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jueves, 28 de marzo de 2024

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Filantropía de datos, una hoja en blanco

“En la medida que el empresariado se involucre más con proyectos de asociados a este concepto va a haber menos asimetría en el manejo de la información”.

Cristián Oppliger Zan

“La filantropía de datos revolucionará el concepto de responsabilidad social empresarial ”.

Si nos preguntamos —ya sea como ciudadanos o como consumidores— ¿quiénes tienen más información sobre nosotros el sector público (el Estado) o el sector privado (las empresas)? la respuesta es evidente: el sector privado.

Las empresas tienen —por lejos— un acercamiento mayor y más personalizado a los datos de las personas. Esto se explica —en parte— por la interacción constante que como titulares de esta información tenemos con los distintos proveedores de servicios y aplicaciones.

Pero si analizamos al Estado con esta misma lógica solo con el Registro Civil y el Servicio de Impuestos Internos ya deberían tener una cantidad de información amplia y tremendamente importante como puntos de captura.

¿Dónde radica entonces la diferencia? el punto está en que el sector privado —por su naturaleza intrínseca en la generación de valor— se enfoca como objetivo primario en entender a los datos como un activo asociándole un valor mayor a la calidad del dato que a la cantidad de información capturada.

Los datos de “calidad” son aquellos que habiendo sido procesados se enriquecen de tal forma que satisfacen de manera más específica las necesidades para las cuales fueron capturados; esto genera más “personalización” y una mejor identidad virtual respecto al titular de ese mismo dato.

Así, una empresa tiene mejor información personal y se acerca más a la personalización de nuestros intereses en comparación con el Estado. A partir de lo anterior es que hacemos la invitación a que las empresas exploren el concepto de filantropía de datos personales.

Maximiliano Rebolledo Garrido

Este es un concepto que se viene desarrollando hace un tiempo, sobre todo en las empresas tecnológicas, que consiste en la contribución del sector privado al bien común mediante su experiencia, conocimiento y calidad respecto a los datos de sus clientes y que, en términos de función pública que ejerce el Estado, sería información acerca de sus ciudadanos.

Nos parece interesante plantear este concepto desde la óptica de la actual “responsabilidad social empresarial” dándole un enfoque práctico y de negocio.

En este sentido ver a una empresa que se comprometa con iniciativas de ayuda a la comunidad mediante la expansión de su conocimiento en los datos de sus clientes y su procesamiento puede generar a lo menos dos efectos virtuosos.

El primero es ampliar el actual concepto de responsabilidad social empresarial a un campo tecnológico. El segundo, mirado desde una óptima del cliente, es mejorar la percepción de aquella compañía que no solamente usa su data para generar mayor valor comercial, sino que también la comparte para fines filantrópicos, lo que podría generar más incentivos a la hora de que los titulares entreguen voluntariamente sus datos personales al sector privado.

Para darle una finalidad material a lo señalado, compartimos algunas ideas que podrían transformarse en ejemplos virtuosos de filantropía de datos: Los datos de geolocalización, por ejemplo, podrían servir para una mejor planificación urbanística de una determinada ciudad; datos capturados por empresas de delivery de alimentos podrían contribuir a un análisis nutricional sobre hábitos alimenticios para políticas de salud pública; datos de las compañías de seguro podrían ayudar a alertar sobre el aumento de delitos o circunstancias relacionadas con seguridad; datos de empresas de telecomunicaciones para abordar la cobertura digital como política pública.

Hay tantos ejemplos como imaginaciones y giros de empresas existentes. En la medida que el empresariado se involucre más con proyectos de asociados a este concepto va a haber menos asimetría en el manejo de la información, generando mayores puentes de encuentro entre los titulares de la información y quienes capturan sus datos. Esto tanto como ciudadanos o como consumidores.
 
Cristián Oppliger Zan es abogado de la Universidad Católica de Chile, especialista en materias de TI, Privacidad y Ciberseguridad. Actualmente, trabaja en la Gerencia Legal de TI de Falabella S.A.
Maximiliano Rebolledo Garrido es abogado de la Universidad Católica de Chile, especialista en materias de Privacidad, TI e Ciberseguridad. Actualmente, trabaja en la gerencia legal de Huawei Chile.

 

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