¿Cuál es el valor que los gerentes legales dan a su marca personal en LATAM?

CMS Chile, en conjunto con CMS Reino Unido, han investigado los últimos datos sobre el valor que las empresas y las gerencias legales de Latinoamérica otorgan a la marca personal de los gerentes legales.

La marca personal o personal brand, como se conoce en inglés, de los abogados que trabajan en las gerencias legales de empresas es vital, no sólo para poder diferenciarse del resto de los ejecutivos de las mismas, sino que también para trabajar aspectos internos como la personalidad y la reputación.

Arancha Ruiz Bachs, headhunter, especialista en talento y que trabaja en el reporte de CMS, recalca que “la marca personal apoya a la persona en la toma de decisión respecto de los distintos roles y retos que puede desarrollar dentro de una organización y, además, le acompaña ayudándole a mejorar sus habilidades de comunicación y de relación, es decir, de networking”.

Los datos

Luis Felipe Arze, socio de CMS Chile, ha señalado en variadas entregas que “los estudios son una invitación a descubrir cuáles son aquellas cualidades, habilidades y talentos que identifican a cada uno de las y los gerentes legales”.

Lo anterior es fundamental para que los directores, accionistas y stakehoders aprecien de mejor manera sus diferencias, cualidades, características personales y el valor que pueden aportar al desarrollo, visibilidad y promoción de una empresa.

En su última edición el reporte señala que sólo un 20% de los gerentes legales en Latinoamérica sabe qué significa el concepto y los alcances de una marca personal. Un 64% algo ha oído o tiene cierta noción; y un 16% lo desconoce totalmente.

“Casi el 75% de los abogados en Latinoamérica hace nada o muy poco por desarrollar su marca personal”, señala Luis Felipe Arze.

En suma –explican en CMS— de cada 10 abogados o abogadas, sólo 2 estarían hoy día en condiciones de estar trabajando en una estrategia de posicionamiento, que les permita llegar a ser líderes y ejercer influencia, tanto al interior como al exterior de sus organizaciones.

“En una realidad cambiante, compleja y muchas veces imprevisible, los abogados y abogadas debieran separarse del viejo concepto conservador que muchas veces acompaña a la profesión, y perder el pudor y miedo a mostrar el valor de la diferencia”, advierte Arze.