El impacto del análisis criminal en instituciones y operadores judiciales de Latinoamérica

Claudio Soto Coronado
csoto@idealex.press

Datos, datos y más datos. Drones, cámaras, programas y un sinnúmero de instrumentos captan diariamente cifras exorbitantes de información en cada uno de los rincones de los países de Latinoamérica, pero, sin embargo, aun poco uso se les da a estos para tomar decisiones y elaborar políticas públicas que beneficien a la población, como, por ejemplo, en el ámbito de la seguridad y la justicia.

Para revertir ese panorama por parte de quienes se desempeñan en esta tarea ya sea en el ámbito público y privado, esta semana se puso en marcha una Red Latinoamericana de Analistas Criminales que, mediante un impulso a distintas herramientas de colaboración y profesionalización de la actividad, buscan posicionarse como una figura clave en la prevención, control y persecución de los delitos para mejorar los estándares frente a los órganos jurisdiccionales.

En el marco de un evento multilateral desarrollado por la Universidad Alberto Hurtado de Chile (UAH), Yarisa Walsh, presidenta del comité de relaciones internacionales de la Asociación de Analistas Criminales (IACA, por sus siglas en inglés), con sede en Estados Unidos, señaló que “la colaboración mundial de los analistas es muy importante, ya que puede permitir la prevención de la actividad criminal en las comunidades”.

En tanto, Héctor Amaya (Colombia), presidente del subcomité de desarrollo del análisis criminal para América Latina de la misma institución, reconoció que en la región aún persisten retos para el adecuado tratamiento de la información en el ámbito penal: “Hay un exceso de datos, hay demasiada tecnología, pero pocas personas preparadas para interpretar y poner en manos que quienes toman decisiones información de calidad y consistencia”.

La mirada de la OEA

La Organización de Estados Americanos (OEA) mira con optimismo el desarrollo de está área del conocimiento y de cómo ésta puede aportar sobre todo a la labor de los operadores judiciales en el continente, como, por ejemplo, las fiscalías.

“El análisis criminal nos permite transitar desde lo reactivo de la persecución penal a lo proactivo y prospectivo, a partir de una adecuada lectura de la realidad delictiva basada en la evidencia. Así focalizamos los recursos y esfuerzos de la prevención, control y persecución”, señaló Karen Bozicovich, jefa de la sección de información de seguridad pública del Departamento de Seguridad Pública de la OEA (DSP-OEA).

Los expertos reconocen que los países latinoamericanos presentan todavía asimetrías en el adecuado tratamiento de información relevante para los sistemas de seguridad y justicia, y que por ello se hace más patente la necesidad de compartir experiencias exitosas y trabajar en red.

“Aún hay asimetría en los distintos países. No se trata de contar con el mejor software sólo para recolectar datos. Tenemos que comenzar a generar información para la toma de decisiones y así aproximarnos a los mercados criminales de manera sistemática y que ella sea utilizada en los juicios, ya que la presencia de los analistas criminales es cada vez mayor en estos”, señaló Oscar Santiago Quintos, director del Centro Nacional de Planeación de la Fiscalía General de la República de México.

Red en Chile

Con esta lógica, en el evento se presentó la Red IACA-Chile, que permitirá el intercambio de los analistas criminales que trabajan actualmente hoy en fiscalías y municipios, ya que una de las claves de la persecución penal en este país es el impulso que la Fiscalía Nacional las ha dado a la Unidades de Análisis Criminal y Focos Investigativos, integrándolas al día a día del trabajo de los abogados persecutores.

El doctor Patricio Tudela, analista criminal de dilatada trayectoria internacional y quien lidera esta red, señaló que “hay que apoyar a las autoridades para el desarrollo de mejores políticas de seguridad. Para ello —dijo— hay que poner énfasis en el desarrollo de las personas para que estas a su vez ayuden a mejorar protocolos de la persecución y estándares de desempeño judicial”, cerró.

Por su parte, el director del Centro de Seguridad Urbana de la UAH, Franz Vanderschueren, quien ha trabajado profusamente con distintos municipios del país para que estos incorporen analistas que ayuden a la focalización de sus recursos en materias de criminalidad e incivilidades fue enfático en reconocer que “la prevención está seriamente en duda en toda la región y no así la represión, por lo que la interdisciplinariedad de los equipos resulta fundamental”.