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jueves, 21 de noviembre de 2024

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El drama de las Big Four: las diversas crisis de las grandes auditoras y consultoras

Las firmas Deloitte, EY, KPMG, PwC, entre otras, lograron crecer durante la pandemia, pero ahora han empezado a sufrir una deceleración en sus filas de origen multicausal.

- 12 julio, 2024

Las consultoras y grandes auditoras, conocidas como las Big Four y otras que se han ido sumando, están pasando por un periodo de incertidumbre.

Rana Aylin Foroohar, columnista de negocios y editora asociada del Financial Times, señala en una columna que el auge de la inteligencia artificial, el cual puede desempeñar de manera eficiente los trabajos de menor nivel de complejidad, está causando un declive en el área: “La consultoría tendrá que cambiar, porque en la actualidad la tecnología puede hacer mucho en el extremo inferior de la escala salarial. La IA puede hacer una presentación en PowerPoint o un documento de investigación lo suficientemente bueno, eliminando mucho de lo que solían hacer los consultores novatos. Mientras, hay más competencia en la parte superior con todo tipo de firmas de análisis de riesgos y expertos compitiendo por una porción del negocio”.

consultorasRana Foroohar

Según Kennedy Research Reports, el periodo de crecimiento que tuvieron las grandes consultoras durante la pandemia, cuando las empresas buscaron ayuda para hacer frente a problemas en la cadena de suministro, el auge del teletrabajo y la impredictibilidad de la economía durante tal periodo, ha llegado a su fin.

Según la empresa investigadora, desde 2021 ha habido una desaceleración del crecimiento en Bain, BCG, McKinsey, Deloitte, EY, KPMG, PwC y Accenture. En 2021 habían logrado crecer un 20%; en 2022, un 13% y se estima alrededor de un crecimiento de 5% en 2023. Kennedy Research atribuye la caída a la reducción de la demanda de los clientes y a la falta de fusiones y adquisiciones a nivel global, lo que normalmente conducía a aumentos de trabajo para el sector.

A ello se suma la contratación de un gran número de personas durante el periodo de bonanza de 2020, que le ha pasado factura a las consultoras ahora que se encuentran con menor crecimiento. En 2023, KPMG recortó 700 puestos de trabajo en EEUU y 200 en Australia; Accenture anunció 19.000 despidos; McKinsey despidió a 2.000 de su 45.000 empleados; Deloitte recortó 1.200 puestos de trabajo en Estados Unidos; en el mismo país EY recortó 3.000 trabajadores; y en 2024 PwC ha despedido a 100 empleados de sus oficinas en Beijing.

Pero no son sólo problemas internos los que hay presentes en la industria, y es que esta crisis ocurre en un contexto donde estas empresas han sufrido diversas controversias.

Meses de caos

En China, los clientes de PwC han empezado a dejar a la consultora este año. De acuerdo a Bloomberg, más de 30 compañías terminaron los servicios de PwC y miembros de esa sucursal se han unido a firmas rivales como Deloitte y EY. En el contexto de la crisis de deuda de la empresa de bienes raíces china Evergrande, Price ha recibido críticas sobre su manejo de la situación como auditora, sobre todo porque ahora su cliente está en un proceso de investigación por el gobierno por fraude al fisco.

Pero no ha sido la única consultora que se ha metido en problemas y sufrido embates económicos. En España, la Audiencia Provincial de Madrid condenó a EY a indemnizar con un total de € 3.255.109 (US$ 3.549.643) a 130 inversionistas por la salida a bolsa de Gowex. De acuerdo a Economist & Jurist, el órgano judicial cargó contra EY por no impedir la publicación de información errónea sobre la situación patrimonial y financiera de la sociedad, lo que causó, a criterio de la Audiencia, una sobrevaloración artificial del precio de las acciones de Gowex y su desplome, dañando económicamente a varios accionistas.

En Alemania, a EY se le impuso una multa de € 500.000 (US$ 541.650) y se le prohibió participar en licitaciones y realizar nuevas auditorías para empresas de interés público durante 2 años, lo que incluye a todas las que cotizan en bolsa, así como a la mayor parte del sector financiero, formado por bancos y compañías de seguros. La medida se debió, de acuerdo a Reuters, a que uno de sus clientes, la empresa fintech Wirecard, se declaró insolvente en junio de 2020, debiendo a sus acreedores casi US$ 4.000.000.000 tras revelar un agujero de € 1.900.000.000 (US $ 2.072.058.986) en sus cuentas que, según EY, eran el resultado de un sofisticado fraude global. Por otro lado, el Auditor Oversight Body (AOB) de Alemania considera que EY incumplió sus obligaciones en relación con el escándalo.

consultorasEY, KPMG, PwC, Deloitte

EY y PwC también fueron multadas por el Financial Reporting Council del Reino Unido por £ 9.300.000 (US$ 12.079.995) por fallar en auditar las cuentas de London Capital & Finance, una empresa de minibonos quebrada que acabó con las inversiones de miles de ahorrantes. The Guardian reporta que la organización gubernamental señaló que los auditores incumplieron con sus obligaciones y no entendieron el negocio que estaban asesorando, lo que permitió que hubiera “inexactitudes materiales” en las cuentas de la empresa.

