"No puedo dejar de pensar en ellos cuando veo que ciertas oficinas de abogados se precian de no conocer límites,...
#Bienestar & abogacía
«Las particularidades de nuestro sector siguen plenamente vigentes: alta exigencia, responsabilidad, el complicado kit de habilidades técnicas, cognitivas, sociales y conductuales, y la destacada capacidad de trabajo…»
Carolina Sumar / Marisa Méndez - 22 marzo, 2019
Marisa Méndez / Carolina Sumar
Llegó marzo y si no se hizo la reflexión de fin de año, es válido hacerla ahora; buen momento este de la renovación y de los planes para revisar qué ha pasado en el estudio durante los últimos meses.
¿Cómo notas el clima laboral? ¿Cómo ha estado tu carga de trabajo? ¿Cómo es la relación con tus clientes y con otros profesionales de la firma? El bienestar en la abogacía tiene algunas de las respuestas.
Desde hace unos meses, las palabras «bienestar» y «abogacía» coinciden en muchos artículos y conferencias. Aunque la relación se intensificó a principios de siglo, es ahora cuando ha adquirido más protagonismo. Y ¿por qué ahora?
Algunas voces dirán que es por seguir las prácticas de las firmas líderes, como fue antes la especialización en sectores, la diversidad o la responsabilidad social. Otros alegarán que, sencillamente, los estudios se adaptan a las tendencias corporativas que ya siguen muchos de sus clientes. Y, si bien, ambas perspectivas son oportunas, también hay que añadir que abogacía de alto rendimiento se enfrenta a un panorama desafiante y todos los profesionales —fee-earners y non fee-earners— necesitan herramientas para afrontarlos y para que tanto su salud como equilibrio salgan fortalecidos.
¿Cuáles son los cuatro elementos que configuran este nuevo panorama?:
1. En primer lugar, la combinación tecnología-abogados que tiene efectos positivos en el rendimiento, la certeza, y la rapidez, pero también negativos, especialmente la injerencia en hábitos saludables de sueño y auto-cuidado y en algunos procesos cognitivos como la atención y el razonamiento.
2. El segundo elemento es que las particularidades de nuestro sector siguen plenamente vigentes: la alta exigencia, la responsabilidad, el complicado kit de habilidades técnicas, cognitivas, sociales y conductuales, y la destacada capacidad de trabajo necesaria para gestionar un alto volumen de asuntos en tiempos ajustados.
3. El tercer elemento es el ciclo de transformación de nuestro sector, pero también de los clientes, en lo que se denomina como Entorno VICA (VUCA en inglés): Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo.
4. El último elemento es la prevalencia entre los abogados de ciertos rasgos psicológicos que han sido determinantes para la calidad técnica, pero que son insuficientes para potenciar las relaciones con clientes y con otros profesionales, para afrontar situaciones de estrés y para fomentar pensamiento creativo y toma de decisiones estratégicas.
Y, entonces, ¿qué acciones a corto plazo puedo empezar a implementar para adaptarme a este complejo entorno? Son muchas y variadas, pero tienen en común desarrollar los rasgos psicológicos menos usuales entre los abogados. que son aquellos más necesarios para competir y disfrutar en el desafiante panorama actual.
Entre ellos encontramos optimismo, resiliencia, sociabilidad, colaboración y gestión del tiempo. Todas las actividades enfocadas en potenciarlos tendrán un impacto positivo en el clima, en las relaciones interpersonales y en los resultados.
¿Cómo potenciarlas? Como decía Jack el Destripador, vayamos por partes: 1º) proporcionar a todo el equipo el entrenamiento adecuado que se les puede trasmitir en múltiples formatos de sesiones de formación; 2º) premiar la puesta en marcha y el uso de las nuevas habilidades; 3º) incorporarlos como criterios en la evaluación de profesionales y en la contratación de los nuevos y 4º) medir los resultados internos y externos de su implementación.
Y, ¿qué es lo más entretenido de esta información que les acabamos de transmitir? Seguirá siendo un secreto, un secreto publicado y accesible. Es así en nuestro sector. Cuando se nos ofrece una manera alternativa o diferente de trabajar, la pregunta más común es “¿Quien lo ha hecho antes?”, “¿Qué puede salir mal?”, de modo que basta que alguien salga de ese patrón tan limitado de pensamiento y de acción, para que ya esté en el camino correcto para afrontar los desafíos actuales.
* Marisa Méndez (mmendez@marisamendez.com) es abogada y coach española y junto a Carolina Sumar (carolina@csas.cl), periodista e ingeniero comercial chilena, se especializan en consultorías internacionales de gestión de firmas de abogados.