Colombia da consejos a Chile en materia constitucional

“El constituyente no es un mago” y “así como la Constitución desplazó a la ley, la jurisprudencia de los tribunales constitucionales ha desplazado a la Constitución”, fueron algunas de sus frases.
 
S. Martin
 
El viernes por la mañana se llevó a cabo en el Hotel W el Seminario “¿Asamblea Constituyente, Reforma Constitucional o Proceso Constituyente?”, organizado por la Universidad del Desarrollo.
 
Tras la intervención del ministro del Interior, Jorge Burgos, hizo su exposición el Procurador General de la Nación de Colombia, Alejandro Ordóñez Maldonado, quien quiso entregar ciertas advertencias a los chilenos . He aquí algunas de las más destacables:
 
– “En Colombia se creyó ingenuamente que la Constitución de 1991 iba a acabar con todos los problemas de orden político, social, jurídico y económico; que la realidad del conflicto por el que atravesábamos iba a resolverse con una nueva Constitución”, dijo, refiriéndose al tiempo en que vivían en una “auténtica guerra del narcotráfico”, entre enfrentamientos de los carteles de Cali y Medellín; y “la irrupción del dinero de la droga en la actividad política”.
 
– “En la campaña presidencial de la época fueron asesinados 4 candidatos presidenciales: “Había un creciente proceso de desconstitucionalización, de impunidad y una gran crisis en el Poder Judicial”.
 
– “El anhelo no se cumplió. Mi país hoy sufre los mismos lastres y problemas anteriores a 1990: violencia, violencia guerrillera, violencia paramilitar, corrupción agobiante hasta el hartazgo”.
 
– “El ciudadano no encuentra una respuesta constituyente, eficiente y contundente para el flagelo de la corrupción, que hoy ha mutado. La amenaza ahora es, además, la cooptación en orden a diseñar las políticas públicas para beneficiarse por los altos costos de la financiación de las campañas políticas”.
 
– “No por mucho reglamentar, no por mucho constitucionalizar, se mejora la vida de los hombres”.
 
– “El periodista y filósofo colombiano Nicolás Gómez Dávila resumía en una frase toda la visión del tema: ‘Cada mañana que me levanto y contemplo la corrupción de hoy, termino añorando la corrupción de ayer’”.
 
– “Deberíamos preguntarnos si las extensas y obesas constituciones de los últimos años han sido eficaces”.
 
– “Las mejoras no pasan por constituciones que engordan como un gato castrado; suelen ser trabas al buen gobierno: carecen de sobriedad, desconfían de la sociedad y utópicamente quieren encerrar el futuro en una cárcel normativa”.
 
– “Hoy enfrentamos la crisis porque la Constitución se escribe a espaldas de la realidad. Se pretende imponer un discurso más ideológico, que ordenar la realidad”
 
– “El constituyente no es un mago”.
 
– “Así como la Constitución desplazó a la ley, la jurisprudencia de los tribunales constitucionales ha desplazado a la Constitución”.
 
– “Hemos pasado de constituciones políticas a constituciones jurídicas, que acaban en el activismo judicial y, en algunos casos, en el absolutismo judicial”.
 
– “Si los jueces hacen permanentemente nuevas constituciones ¿para qué una nueva Constitución?. En Colombia hay al menos 2 nuevas constituciones al día”.
 
– “Ha habido una explosión o inflación de los derechos fundamentales. Saber que se tienen esos derechos, pero saber también que el Estado es impotente para protegerlos o garantizarlos provoca la insatisfacción ciudadana individual por tener derechos reconocidos que no puede ejercer”.
 
– “La lógica compensatoria de esas constituciones obesas es falsa”.
 
– “Con ello no quiero desanimar a los amigos chilenos con su proceso constiuyente” –y los más de 300 asistentes ríen.