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viernes, 29 de marzo de 2024

mercado legal

Startup lawyers: abogados diferentes

En la IE School, de España, tienen un programa de estudios de posgrado que reproduce el ciclo de vida de una startup, desde el nacimiento de la idea hasta el “exit” o desinversión por parte de los socios fundadores. Dos abogados chilenos dedicados a los emprendimientos entregan algunos consejos.

- 15 abril, 2016

Paz Vásquez Gibson

 

startup lawyersPixabay
Esta semana comenzó un programa de estudios de dos meses de duración que capacita a abogados de todo el mundo; el objetivo: convertirlos en abogados que se adapten a las necesidades jurídicas de los nuevos emprendedores.
 
Se trata de Startup Lawyers, un programa del IE Law School que reproduce el ciclo de vida de una startup, “desde el nacimiento de la idea (…) hasta el exit o desinversión por parte de los socios fundadores”, explica Alejandro Touriño, director del programa, en entrevista al medio español ElDerecho.com.
 
La idea es formarlos con una visión interdisciplinaria para que puedan entregar una solución y consejo jurídico especializado en los distintos ámbitos del emprendimiento. Esto, dice Touriño, porque “en los últimos tiempos observamos un enorme crecimiento en cuanto al volumen y calidad de las startups en España, con cada vez más inversión, más aceleradoras y más startups, las cuales demandan servicios jurídicos con una aproximación radicalmente distinta a la tradicional manera de ejercer la abogacía”.

Las características de los startup lawyers

Primero ─aclara Touriño─ deben ser abogados proactivos, que hablen el idioma de los emprendedores y entiendan en qué consiste su negocio; que sepan predecir sus necesidades y flexibilizar su estructura de precios.
 
Por otra parte, trabajar con emprendimientos de alto potencial implica también una serie de retos profesionales ─explica el profesor UC Cristóbal Silva, abogado fundador de FenLabs, una empresa de servicios profesionales dedicada a startups de tecnología─, ya que tienen que lidiar con las complejidades propias de la industria, “lo que demanda un mayor esfuerzo y creatividad no sólo de parte de sus abogados, sino también desde el punto de vista contable y administrativo”.
 
Además, según Touriño, existen dos requisitos fundamentales para ser un “startup lawyer”: tener conocimiento técnico y también “pura actitud frente al cliente”. “Obviamente, nadie será un buen abogado de startups si no es antes un buen abogado” ─aclara─ y “quien pretenda asesorar con éxito a una startup no puede pensar en ir con el ‘no’ por delante, sino que tendrá que saber que su cliente busca el modo de llevar a cabo, con el mínimo riesgo posible, eso que está buscando”.
 
De la misma opinión es Cristóbal Silva, quien recomienda no descuidar la formación propia de un abogado, que implica, muchas veces, pasar por una oficina tradicional. “Me parece que esta formación sienta las bases jurídicas; el rigor y la disciplina de trabajo que los van a ayudar a convertirse en buenos startup lawyers”, dice.
 
Sin embargo, Pablo Tromben —socio y fundador de Endurance Law SpA y de Venture Capital, que lleva cinco años asesorando a emprendedores e inversionistas— advierte que la realidad de las startups también puede ser muy caótica, “lo que te choca mucho como abogado cuando vienes de un estudio o de una empresa mucho más formal y estructurada”. Su recomendación, por tanto, es tener paciencia, paciencia y más paciencia.
 
Pero ser un buen y paciente abogado no es suficiente. “Tal vez las mayores diferencias están dadas por el grado de especialización y de foco en una industria o tipo de empresa particular, lo que les permite a los abogados de emprendedores ser muy eficientes en su trabajo”, explica Silva.
 
La tarea no es fácil, pero cada día se suman más interesados a esta tendencia. En Chile, no obstante, es aún muy incipiente, afirma Tromben, “y está más bien asociado al lado financiero —con rondas de capital, term sheets y opciones— que al diseño y creación de modelos de negocios y legales sustentables en el tiempo”, agrega.
 
Touriño, en tanto, es enfático. “El mundo va por otro camino” ─dice─ y “si queremos mirar hacia donde el mundo va, no podemos únicamente contentarnos con entender al cliente tradicional”. Y es que las startups no son una moda pasajera. “Por el contrario, obedecen a un nuevo paradigma de creación de riqueza y empleo”, asegura Tromben.
 
Por eso, el programa de estudios que dirige Touriño está pensado precisamente para que el abogado sea capaz de adaptares a las nuevas necesidades. Y Silva agrega: “En los tiempos actuales no se puede servir bien a los clientes sin entender su negocio, sus riesgos y dificultades, lo que no quiere decir que no haya que prestar atención a los temas legales, ya que éstos son la razón principal por la que se contrata a los abogados”, concluye.
 
Revisa la entrevista original publicada en Expansión aquí.
 

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