Adolfo Silva: «Se nos enseñó que basta saber de Derecho y no tener empatía»

Adolfo Silva

«Los abogados tendemos a ver las cosas en blanco y negro. Es bueno estar en contacto con el mundo real, no solo con el mundo jurídico, sino que con las empresas también», señala el docente de la Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y codirector del diplomado de Legal Management de ese mismo plantel Adolfo Silva en la última sesión del ciclo de entrevistas dirigido por Lorena Borgo.

Y añade, en esta conversación sobre la importancia del área y la necesidad de que los abogados adquieran conocimientos fuera de las mallas tradicionales, que en el programa a su cargo «consideramos el aporte de personas ligadas a la comunicación e ingenieros, buscamos salir de lo típico disciplinar», ya que el Derecho, comenta, agrega valor cuando se suman otras perspectivas.

Al examinar esta herramienta, el especialista precisa que se construye en torno a cinco piezas: gestión, proyectos, legaltech, legal design thinking y comunicaciones. Estas áreas, a su juicio, se complementan unas con otras y son necesarias para innovar la práctica jurídica.

«Si uno no tiene la estructura mental de manejar una firma como un proyecto podría tener problemas con los costos, por ejemplo, ya que si no tienes herramientas de gestión no vas a poder administrar las ideas para el proyecto; debes saber de legaltech, si quieres poner tecnología en tu firma, y para comunicar debes saber de comunicaciones», argumenta sobre la utilidad del Legal Management al interior de los estudios jurídicos.

Silva es abogado y doctor en Derecho, especializado en Derecho Comercial y Económico, además de cofundador de Contraloría Privada, empresa dedicada a la prestación de servicios legales alternativos (ALSP).

Ampliando los conocimientos con Legal Management

Una vez definida la utilidad del Legal Management en los estudios legales, el experto explica que para implementarlo se requiere un cambio en las mallas curriculares de las facultades de Derecho, las que se caracterizan por poseer una fuerte tradición de lo que se enseña en las aulas.

«Aquellos que toman las decisiones responden a la lógica tradicional y si lo tradicional ha funcionado, ¿por qué vamos a inventar ahora la rueda y hacer algo que asume más riesgos?», dice que es la manera en que se abordan las innovaciones en las escuelas. «Los abogados somos naturalmente aversos al riesgo, por lo que tenemos que verlo poco a poco», añade.

En el caso del programa de Legal Management que dirige, cuyas clases se realizan en posgrados de la PUCV, los principales interesados en el tema son abogados ya egresados, debido a que se dan cuenta que aprender sobre gestión y tecnológica se vuelve una necesidad al momento de estar trabajando.

«Históricamente se nos enseñó que basta saber de Derecho y no tener empatía, no saber comunicarse, no ver las cosas como proyectos y menos crear formas distintas y novedosas de hacer el delivery», asegura sobre el escenario actual, aunque, agrega, el cambio vendrá con el remplazo generacional a futuro, tanto entre los abogados como con los clientes.

Por ello, insta a los abogados a no tener miedo a equivocarse y, afirma, «si alguien quiere mejorar su servicio, obviamente se va a equivocar en el camino. Si queremos hacer las cosas diferentes habrá que probar y no todo saldrá perfecto a la primera».

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