El rol de las gerencias legales y las prácticas empresariales responsables

En el mundo empresarial actual, los compromisos con la responsabilidad corporativa y el impacto positivo en la sociedad han dejado de ser opcionales. Las expectativas de los consumidores, inversores y reguladores han comenzado a exigir que las empresas adopten prácticas más éticas, sostenibles e inclusivas. En este contexto, las gerencias legales emergen como actores clave para garantizar no solo el cumplimiento normativo, sino también para promover liderazgos comprometidos con el desarrollo sostenible.

Ignacio Obando

Históricamente, las gerencias legales han estado asociadas principalmente a la mitigación de riesgos y a la resolución de disputas. Sin embargo, su potencial va mucho más allá de estas funciones tradicionales. Con una perspectiva integral y un profundo entendimiento de los marcos regulatorios y los estándares internacionales, estas áreas tienen la capacidad de catalizar cambios significativos en la cultura organizacional y en la forma en que las empresas interactúan con sus partes interesadas.

Para comprender cómo las gerencias legales pueden liderar este cambio, analicemos tres pilares fundamentales: Primero, es la incorporación de principios ESG en la estrategia empresarial. Los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) se han convertido en un lenguaje universal para medir el impacto de las empresas. Más allá del cumplimiento normativo, los abogados internos tienen una posición privilegiada para integrar estos principios en las decisiones estratégicas de sus organizaciones.

Por ejemplo, pueden identificar riesgos legales asociados a impactos ambientales, como emisiones de carbono o contaminación de recursos naturales, y proponer soluciones innovadoras que mitiguen dichos riesgos. En el ámbito social, pueden fomentar acuerdos contractuales que promuevan condiciones laborales justas en toda la cadena de suministro. En cuanto a la gobernanza, su rol es crucial para establecer políticas internas transparentes y éticas que fortalezcan la confianza de los stakeholders.

La integración de ESG no solo protege a la empresa de sanciones legales o reputacionales, sino que también la posiciona como un actor comprometido con el futuro del planeta y el bienestar de la sociedad.

Por otro lado, aparece el Fomento de Diversidad e Inclusión (D&I). El compromiso con la diversidad y la inclusión no debe ser solo un eslogan. Las gerencias legales tienen un papel esencial en la creación de entornos laborales diversos y equitativos. Esto incluye garantizar que las prácticas de contratación y promoción sean inclusivas, eliminando barreras que perpetúan sesgos discriminatorios.

Además, los abogados in-house pueden liderar iniciativas para revisar y actualizar políticas internas, asegurándose de que estén alineadas con los principios de igualdad de oportunidades. Por ejemplo, pueden abogar por licencias parentales equitativas o programas de mentoría para grupos subrepresentados. Este tipo de liderazgo y compromiso no solo mejora la cultura organizacional, sino que también refuerza el
cumplimiento de normativas antidiscriminatorias y laborales.

Y más importante aún es el impulso de programas pro bono con impacto social. El trabajo pro bono representa una oportunidad única para que las gerencias legales extiendan su impacto más allá de los muros de la empresa. Asesorar a organizaciones sin fines de lucro, emprendedores sociales o comunidades vulnerables no solo refleja un compromiso ético, sino que también contribuye al cumplimiento de estándares internacionales en responsabilidad social empresarial.

Un programa pro bono bien estructurado puede abordar problemáticas urgentes, como acceso a la justicia, defensa de derechos humanos o apoyo a pequeños negocios en su formalización. Además, permite a las empresas fortalecer su reputación corporativa al alinearse con los valores sociales de sus stakeholders.

Las gerencias legales que asumen un rol proactivo en estas tres áreas no solo benefician a sus empresas, sino también contribuyen a un impacto sostenible y positivo en la sociedad. Este liderazgo transformador demanda una visión que trascienda los intereses inmediatos de la organización para enfocarse en su contribución a largo plazo.

Es momento de reflexionar: ¿Está tu equipo legal impulsando estas iniciativas? ¿Cómo podrían integrarse aún más en la promoción de prácticas empresariales responsables? Al hacerlo, no solo estarán fortaleciendo su posición en el mercado, sino también construyendo un futuro más justo y sostenible para todos.

 
Ignacio Obando, coordinador de la Red Pro Bono de las Américas.
 
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