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La censura en la era de las redes sociales
«¿Está Instagram censurando a un artista a través de sus algoritmos? La respuesta es sí, y no es la primera vez ni será la última. Las políticas de Instagram, como las de muchas otras redes sociales, evolucionan con el tiempo, pero a menudo están rezagadas y se adaptan después de que surgen los problemas».
Jose Arancibia Obrador - 21 septiembre, 2023
Cuando pensamos en las redes sociales, solemos imaginar un espacio de total libertad, donde se pueden expresar pensamientos sin censura, dirigirse a políticos con franqueza y sumergirse en debates interminables, sin motivo aparente. Además, los usuarios comparten su día a día en forma de fotos y relatos personales, a menudo con desconocidos. Las redes sociales no sólo son una bitácora personal, sino también una expresión de nuestro arte, aunque en ocasiones ello choque con los términos y condiciones impuestos por las plataformas.
Un ejemplo de esta problemática es el fotógrafo británico AdeY, cuya identidad real permanece desconocida. Sus obras se exhiben en el Museo de la Fotografía de Estocolmo (Fotografiska Museet), donde, además de apreciar su calidad artística y su mensaje, se puede valorar también los desafíos que ha enfrentado en redes sociales. En varias ocasiones, Instagram ha cerrado sus cuentas, eliminando su contenido y seguidores, sin darle la oportunidad de defenderse.
Instagram acusa a AdeY de publicar contenido pornográfico, lo que constituye una violación de los términos y condiciones de la plataforma. Sin embargo, en una carta dirigida a Instagram, el fotógrafo explica que su objetivo es promover la igualdad, el amor, la conexión, la aceptación y la eliminación de estigmas: no la pornografía. Y es evidente que no se trata de pornografía en ningún sentido.
Esto plantea interrogantes importantes. ¿Está Instagram censurando a un artista a través de sus algoritmos? La respuesta es sí, y no es la primera vez ni será la última. Las políticas de Instagram, como las de muchas otras redes sociales, evolucionan con el tiempo, pero a menudo están rezagadas y se adaptan después de que surgen los problemas.
Al revisar los términos y condiciones de Instagram, encontramos una restricción que prohíbe la publicación de desnudos, incluso si tienen un propósito artístico o creativo. Sin embargo, se hacen excepciones para casos como la lactancia, situaciones relacionadas con la salud y el arte visual, pero estas excepciones no parecen aplicarse a fotógrafos como AdeY, cuya propuesta es provocadora y rupturista, lo que resulta en la censura de su contenido.
Un problema adicional es la falta de transparencia en el proceso. Cualquier usuario puede denunciar contenido que considera una violación de los términos y condiciones, y el usuario afectado puede defenderse. Sin embargo, también existe la posibilidad de que la red social elimine contenido o cuentas sin dar la oportunidad de presentar defensa, lo que representa una grave falta de equidad y capacidad de respuesta ante estas decisiones.
La eliminación de contenido no solo implica la pérdida de datos, sino también de seguidores, comentarios, identidad y tiempo invertido, lo cual tiene un valor económico.
En resumen, las redes sociales enfrentan constantemente el dilema entre la libertad de expresión y la censura, y estas decisiones suelen ser tomadas por algoritmos que no tienen criterio.
Queda aún mucho camino por recorrer: no basta con detectar imágenes, sino que es fundamental interpretar adecuadamente el contexto para determinar si se ha infringido o no los términos y condiciones de la plataforma.
María José Arancibia es especialista en propiedad industrial, propiedad intelectual y nombres de dominio. Es también Magíster en Derecho Privado de la Universidad de Chile y cursó el diplomado “Tributación Aplicada en la Empresa 2020”, en la Universidad Adolfo Ibáñez. Dicta diversos cursos en las universidades Alberto Hurtado, Católica de Chile y U. de Talca.