Mientras, en Australia, el gobierno de Canberra tiene en la mira a las Big Four por considerarlas malgasto de dinero, debido a sus asesorías tecnológicas para proyectos que salieron mal o fueron cancelados antes de entrar en funcionamiento, volviendo inútiles sus asesorías. Para eso ha empezado a desvincular de a poco a las consultoras de los negocios públicos a los que los privados pueden optar en AusTender y lanzó una investigación en proyectos de TI del sector público asesorados por las Big Four. En ese contexto, KPMG declaró, según una publicación de The Mandarin, que la participación de KPMG «en los proyectos específicos de TI a los que se hace referencia en el mandato de la investigación es limitada y/o está fuera de su alcance” y que cualquier trabajo realizado por la empresa en proyectos solicitados por el Ministerio del Interior australiano está sujeto a estrictas y continuas obligaciones de confidencialidad.

En abril de este año, el Consejo de Supervisión de Contabilidad de Empresas Públicas de Estados Unidos (PCAOB, por su sigla en inglés) impuso a KPMG Netherlands una multa de US$ 25.000.000 por hacer trampas en los exámenes obligatorios de formación interna de más de 500 de sus profesionales, desde al menos octubre de 2017 hasta diciembre de 2022. También se inhabilitó a altos directivos de la firma de poder trabajar en empresas auditoras y de contabilidad, incluyendo a Marc Hogeboom, ex jefe de aseguramiento de KPMG Netherlands, se lee en The Wall Street Journal.

Ya en 2019 KPMG había acordado pagar US$ 50.000.000 a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) por una serie de infracciones, entre ellas, las trampas en los exámenes de formación interna, compartiendo indebidamente las respuestas y manipulando sus resultados. En 2022, Ernst & Young acordó una multa de US$ 100.000.000 por el mismo motivo.

El fin de una época dorada

consultorasMariana Mazzucato

Este año se publicó la versión en español de “The Big Con: How the Consulting Industry Weakens Our Businesses, Infantilizes Our Governments, and Warps Our Economies”, de las economistas Mariana Mazzucato y Rosie Collington, quienes analizan de forma crítica la industria de las auditoras.

“Gracias al espejismo de que son fuentes objetivas de experiencia y capacidad, estas consultoras —cuyo interés no suele coincidir con el colectivo— venden sus servicios a gobiernos reacios al riesgo y a empresas centradas en maximizar el valor para el accionista. Mientras aplican un barniz de autoridad, arraigan en sus clientes el pensamiento a corto plazo y una merma de sus conocimientos especializados y su capacidad de aprender. Por si fuera poco, nuestros mejores y más brillantes licenciados a menudo se desvían del servicio público a la consultoría”, menciona la descripción del libro.

consultorasRosie Collington

Este mecanismo, de acuerdo a las autoras, se formó a partir de las décadas de 1980 y 1990 luego de diversas reformas, tanto de la derecha neoliberal como de aquellos gobiernos progresistas que seguían la ruta de la “Tercera Vía”. Tal sistema sería en parte responsable de la mala gestión de diversos gobiernos durante la pandemia, periodo en el cual varias de estas consultoras prosperaron.

Rana Aylin Foroohar, la columnista de negocios en el Financial Times, considera que la crisis que sufren estas empresas es la prueba de que el sistema que existe desde 1980 está llegando a su fin y que, por ende, una recesión en el mercado de las consultoras puede darle nueva vida al mismo: “La consultoría suele ganar dinero pidiendo a las empresas que reduzcan personal. También puede reemplazarlos temporalmente con tecnología o más consultores, sin todas esas molestas cuestiones de empleo a tiempo completo o las prestaciones. Pero tengo la sospecha de que, así como muchos empleos superfluos en el extremo inferior de la cadena alimenticia socioeconómica han desaparecido en las últimas décadas, las industrias administrativas, como la consultoría, también serán golpeadas por una disrupción”.

 
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