Investigación científica, reflexión jurídico profesional, una revista consolidada y una intensa vinculación con el medio son algunos de los logros...
La censura estudiantil a la libertad de expresión sería un fenómeno global
La tesis es que los padres de la generación que hoy está en la universidad han criado a sus hijos entre mimos y evitándoles las experiencias desagradables.
9 noviembre, 2015
-No sólo la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile generó polémica hace algunos días por el rechazo de algunos de sus alumnos a una charla del embajador de Israel, que culminó en que alrededor de 130 estudiantes acordaron no permitir a futuro que representantes israelíes expresen su postura sobre el conflicto con Palestina, según informó El Mercurio. Algo similar ha ocurrido ya en universidades anglosajonas: alumnos que censuran las opiniones o posturas de pensamiento que consideran ofensivas.
En el diario El País se aborda este tema a propósito de un debate en la BBC, entre el presidente del Consejo de Estudiantes de una universidad británica y columnista del diario The Times.
El tema era la libertad de expresión dada la petición firmada por 3.000 estudiantes de la Universidad de Cardiff que exigían que a la activista feminista Germaine Greer, se le prohibiera dar una conferencia por sus ataques verbales a las transexuales, quienes según Greer no pueden ser consideradas mujeres únicamente por el hecho se haberse operado.
El diario analiza otros casos: la U. de Yale en Estados Unidos, donde estudiantes insultaron a un profesor que aconsejó no involucrase si había disfraces de Haloween ofensivos; una profesora de Derecho en la Universidad de Harvard que el año pasado lamentó la presión que recibía del cuerpo estudiantil para que no diera clases sobre cómo la ley responde a casos de violación; la U. de Warwick, en Inglaterra, donde se canceló la charla de la iraní Maryam Namazie, marxista conocida por su desprecio por la religión.
Otro caso. No es abogado, sino cómico: el estadounidense Chris Rock, se ha hecho famoso ridiculizando tabúes raciales, sexuales y políticos, pero en una entrevista reciente dijo que ya no visita universidades porque son “demasiado conservadoras” y que su principal preocupación es “no ofender nunca a nadie”, sostiene la publicación española.
Además, hace alusión a un artículo de la revista The Atlantic, que afirma que la juventud actual, especialmente la que ha tenido la suerte de ir a la universidad, pertenece a una «generación mimada», que si es de occidente, es hija de «padres que tuvieron la mejor y más pacífica calidad de vida que ha conocido la especie humana».
La tesis es que estos padres habrían hecho lo imposible para no herir los sentimientos de sus hijos y protegerlos de «lo feo, lo duro y lo difícil de la vida», lo que los haría mucho más intolerantes.