Actuales tendencias laborales: más regulación y nuevas lógicas de trabajo

Rodrigo Sanhueza

Antecedentes de 20 materias laborales en más de 60 países. Eso contiene actualmente la recién estrenada Global Employment and Labor Country Guide, creada por la firma Dentons y disponible gratuitamente de manera online, aunque por ahora solo en inglés.

La herramienta permite examinar el derecho comparado en materia laboral siguiendo búsquedas máximas de tres países. Por ejemplo, es posible escoger naciones como Inglaterra, Singapur y Chile y contrastar los resultados de la búsqueda, ya sea de todos los temas disponibles o seleccionando solo los de mayor interés.

Rodrigo Sanhueza, socio del Grupo de Derecho del Trabajo e Inmigración de la oficina en Santiago de Dentons, comenta que la iniciativa nace del grupo laboral de la firma a nivel mundial, ya que —consideran— esta es una especialidad “clave de la operación de todas las empresas, de cualquier tamaño y de cualquier rubro”.

Pero no está pensada solo para abogados, sino que también apunta a personas que trabajan en recursos humanos o labores afines, funcionando también como herramienta para académicos. Además, se irá renovando en cuanto ocurran modificaciones notorias en la regulación de los países.

“Las leyes laborales no cambian de forma constante, por lo que no hay un rango específico para establecer una periodicidad concreta de actualización, pero obviamente existe el compromiso y desafío de ir siempre haciéndolo”, comenta Sanhueza.

¿Apariencia de mayor protección?

Al dar forma a la guía de derecho comparado laboral, sus responsables no solo se dedicaron a alimentar con información el sitio web, sino que sacaron conclusiones: la realidad a nivel global evidencia una complejización del derecho del trabajo, existiendo cada vez más regulaciones, leyes y directrices.

“No vemos países que vayan en un sentido de desregular los asuntos laborales a fin de que cada parte de esa relación establezca sus propias reglas, sino que la tendencia mundial es la contraria: ir normando, en mayor o menor medida, los distintos aspectos que componen una relación de trabajo”, añade.

Rodrigo Palomo

Y al centrarse en Latinoamérica, el socio de Dentons apunta a que existe una predisposición por poner diversos requisitos para llevar a cabo despidos, lo que implica, dice, “que los empleadores no puedan hacerlo libremente, sino que se requiere una autorización por parte de una autoridad administrativa judicial”.

Aunque reconoce que ese foco tiene como finalidad la protección, “nuestra experiencia es que este tipo de medidas solo termina generando burocracia e ineficiencias, existiendo muchos mejores caminos para proteger la estabilidad al empleo y a los derechos de los trabajadores”.

Rodrigo Palomo, profesor de derecho del trabajo de la Universidad de Talca, coincide en la idea de que hay un proteccionismo presente en Latinoamérica, destacando que salvo excepciones, como Uruguay, en la mayor parte de la región regulan las relaciones de trabajo en virtud de la ley, con menor espacio para otras fuentes, como la autonomía colectiva.

“Eso hace que exista una apariencia de ‘mayor protección’, pero que tiene que ponderarse con la eficacia de las normas de nuestros países, porque están fuertemente asociadas al trabajo de las direcciones o inspecciones del trabajo, que tienen una capacidad limitada de actuación”, plantea.

Discusiones comunes y mirar hacia el futuro

¿Otras similitudes? Sanhueza afirma que si bien las jurisdicciones de Latinoamérica poseen grandes diferencias respecto al derecho comparado laboral, comparten una base común y en los últimos años han estado promoviendo normativas similares en sus respectivos congresos.

“En su minuto, el gran tema que se discutía prácticamente en todos los países era el teletrabajo, también se ha legislado en materia de protección de datos en el contexto de la relación laboral, y todas las jurisdicciones de la región están en procesos de actualizarse en materia de acoso tanto sexual como laboral, por lo que hay una tendencia a ir regulando aspectos siguiendo la contingencia mundial”, explica.

Palomo añade al diagnóstico que estos focos están influenciados por la Agenda de Trabajo Decente de la OIT y por los compromisos de la Agenda de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas 2030. Además, el profesor ha detectado el desarrollo de un mayor número de reformas que apuntan a la flexibilidad laboral, otorgando mayores espacios de autonomía. Un ejemplo de ello fue la Ley 21.561, que redujo la jornada laboral en Chile a 40 horas semanales.

“La otra tendencia propia de Latinoamérica, producto de un flujo migratorio que hemos tenido en la última década con mayor intensidad, es que los sistemas jurídicos de nuestro país, pero también de los vecinos, tengan que intensificar sus esfuerzos en coordinación con sistemas de seguridad social”, comenta.

Así, los desafíos para las firmas laborales en el futuro, dice Palomo, estarán vinculadas al manejo de los conflictos que van a surgir referidas a las nuevas plataformas de trabajo, como Uber, Pedidos Ya o Glovo, especialmente en lo asociado a la automatización.

“También existen trayectorias laborales mucho más complejas”, dice y ejemplifica: en las antiguas generaciones, una persona entraba a trabajar y se jubilaba en ese mismo lugar; hoy, en cambio, el asunto no es tan estable —por opción personal o circunstancias externas—, “lo hace que haya un desafío grande en materia de protección social para las firmas de abogados”.

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