Independientemente de la jurisdicción, el uso de las pelucas es un ornamento habitual entre altas magistraturas de los respectivos sistemas...
Dark Waters: cuando la justicia es más fuerte que los intereses económicos
La película, que está disponible en Amazon Prime Video, nos muestra al abogado Robert Bilott (Mark Ruffalo) enfrentando a una poderosa empresa química estadounidense.
9 febrero, 2021
-Un desarrollado sentido de justicia e indignación es el eje principal de la película Dark Waters, estrenada en 2019, que nos muestra un convincente Mark Ruffalo en la piel del abogado Robert Bilott, quien enfrenta una larga lucha contra una poderosa compañía estadounidense, trabajo que puso en riesgo su prometedora carrera en una prestigiosa firma de Cincinnati y, de paso, a su familia.
Este drama judicial dirigido por Todd Haynes —disponible en Amazon Prime Video— conmueve por un hecho esencial: la película está basada en un caso real, el guion fue construido tomando como inicio la crónica publicada por New York Times Magazine en 2016, titulada “The Lawyer Who Became Dupont’s Worst Nightmare”.
En 1998 el granjero Wilbur Tennant (Bill Camp) de Parkersburg (Virginia Occidental) acude a Bilott cuando su ganado empieza a morir horriblemente y sus vecinos pierden sus terrenos y otros, también la vida. El personaje, interpretado impecablemente por Camp, sospecha que una fábrica de productos de teflón, que pertenece a la multinacional Dupont, es la causante de los problemas que vive su comunidad.
En un principio, el abogado duda: hace poco se ha incorporado como socio a Taft Stettinius & Hollister, despacho que defiende a empresas de la industria química. Poco a poco, el desastre ambiental y humano habla por sí solo y decide representar a los afectados. Por más de una década luchará contra un gigante económico.
Convencido de que está en juego el sistema de vida y de justicia de Estados Unidos, el protagonista se obsesiona con el caso, que avanza lentamente en los tribunales gracias a la enorme influencia política de Dupont. El debido proceso parece no tener respuestas entre las redes de corrupción en que se desenvuelve la historia y el tiempo dedicado a la demanda empieza a afectar su matrimonio (Anne Hathaway da vida a Sarah Barlage) y la relación con los demás socios.
Lucha contra la corrupción
Tim Robbins personifica al socio supervisor de la firma, Tom Terp, cuyo apoyo resulta fundamental para continuar con el caso. Terp, con dureza, dice:
“¿Alguno ha leído la evidencia que ha reunido este hombre (Bilott)? ¿La negligencia intencional, la corrupción? ¡Léanla y luego me dicen que no hagamos nada!. Esa es la razón por la que los estadounidenses odian a los abogados, esta es la basura que alimenta a los activistas. Deberíamos querer inculpar a Dupont ¡todos nosotros!. Las compañías del país deben ser honorables y si no lo son, deberemos obligarlas. Así se construye la fe en el sistema”.
La tenacidad de Bilott es la hebra que une todo el relato de Dark Waters, donde se presencia el avance del caso más desde las oficinas legales y la investigación que desde el tecnicismo jurídico. Es revelador ver al personaje interpretado por Ruffallo revisando cientos de carpetas para encontrar el compuesto químico que estaba presente en el teflón que estaba siendo ocultado hace décadas y que provocaba el desastre ambiental y humano: el PFOA.
Finalmente, la película impacta por sus consecuencias y resultados, donde la corrupción y los intereses creados son un obstáculo para el Estado de Derecho y para el sistema judicial, no sólo de EE.UU. sino que de cualquier país. Algunas conclusiones son escalofriantes: el PFOA está presente en la sangre de casi todos los seres vivos, incluidos el 99% de los humanos; además, su acción provocó enfermedades y muertes de seres humanos y animales durante décadas.
Revisa el trailer de la película a continuación:
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