Celebremos y promovamos el voluntariado legal

Octubre fue un mes de celebración en el ámbito legal este año. La Fundación Pro Bono organizó su evento anual, al que asistieron más de 300 personas del sector jurídico de Chile, para celebrar el voluntariado legal en el país. Esta labor se ha convertido en un puente que une a los ciudadanos con los profesionales del Derecho, ofreciendo no solo una oportunidad para contribuir a la sociedad, sino también una plataforma para el crecimiento profesional y personal.

Carolina Contreras

Según una encuesta de la American Bar Association de 2020, el 81% de los abogados encuestados indicaron que el trabajo pro bono les había ayudado a mejorar sus habilidades legales o a aprender nuevas habilidades. Y es que el voluntariado jurídico es un catalizador de crecimiento, tanto para el abogado inexperto como para el que tiene mayor experiencia. Puede ser una forma refrescante de reconectar con áreas del Derecho fuera de su día laboral cotidiano, donde las fusiones, venta de bonos y otros trámites legales se toman la agenda de socios y socias. Y, al mismo tiempo, puede ser una plataforma invaluable para adquirir experiencia práctica, desarrollar habilidades de litigio y empezar a construir los cimientos de una carrera profesional.

Se trata de una labor que se considera —o al menos debería serlo— fundamental en la profesión legal. No solo porque los abogados tienen el monopolio del acceso a la justicia, también porque es un deber ético para todos los profesionales del campo. De hecho, por mucho tiempo los profesionales han ejercido este deber de manera autónoma, pero se hace muy complejo promover esta labor de manera continúa.

Es ahí donde nacen organizaciones como Fundación Pro Bono, que ayudan a generar una cultura alrededor del pro bono, y que permiten institucionalizar la idea del voluntariado legal entre abogados y abogadas, estudios jurídicos, departamentos legales y asociaciones legales, como medio para garantizar el acceso a la justicia.

Así es cómo más de 60 estudios jurídicos y departamentos legales se han ligado a esta labor, en búsqueda de adquirir esta cultura y entregársela a las nuevas generaciones de profesionales. Un modelo que se ha expandido en toda Latinoamérica a través de la Red Pro Bono de las Américas y que hoy cuenta con 21 miembros a nivel continental. Han sido 23 años de historia de Fundación Pro Bono, en donde hemos visto profesionales aventurarse fuera de su zona de confort y explorar áreas desconocidas del conocimiento legal.

En definitiva, el trabajo pro bono resulta ser una avenida de inmensa amplitud para el desarrollo personal y profesional, además de ser un promotor de cambio social y legal. La posibilidad de contribuir con la sociedad de maneras diversas, ya sea enseñando educación cívica, brindando asesoría legal en línea, o asumiendo desafiantes casos legales, permite a los profesionales del Derecho convertirse en agentes de cambio, abogando por aquellos que más lo necesitan. Y eso merece ser celebrado.

 
Carolina Contreras es directora ejecutiva de Fundación Pro Bono.
 
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