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¿Esperar el turno y perder tiempo? La incertidumbre del agendamiento de alegatos en las cortes chilenas
Cancelaciones, reagendamientos, criterios de relevancia o errores de cálculo complotan contra un ya cuestionado sistema de “filas”, que parte a las 9.00 de la mañana y obliga a los abogados a esperar pacientemente ser llamados, lo que incluso puede demorar varias semanas.
19 mayo, 2023
-Se trata de un concepto simple y claro: esperar en una suerte de fila a que alcance el tiempo para «ver» tu causa o, de lo contrario, correr el riesgo de perder el turno para efectuar los alegatos.
¿El problema? No hay certeza para los abogados que deben presentar sus argumentos ante algunos de los tribunales superiores de justicia chilenos, ya sea la Corte Suprema o de Apelaciones, acerca de cuándo podrán presentarse o, incluso, si llegarán a hacerlo durante esa mañana.
“Por ejemplo, puede ocurrir que en una corte haya 13 causas para ese día y la sala anuncia: ‘Atendido el número de abogados, veremos hasta el número 5’. En ese momento, uno debe sentarse a esperar su turno, ya que el orden es determinado por la tabla. El abogado que está primero entra, presenta sus argumentos y sale. Sin embargo, a veces hay retrasos o se calcula mal el tiempo, lo que lleva a anunciar —a media mañana— que sólo se llegará hasta la causa número 3”, explica Pedro Pablo Vergara, socio de Rodríguez, Vergara &a Cía., consejero del Colegio de Abogados de Chile y profesor de derecho civil.
Otro aspecto que destaca del sistema, y que genera incertidumbre para aquellos que van a presentar sus alegatos, es que los turnos pueden adelantarse de manera inesperada.
Y así, continúa el ejemplo, se puede estar en el lugar 3 de la lista y por alguna razón imprevista el anterior no se realiza. “En ese caso, me llamarían a mí para presentar mis argumentos antes de lo esperado”.
“Me ha ocurrido en situaciones donde pensaba que mi alegato se escucharía tarde o incluso no se llevaría a cabo, pero terminé presentándolo temprano”, agrega.
La cancelación de los alegatos es algo muy común, explica María José Arancibia, socia de Obrador Digital, y “hay un riesgo de 60-40 de que tus argumentos no sean escuchados, especialmente en las cortes de Apelaciones”.
También influye mucho la sala asignada, explica, “ya que algunas son más ágiles en sus trámites que otras. Además, hay casos que se demoran más, por lo que cuando se publica la lista, uno puede intuir si se abordará o no la causa”.
Pero no todo es seguir la lista, ya que los turnos también se rigen por niveles de prioridad: las penales por sobre las civiles y laborales. Y, entre ellas, se establece además otro criterio a seguir dependiendo del tipo de causa: extraordinaria penal, que incluye a personas que quedaron en prisión preventiva el día anterior y a aquellos que recibieron la libertad de un juez de Garantía; de recursos de amparo y protección; penales ordinarias relacionadas con imputados en prisión que solicitan libertad; de recursos de protección y nulidad penal
El profesor de la Universidad de Los Andes y socio de Hoyl, Alliende & Cía. Abogados, Gonzalo Hoyl, añade que una vez que se han agotado todos los temas penales, se continúa con las otras áreas.
“En cuanto a las causas civiles, se ven muy pocas en las listas del día», afirma sobre este sistema, que funciona desde las 9 de la mañana, “cuando se anuncian los casos que se supone se verán ese día, y en general tienden a respetarse».
Sin embargo, asegura, «el problema no radica tanto en eso, sino en tener una certeza aproximada de a qué hora se abordará cada uno de ellos”.
Felipe Marín, director ejecutivo de la Academia Nacional de Litigación, asegura que el problema del sistema de turnos es evidente para aquellos abogados que deben presentar sus alegatos en casos que no tienen prioridad.
“En esas situaciones, tu turno puede quedarse en la lista para la siguiente jornada y la siguiente, así. Esto significa que a veces pasas mañanas enteras en la corte, esperando de manera incómoda”, plantea.
Múltiples audiencias y el problema de las suspensiones
La ley establece que cada semana se forman salas para llevar a cabo las audiencias con las cortes, pero no se especifica si esto puede ocurrir la próxima semana, en un mes o en un año. Se trata, por lo tanto, de un problema que tiene un origen sistémico, afirma Cristián Maturana, profesor de Derecho Procesal de la Universidad de Chile.
«Además, una causa puede ser retirada de la lista porque faltó un antecedente que se solicitó a última hora, lo que significa que tu caso no se verá y ese antecedente puede llegar una semana después. Por lo tanto, no hay una gestión proactiva para abordar los asuntos, lo que provoca que las cosas se dilaten», explica.
No verificar si los abogados han sido notificados con antelación para asistir a la audiencia es otro de los factores que contribuyen al problema, explica Hoyl, respecto a lo que ocurre en los Juzgados de Garantía y Tribunales Oral en lo Penal. De hacerse esta comprobación, se podría reprogramar automáticamente si algo no estuviera debidamente notificado, pero esto no ocurre “y se fijan múltiples audiencias para la misma hora”.
Y ejemplifica: en las regiones ocurre que en los Juzgados a las 8.30 de la mañana se programan varias y se les asigna un orden de lista. “En esta situación, es muy difícil, o incluso imposible, tener control sobre el horario que corresponde a cada abogado, ya que muchas veces algún colega se retira antes de su turno alegando que tiene otra audiencia en otro tribunal. Eso genera un desorden en el proceso”, dice.
