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Tesis de pregrado: 9 consejos para salir airoso
Escribir la tesis o memoria es una de las últimas tareas para poder obtener el título de abogado. Dos expertos, uno del mundo del Derecho y el otro de las Ciencias, entregan sus mejores tips: respaldar siempre, buscar un tema atractivo y tener cuidado con la estructura son algunos.
13 diciembre, 2016
-Pierina Cavalli
Cuando uno ya ha pasado 8 a 9 semestres aprendiendo Derecho, recién se dimensiona que escribir una tesis de pregrado puede ser una tarea larga y difícil. Y la verdad es que no se puede decir lo contrario. Por eso, quisimos hacer una guía de consejos simples y prácticos en este artículo para ti.
Contactamos a Christian Rojas, profesor de Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez, donde también es director de la sede de Viña del Mar de dicha facultad, y al Dr. Demond MacLeod-Carey, investigador del Instituto de Ciencias Químicas Aplicadas de la Universidad Autónoma de Chile, que si bien no es abogado, tiene mucho que decir: las tesis del mundo científico y humanista no difieren en estructura. Y gracias a sus investigaciones tiene excelentes consejos, como éste, para comenzar: “El desarrollo de una tesis tiene diversas aristas, que en cada caso las hace únicas, y muchas veces es el primer gran libro que se escribe. A medida que se trabaja en ella, se la puede incluso llegar a odiar, pero una vez finalizada y entregada lo más seguro es que el estudiante termine amándola».
Integramos los consejos de ambos expertos en las siguientes categorías:
1. Respaldar.
Es el primer consejo, y uno de los más importantes: debes tener al menos dos respaldos actualizados de tu manuscrito. “Sería una fatalidad perder un par de horas, días, semanas o en el peor de los casos meses de trabajo, por algún imprevisto, por impensado que sea (accidente, falla del computador o robo). Hoy en día existen ´nubes` que se pueden configurar para actualizar el archivo en forma automática”, dice MacLeod-Carey.
2. Definir el tema.
Escoger una materia que más te acomode en función de tus expectativas, metas y objetivos profesionales es vital. «Esto es muy importante, ya que trabajar en un área que al alumno no le resulte agradable puede transformarse en una pesadilla. Así, un par de meses o un semestre podría extenderse fácilmente al doble”, aconseja el investigador.
Aunque definir el tema depende de cada universidad, según la experiencia de Rojas es “a partir de una oferta proveniente de los profesores –que puede ser en temas específicos o en áreas temáticas-, pues ellos en realidad son los que guiarán las tesis o memorias, y para ello resulta indispensable junto con otros elementos (tiempo, bibliografía, etc.), que haya un buen guía, que ese tema sea de importancia, que –ojalá- forme parte de alguna línea de investigación. Luego, la elección del tema se acotará a esas condiciones, y allí dependerá de los intereses de cada alumno elegir uno u otro tema, dentro de una línea ofrecida”.
3. Planificación.
Una vez elegido el tema se debe crear un plan de investigación y objetivos. Estos últimos deben ser optimistas y ambiciosos, pero a la vez realistas, para que se cumplan en los plazos definidos, dice MacLeod-Carey. “Una planificación deficiente o poco realista, es uno de los errores más comunes que se observan en casos en que el alumno tarda más tiempo del esperado en terminar su tesis”, añade el investigador. Y aconseja que una buena forma de diseñar un plan de investigación es definir en conjunto con el profesor guía un esquema o bosquejo de tesis con un orden lógico: títulos de capítulos, subtítulos, pie de fotos y tablas, otras notas, etcétera. Una vez hecho, se debe fijar una lista razonable de los tópicos a abordar, informadas y explicadas. “Esta es la mejor manera de planificar el trabajo a futuro y evitar lo que a menudo se conoce como bloqueo del escritor”, asegura.
4. Tiempo.
Lo primero es haber realizado un curso o taller de metodología de investigación, en que 6 meses se estima un tiempo adecuado. “Menos tiempo que el indicado puede resultar en trabajos de calidad dudosa o extremadamente acotados; y más tiempo, claramente, constituye un despropósito, en la medida que los trabajos de investigación -en cuanto producto científico- no debieran tener más de 50 páginas”, opina Christian Rojas.
5. Estructura.
Una tesis de pregrado tiene un estilo de redacción particular: por ser un informe científico-técnico, debe cumplir normas preestablecidas. Incluso cada institución tiene parámetros muy estrictos en cuando al tamaño de página, bordes y tipografía, entre otros, explica MacLeod-Carey y argumenta que cualquiera sea el caso, todas comienzan con un resumen, en el que se describe la relevancia y su contribución al conocimiento en base a los resultados obtenidos.
Luego, sigue una introducción general al tema, indicando el estado del arte, su desarrollo histórico, perspectivas actuales y futuras, marco teórico y generalidades. Continúa con los objetivos y una o más hipótesis, los métodos para alcanzar dichos objetivos y la validación de la pregunta de investigación, así como los materiales, información, viajes, recursos y equipos necesarios para el desarrollo. Finalizado el trabajo de tesis propiamente tal, a partir de los materiales y metodologías ya expuestas, se desarrollan los capítulos de resultados y discusión de resultados.
Por último, corresponde un capítulo de conclusiones, en el que las contribuciones del autor confirman o rechazan la hipótesis sobre la base de las evidencias obtenidas. Es de utilidad incorporar apéndices con tablas o resúmenes de resultados, que dada su extensión no puedan ser incluidos en la sección de resultados. Es aconsejable también incluir la sección de bibliografía al final del manuscrito: la forma de citarlas dependerá del estilo escogido o definido por la institución.
6. Biliografía.
La tarea de indicación correcta de las referencias bibliográficas debe hacerse correctamente. “A partir de la tarea realizada por las revistas indexadas y la cada vez más extendida tarea de publicación de trabajos resultado de investigación científica propiamente tal (ya no difusión o lecciones), se ha ‘levantado la vara’ como exigencia investigadora, lo que se ha proyectado también para las tesis de licenciatura o magíster, afortundamente”, comenta Rojas.
7. Errores comunes.
Los errores regulares, que de todas maneras pueden corregirse en el desarrollo, se producen en la formulación del proyecto de tesis, especialmente en la identificación del objetivo general (que nunca debe ser muy general) y en los objetivos específicos (se recomienda que no sean muchos), advierte el profesor de la UAI.
8. Críticas.
El docente o director de tesis leerá los manuscritos a medida que avance la investigación y es muy probable que los devuelva con muchas correcciones y críticas, incluso algunas no muy agradables. “No debes sentirte mal por ello, ya que junto a sus correcciones, entregará comentarios y sugerencias; siempre quiere que el manuscrito que patrocine sea el mejor posible, pues de lo contrario podría afectar su reputación”, plantea el investigador.
9. Enfoque práctico.
Como último consejo, el profesor de derecho administrativo dice que hay que enfocar la tesis desde un punto de vista práctico y, por consiguiente, hay que tratar de que se forme una trilogía virtuosa: profesor interesado, tema atractivo (para el alumno y el profesor) y bibliografía suficiente (nacional y extranjera).
De esta manera pueden acometerse, unido al deseable entusiasmo, unos duros meses de trabajo, revisiones, re-revisiones, y desarrollo final de lo que se espera sea un primer trabajo de investigación del que los futuros profesionales puedan sentirse orgullosos.