirió cambiar el método de liderazgo (y la consiguiente tema de decisiones en ese esquema) a lo que llama “Geeky Leadership”.

Éste es un concepto basado en el trazado de metas muy altas, logradas mediante el cumplimiento de pequeños pasos, de manera experimental, en el que un es error más valioso que una victoria, en términos de aprendizaje y experiencia para el equipo.

También se basa en una alta dependencia en datos y en la toma de decisiones a través de mecanismos abiertos, es decir, mediante jerarquías menos estructuradas. Curiosamente, estos elementos se dan de manera natural en elementos de colaboración como los videojuegos en línea y en general cualquier actividad usualmente dominada por “Geeks”.

McAfee tomó una cantidad de datos estadísticos de sus investigaciones y, en su opinión, demuestra que, en un alto porcentaje, las decisiones tomadas por los HiPPOs fueron desacertadas, aunque también concedió que son valiosos en cualquier organización, ya que la experiencia adquirida no puede ser reemplazada (pero sería mas valiosa si se utilizara de manera diferente).

 

* Reproducción autorizada. El texto transcrito es un extracto del artículo original escrito por Juan Carlos Moncada, abogado colombiano de la firma Moncada Abogados, publicado en Law & Trends, y lo puedes leer aquí.

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