Libertad Triviño, asociada en Horvitz y Cía., cree que los abogados también tienen responsabilidad en este problema, no solo los administradores de justicia. ¿La razón? Las múltiples suspensiones de audiencias por parte de los abogados, ya sea por acuerdo común de las partes en casos civiles o por situaciones imprevistas que obligan al abogado a solicitar la cancelación de la audiencia, complica el sistema de turnos.
Y, añade, en esta discusión se ignora el impacto que tiene esta incertidumbre en los relatores, “quienes deben estudiar la lista de causas de la semana sin tener certeza de cuáles se llevarán a cabo y cuáles no”.
“Deben aprenderse toda la lista de causas, pero el día de la audiencia se pueden suspender la 1, 5 y 6, lo que significa que deberían haber estudiado más las 7 y 8. Los relatores tienen una carga bastante pesada”, comenta.
Agendamiento de hora: a favor y en contra
Una idea que se ha propuesto y podría reemplazar el sistema de turnos por “fila” en las cortes superiores es implementar turnos en horarios específicos para cada caso programado. Aunque es una solicitud que se ha efectuado, los operadores del sistema creen que traería más problemas que beneficios para la eficiencia e incluso han argumentado que les haría perder tiempo.
“Con el sistema actual ellos deciden a quiénes reciben y a quiénes no. ¿Qué sucedería si, en un momento dado, estoy en la causa 3, programada para las 11:00, pero resulta que la 2 no se verá por alguna razón? Como no estoy presente, porque aún no es la hora programada, las cortes no podrían realizar otras tareas hasta las esa hora, lo que implicaría una pérdida de tiempo para ellos”, explica Vergara.
Hoyl agrega otro problema frente a esta proposición: las causas penales extraordinarias, que se anuncian de un día para otro, podrían desordenar un sistema de turnos con horarios acotados.
“Quizás la única manera de solucionarlo sería concentrar todos esos casos en una sala específica, de modo que las demás puedan funcionar de manera más ordenada”, plantea.
Aumentar la cantidad de información disponible es otra posibilidad planteada por los especialistas, ya que «cuanta más comunicación exista sobre los alegatos en la sala, uno podrá enfrentar de mejor manera la espera y optimizarla», dice Arancibia.
Se trata de un mecanismo que existe en el Tribunal de Propiedad Industrial, “lo que ayuda a gestionar la espera y tener un mejor control del tiempo», precisa.
¿Alegatos telemáticos?
La pérdida de tiempo que experimentan los abogados cuando se cancelan sus alegatos es aún mayor cuando deben viajar desde otra región a Santiago, o viceversa. Frente a ese escenario, la opción de audiencias telemáticas que se popularizó durante pandemia fue recibida con agrado por muchos abogados.
Para Hoyl, no habría problema en realizar los alegatos de manera virtual, ya que en esas instancias no se presentan pruebas, solo se discuten argumentos o antecedentes y, “a veces, incluso es más fácil exponer utilizando la función de compartir pantalla que mostrar la información a los jueces de manera presencial, puesto que en la sala puede que no alcancen a verla debido a las distancias. Esto también resuelve algunos problemas prácticos y es más eficiente en cuanto al tiempo”.
Y, en general, asegura Vergara, los abogados “siguen prefiriendo presentar alegatos a través de plataformas como Zoom, porque al menos no tienen que pasar toda la mañana en la corte. Pueden estar en su oficina, en su casa o en cualquier lugar más cómodo, y no pierden tiempo”.
Pese a estas ventajas, Hernán Peñafiel, socio en Chirgwin, advierte que esta decisión también depende de la calidad técnica de la sala, ya que hay algunas que no tienen una buena calidad de audio en el formato en línea, lo que ha llevado a que los jueces soliciten audiencias presenciales.
“Se pierde mucho tiempo esperando un alegato presencial y puede suceder ocasionalmente que la causa no se vea por estas razones, por eso creo que debería permitirse y mantenerse la opción para las partes de optar por la modalidad presencial o virtual, siempre y cuando no haya problemas de escucha en línea en la sala”, añade.
Y aunque Triviño estima que se pierde más tiempo “entrando y saliendo de la audiencia que si pudiéramos hacerlo de forma telemática, además que se cumple con la oralidad del procedimiento y se gana tiempo, lo que es beneficioso para los tribunales, ya que agiliza el sistema”, cree que la decisión sobre la modalidad a seguir debiera ser tomada por los tribunales.
“Si el juez se traslada a la corte para llevarla a cabo, creo que el abogado debería hacer lo mismo, a menos que esté en otra región”, argumenta. Sin embargo, en audiencias menos relevantes, como las solicitudes de prórroga de plazos, dice que se podrían habilitar salas telemáticas especiales.
“En mi opinión, se pierde más tiempo entrando y saliendo de la audiencia que si pudiéramos hacerlo de forma telemática. Además, se cumple con la oralidad del procedimiento y se gana tiempo, lo que es beneficioso para los tribunales, ya que agiliza el sistema”, concluye Triviño.
Maturana, por su parte, añade otro elemento a este debate: no solo el interés del profesional es relevante, sino que también el del cliente, quien muy probablemente no quiera que el abogado realice su labor de forma virtual y les cobre lo mismo que si fuera presencial.
“Si estamos en Punta Arenas y tienes que venir a la Corte Suprema, me parece obvio que el alegato presencial debe tener un precio mucho más alto que el virtual. Tendrías que pagar el avión y el hotel, y probablemente estar en Santiago al menos dos días para poder asistir al alegato”, explica sobre este necesario ajuste de aranceles.
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