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sábado, 22 de junio de 2024

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El aporte del trabajo pro bono para las firmas legales

“Según un estudio de Deloitte, en Estados Unidos casi la mitad de estos trabajadores espera que sus empleadores den prioridad a objetivos que trascienden la mera rentabilidad, como el impacto ambiental y, en nuestro caso, el acceso a la justicia”.

Eva Méndez - 30 mayo, 2024

En el actual panorama laboral, marcado por una creciente demanda de propósito y ética por parte de las nuevas generaciones, el trabajo pro bono se erige en una herramienta estratégica para las firmas legales que buscan retener talento joven y, al mismo tiempo, fortalecer su reputación corporativa. Son aportes claves en el mundo actual, donde Fundación Pro Bono, en su misión de promover el voluntariado legal en Chile, se ha transformado en un actor clave, facilitando que las principales firmas del país integren la responsabilidad social como parte esencial de su operación.

trabajo pro bonoEva Méndez

Y es que el problema se ha transformado en algo muy doloroso, especialmente en el área legal. Los profesionales jóvenes, particularmente los Millennials y la Generación Z, priorizan trabajar en organizaciones que reflejen sus valores y contribuyan positivamente a la sociedad.

Según un estudio de Deloitte, en Estados Unidos casi la mitad de estos trabajadores espera que sus empleadores den prioridad a objetivos que trascienden la mera rentabilidad, como el impacto ambiental y, en nuestro caso, el acceso a la justicia. Esta tendencia también es observable en Chile, donde la fuerza laboral joven representa una proporción significativa del total, y donde muchos buscan alinearse con empresas que comparten sus principios éticos y sociales.

Esto, además, teniendo en cuenta que se trata de un sector donde la rotación de personal puede ser extremadamente costosa, tanto en términos económicos como de pérdida de conocimiento y continuidad, ofrecer a los jóvenes profesionales oportunidades para participar en voluntariado legal puede marcar la diferencia. Los trabajadores jóvenes permanecen en sus empleos, en promedio, la mitad del tiempo que las generaciones anteriores, lo que convierte la retención en un desafío crítico. Reducir el riesgo de que se conviertan en “zombis laborales”, o dicho en otras palabras: empleados presentes físicamente, pero ausentes emocional y mentalmente.

Es en este contexto donde el voluntariado legal ofrece una propuesta de valor única, apelando a los valores y contribución social que piden estas nuevas generaciones. Permitir que los jóvenes abogados participen en proyectos de voluntariado no solo enriquece sus habilidades técnicas y experiencia profesional, sino que también fortalece su sentido de compromiso y pertenencia. En particular para quien permite estos espacios.

Y es que el trabajo pro bono tiene un impacto directo en la comunidad, en donde se hacen charlas y talleres de educación legal a niños, niñas, jóvenes y adultos; también se puede orientar legalmente —directa e indirectamente— a personas que han visto frustrado su acceso a justicia, y la posibilidad de ayudar a organizaciones sociales y microempresas a surgir con el mejor de los estándares legales.

En un mundo donde la percepción pública de las empresas está cada vez más influenciada por sus acciones en materia de sostenibilidad y justicia social, las firmas legales que se comprometen con el voluntariado legal son vistas como líderes responsables y éticamente comprometidos. Este prestigio no solo atrae a clientes que valoran estas cualidades, sino que también fortalece la relación con los actuales, quienes ven reflejados sus propios valores en la empresa con la que trabajan.

Institucionalizar estas prácticas es parte del rol de Fundación Pro Bono. Esto es organizar el voluntariado legal dentro de las oficinas miembros, asegurando que estas iniciativas no sean esfuerzos aislados, sino parte integral de la estrategia corporativa. Al hacerlo, no solo se mejora la calidad de vida de las comunidades beneficiadas, sino que también se crea un entorno laboral más atractivo y estimulante para los jóvenes abogados, quienes buscan que su trabajo tenga un impacto significativo.

Finalmente, la integración del trabajo pro bono como parte de la propuesta de valor para los empleados puede diferenciar significativamente a una firma en el competitivo mercado laboral actual. Y si bien, puede ser que la base salarial sea el gatillador principal de la rotación de talento joven, hay commodities que el dinero no les entrega a las nuevas generaciones.

 

Eva Méndez es abogada de la Universidad Diego Portales, Jueza de Ética en el Colegio de Abogados de Chile y directora ejecutiva en la Fundación Pro Bono.

 
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