¿Descentralización, regionalización, federación?

A poco más de 20 días para la elección de los 155 integrantes de la Convención Constitucional que escribirá la nueva carta fundamental de Chile, el debate se ha ido centrando en temas como los derechos sociales, el reconocimiento a los pueblos originarios y una revisión al actual sistema político.

No obstante, sobre todo lejos de la capital, hay un tema que destaca en muchas candidaturas: la descentralización. La preocupación por esta temática no es nueva y se refleja en diferentes estudios, como por ejemplo una publicación del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, titulada “Descentralización: ¿hacia dónde vamos?”.

En dicha publicación —realizada por los investigadores Ignacio Irarrázaval y Jorge Rodríguez— se cita la Encuesta Bicentenario de 2012, en la que se señala que “más de la mitad de la población estaba de acuerdo con que las regiones pudieran elegir sus propias autoridades, disponer de los recursos generados en su territorio y manejar libremente su propio presupuesto”.

Otro aspecto que destaca el texto es que, dentro de los países que son parte de la OCDE, Chile es el que tiene el gasto público más bajo en esta materia junto con ser uno de los países que tiene el gasto fiscal más centralizado.

Asimismo, un grupo de universidades regionales publicaron el Barómetro Regional 2019, donde más de un 80% de los encuestados cree que es importante o muy importante que los gobiernos regionales puedan tomar decisiones con independencia del gobierno nacional y que los impuestos que se generan en regiones, se mantengan en las mismas.

¿Falta de voluntad política?

El origen del sistema de regionalización en Chile data del año 1974, cuando se definieron 13 de las 16 regiones que actualmente existen. Las restantes fueron creadas a través de modificaciones legales hechas el año 2007 y 2017.

Macarena Letelier

Pero a pesar de ser un tema constante en el debate político de las últimas décadas en Chile, no existen muchos avances concretos. ¿Las razones? Según el abogado Daniel Bravo, candidato por el distrito 5 de la región de Coquimbo (norte de Chile), “los parlamentarios no están vinculados con las regiones, no han sufrido en carne propia el centralismo y no representan esta demanda”.

Por su parte, la profesora de la Universidad de Concepción y candidata por la región del Bío Bío Amaya Álvez, cree que existe “un acuerdo de palabra” sobre la descentralización, pero que no se traduce “en un compromiso para entregar más poder a los territorios”.

Según Macarena Letelier, quien es candidata por el distrito 10 en la región Metropolitana, no se trata de un problema de voluntad, sino que la brevedad de los ciclos políticos no permite abordar temas más complejos como éste. Por lo mismo, cree que este proceso constituyente “es la oportunidad para ahondar en este problema, donde hay cierto acuerdo respecto a la necesidad de descentralizar Chile y lograr que Santiago no sea la única alternativa para que las personas puedan desarrollarse”.

Estado regional

Una de las propuestas que ha surgido para combatir el centralismo en el que vive Chile está vinculada al tránsito desde el actual Estado unitario hacia un Estado federal. En este caso, los abogados y abogadas consultados para esta nota descartan esta propuesta, pero con matices.

Para Macarena Letelier, el país no está preparado para un Estado Federal: “Creo que sería un cambio muy drástico, ya que si no hemos sido capaces de descentralizar en un estado unitario, menos lo haremos en un estado federal”.

Daniel Bravo

Asimismo, Álvez, la profesora de la Universidad de Concepción, sostiene: “Debido a la base poblacional del país, tendríamos pocas entidades federadas, y la experiencia comparada dice que en casos así, como Bélgica, es muy difícil ponerse de acuerdo para organizar el gobierno”. Por su parte, Daniel Bravo agrega que montar un estado federal «es caro y complejo, porque requiere una alta inversión”.

No obstante, tanto Amaya Álvez como Daniel Bravo proponen una salida intermedia: un estado regional. Para ello, coinciden en que es importante mirar tanto el modelo español como el italiano. “Este formato mantiene sólo un Poder Judicial, pero entrega más competencias a las regiones a nivel administrativo, económico y legislativo”, afirma Álvez.

Otro desafío, señala Bravo, está vinculado a superar lo que él denomina una “cultura del centralismo”. Según el abogado, existe una mentalidad centralista en todas las decisiones y, por lo mismo, es necesario “ir avanzando de manera paulatina, por lo que el modelo regional es un buen avance, entregando atribuciones de a poco a las regiones”.

Democracia más participativa

Amaya Álvez

Otros aspecto en el que los entrevistados coinciden es que para que Chile logre ser más descentralizado, es muy importante contar con un sistema político que permita más y mejor participación por parte de los ciudadanos.

“Es muy relevante combinar este sistema regional con democracia directa, con mecanismos que permitan a las autoridades tomar las decisiones más cerca de quienes se verán afectados por ellas”, sostiene Daniel Bravo.

Una visión similar tiene Macarena Letelier, quien centra la mirada en el aporte que pueden hacer los municipios. La abogada afirma: “Debemos lograr que las personas no tengan que desplazarse a otro lugar para obtener un servicio sino que acercarlos a los ciudadanos, con aporte de la tecnología y una mayor eficiencia”.

Amaya Álvez, por su parte, agrega como un simbolismo de esta descentralización que la próxima Convención Constitucional pueda funcionar de manera itinerante: “Es muy importante lograr que la discusión sea transparente, descentralizada y es necesario buscar mecanismos para que durante la propia discusión exista equidad territorial”.

 
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