"Se trata de mantenernos cuestionándonoslo todo y a la vez tener criterio. Y, por sobre todo, no permitir que nos...
¿Gatekeepers de qué?
¿En virtud de qué dogma creemos que jugando dentro de las reglas del juego que nos fueron impuestas por la universidad, el mercado y nuestros pares, llegaremos a destacar o a hacer algo que marque la diferencia?
25 enero, 2022
-En una columna que publicamos ayer, la abogada chilena Francesca Rodríguez Spinelli escribió: «Esta rigidez y aprendida refractariedad al influjo de otras disciplinas que tienen mucho que aportar a la discusión legislativa, termina convirtiéndonos en gatekeepers de la innovación legal, un camino poco transitado en nuestra profesión».
No puedo estar más de acuerdo. No solamente en lo que respecta a temas de innovación, sino que, en general, a todas las áreas en que como abogadas y abogados participamos.
Por ejemplo: ¿qué pasaría si en una norma sobre cuotas de género, que implica cálculos, números y porcentajes, se hubiera consultado a profesionales cercanos a la matemática? Es probable que al momento de la redacción, a esos otros se les hubieran ocurrido preguntas, eventualidades, alertas, que hubieran ayudado a contar con una norma más clara y con menos riesgos de interpretaciones contradictorias.
La inmensa fe que tenemos en nosotros mismos nos lleva a creer en nuestra infalibilidad, salvo en lo que respecta al resultado de un juicio, pues depende del magistrado o árbitro que dirima. Pero aparte de alguna que otra excepción, vivimos la vida sin escuchar —con plena atención— a otros. O sin siquiera saber que sería prudente preguntar a otros.
En el terreno de las comunicaciones pasa lo mismo. A nadie se le ocurriría convocar a un comité de crisis sin pedir la presencia de un abogado de la organización, pero si nos pasamos al otro lado de la mesa, cuando se trata de prensa o de apoyo comunicacional, a los abogados sí se les ocurre que saben más que los especialistas que contratan o cuyo apoyo solicitan.
Por ejemplo ¿quién dice que una abogada debe escribir únicamente para los eventuales clientes de su firma y en un lenguaje que [según ellos] es el que a esos clientes les hará sentido? ¿En virtud de qué dogma creemos que jugando dentro de las reglas del juego que nos fueron impuestas por la universidad, el mercado y nuestros pares, llegaremos a destacar o a hacer algo que marque la diferencia?
¿Por qué no abrimos la puerta y damos la oportunidad para que nosotros mismos o los miembros de nuestro equipo vayan lentamente emergiendo como líderes de opinión, lo que de todas maneras atraerá futuros encargos?
La pregunta bien puede ser: siendo los gatekeepers de todo lo que nos fue enseñado como lo que se espera de nosotros ¿en beneficio de quién estamos jugando? Puede que no se trate de valentía, coraje o arrojo, sino sólo de entender dónde estamos parados.
Sofía Martin Leyton
Directora
Idealex.press