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Alfabetización académica: desafíos en Derecho
Los académicos Claudia Poblete, Lisbeth Arenas y Alejandro Córdova elaboraron un artículo en el que abordan el problema que una alta especialización representa al momento de escribir textos jurídicos que deben ser comprendidos por la ciudadanía y entregan técnicas para simplificar e interpretar el lenguaje.
5 enero, 2021
-En el año 2017 surgió la Red de Lenguaje Claro Chile, organización que tiene por objetivo mejorar la comunicación entre el Estado y la ciudadanía, para facilitar el acceso a la información pública y con ello promover la transparencia.
El lenguaje jurídico es un campo teórico con variados conceptos que no siempre tienen un fácil entendimiento para la población en general: quienes escriben en estos espacios son profesionales académicamente especializados y, en consecuencia, no todos sus lectores comprenden sus textos.
La Escuela de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso es uno de los integrantes de la Red Lenguaje Claro y, a través del Departamento de Comunicación y Habilidades, las docentes Claudia Poblete, Lisbeth Arenas y el profesor Alejandro Córdova, elaboraron el artículo de investigación titulado: “Alfabetización académica en derecho: Experiencia y resultados de un programa de escritura”, que fue publicado en la Revista Pedagogía Universitaria y Didáctica del Derecho.
En el texto se aborda el concepto “alfabetización académica” y se proponen diversas estrategias de escritura y redacción para que las y los estudiantes de Derecho se familiaricen con personas que no pertenezcan al área.
Tomando ideas de Campbell, Bazzemar y Russel, los autores comentan que el término alfabetización académica está relacionado con la facultad que se le entrega al interlocutor de utilizar el lenguaje para pensar, crear e interrogar, con el fin de que exista una participación recíproca en la elaboración del mensaje y del contexto en la sociedad.
Asimismo, comprender y producir textos escritos, le permiten al sujeto tener una mayor proximidad con el conocimiento y así poder transformarlo y comunicarlo.
Las Facultades de Derecho en su mayoría no implementan cursos de redacción jurídica, por lo que, como resultado, obtienen profesionales incapaces de redactar sus propios escritos. “No aparecen asignaturas que aborden la problemática lingüística del discurso jurídico, pese a que el lenguaje es la herramienta principal en el trabajo del abogado”, dice el artículo.
Además, agrega, según Coloma y Agüero, una de las principales falencias que se tiene en las universidades es que se da por hecho que el o la estudiante sabe interpretar y elaborar un lenguaje escrito y especializado por tan solo haber rendido la Prueba de Selección Universitaria.
Estrategias discursivas
La Escuela de Derecho de la PUCV implementó en su malla curricular, desde 2011, asignaturas que se enfocan en habilidades lingüísticas, tales como estrategias de comprensión del discurso escrito, estrategias de producción de discurso oral o estrategias de argumentación, con el objetivo de elaborar textos claros para diversas audiencias.
Frente a estos desafíos, Ciapuscio, otro de los autores citados en el artículo, propone que los principales pasos a seguir para elaborar un texto comprensible son, primero, definir y explicar el significado; luego, describir un fenómeno y detallar sus rasgos; posteriormente, reformular la definición y simplificar su significado; a continuación, especificar una estrategia discursiva; y, finalmente, ejemplificar para poder aclarar elementos que no quedaron claros con anterioridad.
Aplicando lo aprendido
Poblete, Arenas y Córdova implementaron este modelo en sus alumnos, a quienes además les propusieron realizar la actividad a través de escritura colaborativa, obteniendo resultados positivos en cuanto a la implementación de las estrategias, un mayor intercambio de ideas y trabajo en equipo en la redacción, en comparación a los resultados de trabajos individuales.
Además, el apoyo de profesores y ayudantes del ramo permitió la corrección y sugerencias para que múltiples lectores tuvieran acceso a este conocimiento.
Dentro de los errores más comunes se pueden encontrar argumentos repetitivos, conectores mal usados y muchas líneas en un solo párrafo.
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