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jueves, 2 de mayo de 2024

editorial

El proceso de deconstrucción

Cuando en el país donde nací se comenzó a usar el término “deconstrucción”, mi sensación fue muy parecida a la de muchos años después, cuando se generalizó el uso de la raíz de jengibre: de descubrimiento y absoluto gozo. Desarmar, deshacer, descoser para luego entender, corregir, reutilizar o crear es extremadamente gratificante. El único problema […]

- 13 diciembre, 2020

Cuando en el país donde nací se comenzó a usar el término “deconstrucción”, mi sensación fue muy parecida a la de muchos años después, cuando se generalizó el uso de la raíz de jengibre: de descubrimiento y absoluto gozo.

Desarmar, deshacer, descoser para luego entender, corregir, reutilizar o crear es extremadamente gratificante. El único problema son los tiempos, lo que a la vez hace del proceso un desafío del que muchas veces se toma conciencia sólo al término del camino, una vez que vemos el resultado.

Desde la educación religiosa o simplemente por historial familiar, solemos relacionarnos con la culpa de una determinada manera que, con los años, reaprendemos, mejoramos o tiramos a la basura. Y cuando, muy jóvenes todavía —probablemente sin siquiera digerir esa culpa transmitida— entramos a estudiar Derecho, se nos abren los horizontes del lenguaje. La culpa no tiene que ver ya con el peso moral de haber tomado una decisión errónea, porque no fuimos juiciosos o por simple ignorancia; y tampoco tiene que ver con la vergüenza de nuestro mal obrar o pensar o sentir.

Ahora la culpa tiene forma, tiene estructura y sistematización. Tiene categorías. Tiene un sinónimo y un significado: negligencia y falta de diligencia. Tiene parámetros. Y —con una candidez que mirada desde el hoy causa ternura— creemos que, conociendo etapas y divisiones, hemos dominado la materia. Recién ingresados en la Escuela de Derecho, ya estamos deconstruyendo la culpa orientadora que guió nuestro crecimiento, cambiando su acepción por otra, sofisticada y aparentemente accesible.

En una muestra de trabajo académico conjunto entre países (de esas que aplaudimos en Idealex.press), la Universidad Externado de Colombia arbitró, editó y publicó un trabajo de investigación del profesor chileno Cristian Aedo, titulado “Los fundamentos filosóficos de la culpa jurídica”.

Pero esta vez, viviendo la vida de modo circular, nos encontramos con que Aedo se aboca a la deconstrucción de la culpa, donde tenemos que guardar en un cajón por un tiempo, aquella relativa a la responsabilidad civil, y leemos sobre vergüenza, pecado, mancilla, arrepentimiento, valores morales, conciencia, simbología y simbolismo. Tras ello y ya hacia el final, el autor aborda las relaciones entre la culpa filosófica y la culpa jurídica.

Sofía Martin Leyton
Directora
Idealex.press

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