Horizonte Ciudadano y ONU realizarán seguimiento a familias migrantes en Chile

La fundación chilena Horizonte Ciudadano junto a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas lanzaron el programa «Bitácora de la Familia en Movimiento», un instrumento de acompañamiento y orientación con énfasis en el cuidado de niños, niñas y familias migrantes.

La entrega del instructivo, que consiste en un libro como manual y el seguimiento de los casos, se realizó a familias en Alto Hospicio, Iquique. Los funcionarios de la organización efectuarán esta posterior supervisión por cuatro meses a las familias beneficiadas. De tal forma, los migrantes podrán empezar con el proceso de regularización en Chile y conseguir acceso a servicios básicos.

Xavier Altamirano, director ejecutivo de Horizonte Ciudadano, comentó durante el lanzamiento del proyecto que la fundación busca acordar junto con organizaciones del Estado una capacidad de respuesta mejor ante las urgencias de los migrantes, los cuales calificó como un desafío, «que es mucho más grande más grande de lo que quisiéramos, que es mucho más disruptivo de lo que quisiéramos, pero que nos corresponde enfrentar», precisó.

Un problema de identificación

El proyecto se efectúa en un contexto donde la migración en Chile, especialmente en el norte del país, es uno de los temas más discutidos en la agenda pública. Lucía Rizik, directora de la escuela de Derecho en la Universidad Diego Portales, comenta que en general los niños que nacen en Chile se les realiza un seguimiento a través del sistema de salud y luego la escolarización, lo que le permite al Estado saber cómo son cuidados sin tener que usar algún tipo de bitácora.

Lucia Rizik

«En el caso de los niños migrantes, como Chile garantiza esos derechos independientes de su situación migratoria, ocurre algo similar con sus derechos relacionados con la salud y la educación, en la que más allá de no contar con ese seguimiento familiar, al incorporarse al sistema educativo y de salud es posible hacer un seguimiento de la satisfacción de sus derechos en esos ámbitos», añade.

Dentro de la legislación chilena, los niños migrantes pueden recibir una visa especial sin importar si entraron de manera regular o irregular, no así los padres. Esta visa para niños, niñas y adolescentes requiere el permiso de ambos padres. En caso de no contar con permiso parental el menor se pone al cuidado del Estado.

«Entran muchos padres solos, generalmente mamás, con sus hijos sin la autorización del papá, lo que causa problemas para la obtención de la visa, lo que es entendible ya puede ser una situación donde efectivamente se transfiere a los niños sin la autorización de otro padre, pero el mecanismo en la práctica es difícil de implementar», comenta Soledad Torres, directora general de Legal Global Chile y docente de la cátedra sobre tráfico ilícito de migrantes en la Universidad San Sebastián.

Soledad Torres

Respecto al seguimiento, Torres destaca que debido a que la ley no contempla específicamente tales procesos para familias migrantes tanto regularizadas como indocumentada, instancias como las creadas por Horizonte Ciudadano son un aporte. «El seguimiento de niños migrantes es bueno, sobre todo si entraron de manera irregular, ya que puede existir trata de personas o menores que son traídos para ser objeto de prostitución infantil o trabajo esclavo», añade.

Rizik señala que aquellos niños migrantes en el sistema público se les puede hacer seguimiento para comprobar la satisfacción de derechos básicos, lo que causa un déficit en cómo se estructura el sistema de protección de la niñez en aquellos menores que se encuentran en sistemas privados, dado que al no estar en el sistema público es más difícil realizarles seguimiento.

«Ahora las personas que migran de forma irregular probablemente no accedan a servicios privados y, por lo tanto, estarán en el servicio público, lo que hará más fácil identificarlos, pero obviamente nosotros tenemos un problema de identificación que no es solo en relación con la migración sino que en el seguimiento y protección de los niños en general», concluye la académica.

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